III DOMINGO
Me pides confianza y, por lo que sea, prefiero mirar hacia atrás que saborear y soñar con lo que en Ti me espera Deseas el fruto de mi constancia y, a la menor, me dejo enredar por los hilos de la pereza, la tibieza o las dudas, la fragilidad o la torpeza. Sueñas con un futuro bueno para mí, y me encuentras soñando con otras cosas con otras instancias que no son las tuyas con una tierra muy distinta a la que Tú me ofreces. Estoy en la higuera, pero la higuera de mi vida, no siempre fructifica en lo santo, noble y bueno. Miras a las ramas de mis días y, lejos de comprobar cómo despuntan sus yemas me limito a vivir bajo mínimos, a dar aquello que me conviene y no me molesta a fructificar, poco o nada, si no es beneficio propio.
¿QUÉ FRUTOS, DARTE, SEÑOR?
Mira mi miseria, y dejándome arrastrar por tu riqueza ojala recojas de mí aquello que a tu Reino convenga Acoge mi buena voluntad, y lejos de echarme en brazos de la vanidad descubra que, sólo Tú y siempre Tú, eres la causa de lo bueno que brota en mí. Perdona mi débil cosecha, y, sigue sembrando Señor, para que tal vez mañana puedas despertar, descubriendo en mí aquello que, hoy, brilla por su ausencia: frutos de verdad y de amor de generosidad y de alegría de fe y de esperanza de confianza y de futuro de vida y de verdad. Y no te canses, Señor, de visitar tu viña, tal vez hoy, puede que no, pero mañana, con tu ayuda y mi esfuerzo, brotará con todo su esplendor la higuera de mi vida. Dicho de otra manera, Señor, que no esté en la higuera y dé frutos abundantes como creyente Amén
D
Los que esperan… tienen los ojos puestos en Ti para que no les defraudes Los que desesperan… tienen los ojos puestos en Ti para que les des esperanza Los tristes… tienen los ojos puestos en Ti, para que les bendigas con la alegría
L
Señor, en este momento de oración quiero que me escuches, quiero dialogar contigo. No podría soportar a un Dios mudo, que no me hablara, que no se comunicara conmigo. Te necesito como el aire para respirar, no puedo vivir sin tu palabra, sin tu comunicación de cada día. Gracias, Señor, por este encuentro.
M
Yo quiero estar cerca del corazón de la Virgen María y escuchar allí sus sentimientos más hondos, sus emociones más profundas. Por un momento el cielo y la tierra estaban pendientes de una palabra. Dios ya estaba decidido a hacerse hombre, a vivir entre nosotros, pero esperaba el consentimiento de una mujer. Y María dijo SÍ. Gracias. Señor, por tu gran amor. Y gracias María por haber dicho que sí.
X
No nos conformemos con llegar a ser buenos, la invitación que nos hace el Señor es mayor, quedarse en la norma puede esclavizar, sin embargo cuando uno descubre que, “quién me ama cumple mis mandamientos”, entonces, se busca la voluntad de Dios, lo que le agrada, en definitiva lo que nos hace bien, entonces no nos quedamos en lo externo, que nos puede esclavizar, sino que más bien, deseamos el encuentro con quien nos ama y queremos hacer lo que a Él le agrada, la clave ya no es porque está mandado, no es una imposición, es más bien una respuesta de amor. Y como cambia, ya no es por estar mandado, sino como respuesta de amor. “El que me ama permanece en mí y yo en el”, -dice el Señor-.
J
Hoy abramos los ojos y los oídos porque Dios está obrando y hablando para llegar a nuestro corazón.
No podría soportar a un Dios mudo, que no me hablara, que no se comunicara conmigo. Te necesito como el aire para respirar, no puedo vivir sin tu palabra, sin tu comunicación de cada día. Gracias, Señor, por este encuentro.
V
Ayudame Madre Dolorosa a cultivar mi entraña, mi vida interior y a cultivar mi tener que es fácil y lo dificil......mi ser. Siempre a tus pies .
S
Soy debil, poobre y muchas veces caido. Cuando lo reconozcas con sinceridad, Dios será tu fuerza,tu roca y te alzará para que puedas contemplar tu rostro.
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