Es un municipio francés, situado en el departamento de Alto Loira y en la región de Auvernia. Sus habitantes se llaman, en francés, ponots.
Hasta el 18 de marzo de 1988 el nombre de la ciudad era simplemente Le Puy.
La catedral y el Hôtel-Dieu Saint-Jacques se encuentran incluidos como Patrimonio de la Humanidad y forman parte de los llamados «Caminos de Santiago de Compostela en Francia»
UN POCO DE HSTORIA
Durante la dominación romana ya se estableció el cristianismo en Le Puy, lo que llevó a que fuera sede episcopal.
Este hecho, unido a su relativa lejanía de las principales vías de comunicación y a que tanto visigodos como francos la utilizaron como sede de la gobernación local, le permitieron una cierta recuperación. Carlomagno estableció un vizcondado, que sería controlado por señores locales o por los propios obispos
Durante la Edad Media sufrió, como todo el Mediodía francés, las guerras de religión. El período de las guerras de religión fue particularmente duro y violento.
La ciudad, permaneció afecta al campo católico, mientras que las tierras aledañas se adhierieron a la Reforma.
Fue en esta época también cuando se iniciaron las peregrinaciones.
Por un lado Le Puy era el destino de peregrinos marianos. Por otro, era uno de los orígenes del Camino de Santiago.
Estos movimientos, posiblemente iniciados en el siglo X, ya eran muy importantes en el XII.
Tras su integración al reino de Francia, Velay fue anexado a la provincia del Languedoc y a la senescalía de Beaucaire. El país participaba en las asambleas del Languedoc, pero en sus cuestiones internas estaba regido por una asamblea elegida anualmente: los Estados de Velay. La vida política de Velay estaba constantemente convulsionada por las luchas por el poder entabladas entre el obispado y la nobleza.
La Revolución francesa no fue bien aceptada por la población local, que permaneció fiel a sus valores religiosos.
La población se mostró, durante mucho tiempo, opuesta a la República. Entre marzo de 1793 y enero de 1795, fueron guillotinadas en Le Puy cuarenta y una personas, entre ellas dieciocho sacerdotes.
También fue destruida la Virgen Negra, la imagen mariana que había originado las primeras peregrinaciones.
Entre 1856 y 1860, bajo Napoleón III, se construyó, con el metal de los cañones rusos capturados en la guerra de Crimea, una gran estatua de la Virgen, que actualmente continúa en Le Puy: la imagen de Notre-Dame de France.
LOS PEREGRINOS EN LA CIUDAD
Los peregrinos seguían aquí todo un ritual. Lo primero visitar la altiva catedral románica de Notre Dame du Puy a la que se accede tras subir ¡134 escalones! y luego pasar por la capilla de Saint Michel, situada en lo alto de una gran roca, mejor dicho, sobre la chimenea de un volcán, construida en el siglo X y cuya imagen abre este post.
Los peregrinos actuales, o sea, los viajeros, hacen lo mismo, suben todos los escalones y
se fotografían ante la catedral, ante la capilla de la roca y ante la gran escultura de la virgen de Notre Dame de Puy,
que mira altiva a la ciudad y a sus habitantes desde mediados del siglo XIX.
También aprovechan su paso por este rincón de la Francia
profunda para comprar algún recuerdo (los tapetes y manteles de encaje de bolillos son muy típicos), para pasear tranquilos por el laberinto de callejuelas ¡a cual más empinada!
, para tomar un café en alguna terraza, por ejemplo en la Pace du Plot una de las más animadas
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