Roma | 1 de septiembre de 2025
En la Basílica de San Agustín en Campo Marzio
Llegada
Rezando ante la tumba de Santa Monica
El Santo Padre León XIV presidió la Santa Misa por el inicio del Capítulo General de la Orden de San Agustín.
En la Misa votiva del Espíritu Santo, pedimos que Él, por quien el amor de Cristo habita en nuestros corazones (cf. Rm 5,5), guíe su trabajo día a día.
El Espíritu Santo habla, hoy como en el pasado. Lo hace en la «penetralia cordis» y a través de los hermanos y las circunstancias de la vida. Por ello, es importante que el ambiente del Capítulo, en armonía con la tradición centenaria de la Iglesia, sea de escucha: de escucha a Dios y a los demás.
Sin embargo, hay un punto de reflexión más que quisiera destacar en lo que la Liturgia de la Palabra nos ofrece hoy: el valor de la unidad. En la primera lectura, san Pablo, hablando de la comunidad de Corinto, ofrece una descripción fácilmente aplicable a esta asamblea. De hecho, también aquí, «a cada uno se le da la manifestación del Espíritu para el bien común» (1 Co 12,7); también aquí «todo esto lo obra un mismo Espíritu, que reparte a cada uno como quiere» (v. 11); y de ustedes también puede decirse que «así como [...] el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, aunque muchos, son un solo cuerpo, así sucede con Cristo» (v. 12).
En su homilía invitó a vivir este tiempo como un don del Espíritu Santo con tres actitudes fundamentales:
Escucha – a Dios y a los hermanos.
Humildad – reconociendo que las respuestas vienen de É
Unidad – signo verdadero de la presencia del Espíritu.
“Avrete lo Spirito Santo quando acconsentirete che il vostro cuore aderisca all’unità attraverso una carità sincera” (San Agustín). Un momento de gracia para toda la Iglesia y de manera especial para la gran familia agustiniana.
https://www.youtube.com/live/J9Z3lS3K_3w?si=HJnGCt3BtKeTGlA4
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