“Al ver Jesús a las multitudes, subió al monte; se sentó y se le acercaron sus discípulos; y abriendo su boca les enseñaba diciendo: Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados....(Mt 5,1-13).
El lugar es de una gran belleza, mencionado por la peregrina Egeria del siglo IV, se encuentra sobre una colina.
Diseñada por el italiano Barluzzi en el año 1937. El mismo nos la describe con estas palabras:
-«Sobre las dulces colinas que rodean el lago de Tiberíades, a 150 metros de altura, al Norte, y que recuerdan el sermón de la Montaña… ha surgido en 1938 el santuario de las Bienaventuranzas. Domina el lago desde una altura aproximada de 200 m.
El lugar es de una gran belleza, mencionado por la peregrina Egeria del siglo IV, se encuentra sobre una colina.
Diseñada por el italiano Barluzzi en el año 1937. El mismo nos la describe con estas palabras:
-«Sobre las dulces colinas que rodean el lago de Tiberíades, a 150 metros de altura, al Norte, y que recuerdan el sermón de la Montaña… ha surgido en 1938 el santuario de las Bienaventuranzas. Domina el lago desde una altura aproximada de 200 m.
Una iglesia cristiana bizantina fue erigida cerca del sitio actual en el siglo cuarto, y fue utilizado hasta el siglo VII. Los restos de una cisterna y un monasterio son todavía visibles. La actual capilla cristiana es católica y fue construida en 1938.
La Iglesia es de planta octogonal (porque ocho son las Bienaventuranzas), rematada por una cúpula, y arcos abiertos en torno al altar.
Y, desde la galería exterior que la circunda, se puede disfrutar al máximo de la contemplación de tan singular panorama, al tiempo que se escucha el gorjeo de los pájaros, y el alma descansa entre el azul del cielo y el mar, y el colorido de las flores sobre el fondo verde de la colina.
Por su forma y colorido, el Santuario de las Bienaventuranzas muestra la joya estética y espiritual que puede producir una sencillez, junto a una elegancia no artificiosa, que envuelve el espíritu en la contemplación de la piedad.»
Por razones estéticas y panorámicas, se eligió la cima para la nueva Iglesia, como lugar donde conmemorar este evento de la vida del Señor. El lugar primigenio se encuentra un poco más abajo, en la ladera, cerca del lago.
El santuario y el hospicio contiguo para peregrino está, atendidos por las Hermanas Franciscanas del Inmaculado Corazón de María.
Y, desde la galería exterior que la circunda, se puede disfrutar al máximo de la contemplación de tan singular panorama, al tiempo que se escucha el gorjeo de los pájaros, y el alma descansa entre el azul del cielo y el mar, y el colorido de las flores sobre el fondo verde de la colina.
Por su forma y colorido, el Santuario de las Bienaventuranzas muestra la joya estética y espiritual que puede producir una sencillez, junto a una elegancia no artificiosa, que envuelve el espíritu en la contemplación de la piedad.»
Por razones estéticas y panorámicas, se eligió la cima para la nueva Iglesia, como lugar donde conmemorar este evento de la vida del Señor. El lugar primigenio se encuentra un poco más abajo, en la ladera, cerca del lago.
El santuario y el hospicio contiguo para peregrino está, atendidos por las Hermanas Franciscanas del Inmaculado Corazón de María.
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