¡¡¡¡¡FELICIDADES MAMÁ !!!!!!!
y estas margaritas de mis pequeños
UNA VENTANA ABIERTA AL ARTE RELIGIOSO,FIESTAS, TRADICIONES,SEMANA SANTA Y MÁS COSAS RELACIONADAS CON MI PUEBLO,SIRUELA.PARA QUE MIS HIJOS Y SOBRINOS SIEMPRE LO RECUERDEN Y DEDICADA AL COFRADE DE LA FAMILIA, HERMANA, AMIGOS Y VECINOS.
DOMINGO XVIII
QUÉ ME DAS, SEÑOR, A CAMBIO
De mi confianza cuando la deposito en ti y me alejo de los que me prometes otros paraísos ¿Qué me das, Señor, a cambio? De mi seguimiento y de mi fidelidad de mi silencio o de mi reconciliación de la ofrenda de mi vida o de mis esfuerzos ¿Qué me das, Señor, a cambio? De mi fe, aunque sea débil y hasta interesada De mi constancia, aunque a veces me quede por el camino
De mi audacia, aunque en momentos piense más en mí que en Ti ¿Qué me das, Señor, a cambio? ¿Me darás, tal vez, tus palabras verdaderas en contra de las falsas que me rodean, tu mano cuando otras me abandonan
¡Necesito que me des tanto, Señor! Tu presencia, cuando me encuentro huérfano Tu luz, cuando la oscuridad eclipsa mi esperanza Tu cielo, cuando sólo veo tierra y más tierra
¡Dame, Señor, sobre todo tu persona!
Yo Señor, amaba y...... entre otras cosas evitaba la soledad. Hoy 31 de julio me envían... Amar y servir ya que a igual que a él mi accidente cambió mi vida... Como S. Ignacio que he hecho. que hago y que haré.
L
Señor con u pan me llenas y me haces feliz, con tu pan alimentas mi cuerpo y mi alma.
Que yo sepa compartir mi vida y nunca, nunca me encierre en ni propio bienestar ......alcanzando y siempre procurando la felicidad de los demás.
M
Muchas veces me hundo pero me levantas Señor. A veces me invade la oscuridad pero tu Luz ilumina mi vida.
A veces la duda, la tristeza llegan a mi, vida pero recuerdo ese 11 de agosto y vuelvo a sentirte...... No tengas miedo..... Yo estoy contigo.
X
Que nunca me canse de pedir Dios mío, Tu esperas que mi confianza aumente mi amor por Ti.
Llegan a mi tus migajas de la Palabras de la Eucaristía y de tu presencia. Cura mi alma y mi corazón.
J
No hace falta darle muchas vueltas para que cada uno de nosotros, seguidores de Jesús, nos veamos reflejados en el doble Pedro de este evangelio. Confesamos sinceramente a Jesús como el Mesías, el Hijo de Dios, como nuestro mejor tesoro, nuestro Rey y Señor… pero, de vez en cuando, somos capaces de rechazar a Jesús, algunas de sus actitudes y algunas de sus palabras. Necesitamos la ayuda del mismo Jesús para que le sigamos siempre a él, en los momentos buenos y en los otros, en nuestros domingos de resurrección y en nuestros viernes santos… Pidámosles que continuamente reaccionemos a como el primer Pedro y no como el segundo.
V
Sabemos mucho de ganar el mundo, de conquistar las cumbres de la fama, el reconocimiento o el bien vivir, pero no sabemos nada de ganar el alma. Y hacemos muy poco por saberlo. Quizá porque se nos ha olvidado y no encontramos quién nos lo recuerde, convencidos de que la fe es una muleta para nuestro crecimiento personal o nuestra realización individual en vez de una escalera hacia la vida eterna.
DOMINNGO XVII DEL TIEMPO ORDINARIO
¡A TIEMPO Y A DESTIEMPO!
Elevaré mis ojos hacia el cielo buscando, lo que en la tierra, los sentidos no me dejan ver o percibir con claridad: tu presencia, Señor. Levantaré mis manos hacia Ti porque, si las utilizo sólo para el mundo caeré en la simple actividad vacía de contenido pero sin señales de eternidad. Abriré mi corazón y, con él, mis entrañas para que, en diálogo sincero contigo me digas qué camino elegir por dónde y cuándo avanzar de que equivocaciones retornar y en qué he de cimentar mi vivir.
Confiaré en Ti, Señor, porque eres palabra que nunca falla
Eres amigo que, en la oración, consuela, levanta anima, recompone, fortalece y se entrega Contigo, Señor, hasta la muerte Contigo, Señor, a tiempo y destiempo Amén
Que mi oración sea, sobre todo, unos prismáticos que nos ayuden a ver y aprovechar los signos de la presencia de Dios en nuestra vida. Dicho de otra manera; que la oración sea esa sensibilidad para ver ciertos golpes de gracia…como la mano certera de Dios a nuestras necesidades.
Ser primero con entrega y sacrificio.
Hoy, día del Patrón de España, su valentía, su fe y su diálogo con María sea un ejemplo para mí vida. Ven y sígueme.
Trigo y cizaza crecen en mi. Mi Fe en Ti me ayuda a que el trigo crezca más que la cizaña.
Te confieso Señor que esa cizaña que crece dentro de mi me ayude a no juzgar a los demás. Te dejo a ti el juicio.
Encontrar el tesoro es encontrar la ilusión, la alegría, las ganas de trabajar, las ganas de vivir. Yo no puedo entender el cristianismo como un peso, una obligación o una ascética. Quiero vivirlo como una “mística”, como una atracción, como una seducción.Á
Si Dios es amor, todo en la Biblia me tiene que hablar del amor. Si no saco amor es que no la he leído bien.
Tus enseñanzas Señor me traen alegría y me convierte en un pez bueno cuando mis obras están hechas con amor.
Que el dolor y las dificultades me una más y más a Ti Señor.
Yo también quisiera ser como Juan Bautista, el profeta de verdad, el profeta del testimonio. Ayúdame, Señor.
La verdad y el amor es difícil mantener en esta sociedad porque implica renuncia a nuestros intereses.... que yo sea siempre fiel a ella..
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DOMINGO XVI DEL TIEMPO ORDINARIO
QUIERO DARME, SEÑOR Como Marta, allá donde mi mano sea necesaria, y como María, al silencio para estar contigo Como Marta, para mitigar la sed del sediento y, como María, para llenarme del agua viva de tu pozo
QUIERO DARME, SEÑOR A Ti, que sales al encuentro del que te busca y, también, allá donde mis hermanos reclaman mi presencia A Ti, que buscas la mirada de mis ojos y, a Ti, sin vivir de espaldas al necesitado de cariño
Quiero ser de esas personas que se sienten, al calor de un sagrario o a la sombra de un crucifijo, hablando o dejando que diga algo el silencio de Dios; cristianos que saquen chispa y jugo al paladar leyendo o masticando la Palabra de Jesús.
Pues había que empezar llenándose de Jesús. Acogerlo, ofrecerle nuestra casa, beber sin prisas -echados a sus pies-, de la fuente inagotable de su Palabra.
Que se vaya sintiendo agusto, tan a gusto, que nuestra casa vaya pasando hacer su casa, que nuestros criterios vayan dejando paso a los suyos, nuestra vida vaya llegando a ser una prolongación de tu vida como le ocurrió a Pablo: "Completo en mi carne los dolores de Cristo".
Dios mio erees más, más y mucho más.
Es hombre y es Dios. Como hombre, tan cercano, tan llanote, tan encontradizo con nosotros. Y como Dios, tan inabarcable, tan infinito… ayudame a crecer en la fe
Por eso, Tú, Señor, eres el único capaz de llenar nuestros vacíos, nuestras limitaciones, nuestra finitud. ¡Gracias, Dios mío!
Mi verdadera familia, mi familia en el espíritu, mi familia en la fe, es la familia de los que escuchan la Palabra de Dios.
Es la familia de Dios que alegra el corazón de los discípulos. A esta gran familia pertenece especialmente María, la madre de Jesús, pero también nuestras propias madres.
Tú, el mejor sembrador. Tu el mejor sembrador ne cesito que la semilla de tu palabra caiga sobre mí “como lluvia que empapa la tierra” y la hace fructificar. No me interesa, de momento, la cosecha. Eso es cosa tuya.
Mi fe me dice que confíe sin ver y sin oir.
Señor, que sepa ver y oír más allá de lo que mis ojos ven y lo que mis oídos oyen. Con fe lo puedo todo.
Que María Magdalena sea mi ejemplo yo que camino en busca de Cristo.
Como ella haz Señor que llore cuanto sienta que te pierdo, que reconozca sienpre tu voz por tu Palabra y después de cada Eucaristía sea un acto de fe: no se si te he visto pero si se que te siento.
Solo unida a Ti Señor, solo así, el fruto amanecerá en las ramas de mi vida y sin Ti no puedo nada.
Unida a Ti Señor siento que el mismo Dios recorre por mis venas y se nota en mis obras en mis palabras y tengo fuerza para dar testimonio.
Señor, qué bueno eres conmigo. ¡Gracias!
SÁBADO
“ Las fuerzas milagrosas actúan en él ”
Juan bautista es el verdadero profeta que anuncia la verdad ante el mismo rey Herodes: “No te es lícito tener la mujer de tu hermano”. Y, naturalmente, las verdades duelen. Pronto llega la ocasión de la venganza. Juan está en la cárcel, pero la verdad no está encarcelada.
según san Mateo 14, 1-12
En aquel tiempo, oyó el tetrarca Herodes lo que se contaba de Jesús y dijo a sus cortesanos: «Ese es Juan el Bautista, que ha resucitado de entre los muertos, y por eso las fuerzas milagrosas actúan en él».
Es que Herodes había mandado prender a Juan y lo había metido en la cárcel encadenado, por motivo de Herodías, mujer de su hermano Filipo; porque Juan le decía que no le era lícito vivir con ella.
Quería mandarlo matar, pero tuvo miedo de la gente, que lo tenía por profeta. El día del cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías danzó delante de todos y le gustó tanto a Herodes, que juró darle lo que pidiera.
Ella, instigada por su madre, le dijo: «Dame ahora mismo en una bandeja la cabeza de Juan el Bautista».
El verdadero profeta muere, pero no muere su mensaje, ni el testimonio de su vida.
El rey lo sintió, pero, por el juramento y los invitados, ordenó que se la dieran, y mandó decapitar a Juan en la cárcel.
Trajeron la cabeza en una bandeja, se la entregaron a la joven y ella se la llevó a su madre. Sus discípulos recogieron el cadáver, lo enterraron, y fueron a contárselo a Jesús.
VIERNES
“ Creo que Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios ”
según san Juan 11,19-27
En aquel tiempo, muchos judíos habían ido a ver a Marta y a María para darles el pésame por su hermano. Cuando Marta se enteró de que llegaba Jesús, salió a su encuentro, mientras María se quedó en casa.
Y dijo Marta a Jesús: «Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá».
Marta reconoce el señorío y el poder de Cristo: “Si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto”. A la vez que le reprocha al Maestro el no haber estado cerca, manifiesta que Jesús es el Señor de vida y muerte, sabe que sólo Él tiene poder para devolverle la vida a Lázaro.
Marta es para nosotros, un gran testimonio de fe:
Jesús le dijo: «Tu hermano resucitará». Marta respondió: «Sé que resucitará en la resurrección en el último día».
Jesús le dijo: «Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees esto?». Ella le contestó: «Sí, Señor: yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo».
JUEVES
“ Sacar de su tesoro lo nuevo y lo antiguo ”
según san Mateo 13, 47-53
En aquel tiempo, dijo Jesús al gentío: «El reino de los cielos se parece también a la red que echan en el mar y recoge toda clase de peces: cuando está llena, la arrastran a la orilla, se sientan y reúnen los buenos en cestos y los malos los tiran.
Lo mismo sucederá al final de los tiempos: saldrán los ángeles, separarán a los malos de los buenos y los echarán al horno de fuego. Allí será el llanto y el rechinar de dientes.
¿Habéis entendido todo esto?». Ellos le responden: «Sí».
Las palabras y los gestos de Jesús, nacidas de su experiencia de hijo, sin mudar una letra o una coma, (Mt 5,17-18) iluminaron el sentido del Antiguo Testamento desde dentro e iluminaron por dentro toda la sabiduría acumulada del doctor de la Ley. Dios mismo, que parecía tan distinto y severo, adquirió los rasgos de un Padre bondadoso de gran ternur
Él les dijo: «Pues bien, un escriba que se ha hecho discípulo del reino de los cielos es como un padre de familia que va sacando de su tesoro lo nuevo y lo antiguo». Cuando Jesús acabó estas parábolas, partió de allí.
MIERCOLES
“ El reino de los Cielos se parece a un tesoro escondido ”
según san Mateo 13,44-46
En aquel tiempo, dijo Jesús al gentío: «El reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en el campo: el que lo encuentra, lo vuelve a esconder y, lleno de alegría, va a vender todo lo que tiene y compra el campo.
Una buena familia es un tesoro; un buen amigo es un tesoro; una pareja de enamorados es un tesoro; un matrimonio ilusionado es un tesoro. Estas personas nos ayudan a crecer, a ver la vida de otra manera, a saber, disfrutar de esta vida.
El reino de los cielos se parece también a un comerciante de perlas finas, que al encontrar una de gran valor se va a vender todo lo que tiene y la compra».
Encontrar el tesoro es encontrar la ilusión, la alegría, las ganas de trabajar, las ganas de vivir. Yo no puedo entender el cristianismo como un peso, una obligación o una ascética. Quiero vivirlo como una “mística”, como una atracción, como una seducción.
MARTES
“ Señor, explícanos la parábola ”
según san Mateo 13, 36-43
En aquel tiempo, Jesús dejó a la gente y se fue a casa. Los discípulos se le acercaron a decirle: «Explícanos la parábola de la cizaña en el campo».
Él les contestó: «El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre; el campo es el mundo; la buena semilla son los ciudadanos del reino; la cizaña son los partidarios del Maligno; el enemigo que la siembra es el diablo; la cosecha es el final de los tiempos y los segadores los ángeles.
No hay dos campos distintos: uno para el trigo y otro para la cizaña. El trigo y la cizaña crecen juntos en el campo de mi propio corazón. ¿Quién es capaz de decir que él es trigo puro sin mezcla de cizaña?
Lo mismo que se arranca la cizaña y se echa al fuego, así será al final de los tiempos: el Hijo del hombre enviará a sus ángeles y arrancarán de su reino todos los escándalos y a todos los que obran iniquidad, y los arrojarán al horno de fuego; allí será el llanto y el rechinar de dientes.
Entonces los justos brillarán como el sol en el reino de su Padre. El que tenga oídos, que oiga».
LUNES
“ Mi cáliz lo beberéis ”
En el evangelio de hoy que se nos propone en esta festividad es el famoso diálogo de la madre de Santiago y Juan con Jesús acerca del futuro de sus hijos.
según san Mateo 20, 20-28
En aquel tiempo, se acercó a Jesús la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos y se postró para hacerle una petición.
Él le preguntó: «¿Qué deseas?». Ella contestó: «Ordena que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda».
Pero Jesús replicó: «No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber el cáliz que yo he de beber?». Contestaron: «Podemos».
El futuro de los de los seguidores de Jesús es simplemente beber su mismo cáliz, es decir, el cáliz de la salvación, beber la misma suerte que Jesús.
Él les dijo: «Mi cáliz lo beberéis; pero sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo, es para aquellos para quienes lo tiene reservado mi Padre».
Jesús aprovecha la provocación de la madre de Santiago y de Juan para enseñar a sus discípulos cuál debe de ser la regla de gobierno entre ellos: No es la imposición, la autoridad de la tiranía, sino la autoridad del servicio, de la inocencia.
Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra los dos hermanos. Y llamándolos,
Jesús les dijo: «Sabéis que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen. No será así entre vosotros: el que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor, y el que quiera ser primero entre vosotros, que sea vuestro esclavo.
Igual que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido sino a servir y a dar su vida en rescate por muchos».
Santiago bebió hasta la última gota que fue el martirio.
La sangre de Santiago, la vida de Santiago, es una sangre que ha sido derramada según la regla de gobierno enseñada por Jesús: el que quiera ser poderoso que se haga servidor. La regla del servicio es sangre derramada, plenitud de vida desgastada, amargura llena de dulzura… es vida y muerte… es la regla del Amor.
DOMINGO
“ Padre, santificado sea tu Nombre, venga tu Reino… ”
según San Lucas 11, 1-13
Él les dijo: cuando oréis, decid: “Abbá”. Este texto es sumamente importante para nosotros porque nos sitúa en la verdadera oración. Jesús ha estado orando. Lo que nos transmite es parte de su propia experiencia.
Una vez que estaba Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: «Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos». Él les dijo: «Cuando oréis, decid: “Padre, santificado sea tu nombre, venga tu reino, danos cada día nuestro pan cotidiano, perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe, y no nos dejes caer en tentación”».
Y les dijo: «Suponed que alguno de vosotros tiene un amigo, y viene durante la medianoche y le dice:
“Amigo, préstame tres panes, pues uno de mis amigos ha venido de viaje y no tengo nada que ofrecerle”; y, desde dentro, aquel le responde: “No me molestes; la puerta ya está cerrada; mis niños y yo estamos acostados; no puedo levantarme para dártelos”; os digo que, si no se levanta y se los da por ser amigo suyo, al menos por su importunidad se levantará y le dará cuanto necesite.
Pues yo os digo a vosotros: pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá; porque todo el que pide recibe, y el que busca halla, y al que llama se le abre.
¿Qué padre entre vosotros, si su hijo le pide un pez, le dará una serpiente en lugar del pez? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? Si vosotros, pues, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos,
¿ cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que le piden?».
Siglos XI, XII y parte del XIII
Padre nuestro que aquí te encuentras, santifica nuestras actitudes para que podamos santificar tu nombre.
Venga hacia nosotros tu riqueza interior y tu ejemplo de bondad.
Que tu voluntad, sea la nuestra y que sepamos valorar a nuestro hermano, sin fijarnos en su color o circunstancias que le rodean.
El pan nuestro de cada día, sea compartido en tantas partes cuanto fueran necesarias, para que podamos alimentar a nuestro hermano más hambriento y falto de atención.
Perdona nuestras flaquezas, y las tantas veces en que la vanidad gritó más alto que la espiritualidad.
No permitas que yo continúe clavado a los valores materiales y llévanos a la construcción de un nuevo mundo, donde el amor sea la única bandera.
Que yo sepa entender que la cruz que en mis hombros pesa tanto, es el precio de mi aprendizaje, y que todas las veces que yo mire a mi alrededor y no te encuentre, sepa que es porque Tú me cargas en tus brazos sin yo darme cuenta.
Que yo no te culpe por mi sufrimiento, o por la insatisfacción, y que aprenda a encontrar un camino de luz y verdad en todas las preguntas e indecisiones.
Líbrame del egoísmo, la falta de perdón y de solidaridad, que me impiden ser mejor.
Cúbreme con tu mano para que yo pueda ser siempre un ejemplo de bondad y un camino de luz.. ¡Gracias Padre!
SÁBADO
“ Yo soy la vid, vosotros los sarmientos ”
Hoy el Evangelio nos habla de la «vid y los sarmientos» para expresarnos la relación vital existente entre Jesús y el creyente, entre la Palabra de Jesús y el que la acepta como propia.
según san Juan 15, 1-8
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador. A todo sarmiento que no da fruto en mí lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto.
El labrador cuida con gran atención y cariño sus viñas para que no se deterioren y arruinen. Dios cuida de nosotros, pero debemos dejar que nos atienda, que nos «pode», que corte sarmientos inútiles. Si no le dejamos actuar, si nos desentendemos de él, quedaremos arruinados. Seremos como esos sarmientos que, desgajados de la cepa, se secan y solamente sirven para ser quemados.
Vosotros ya estáis limpios por la palabra que os he hablado; permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada.
Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden.
La unión con Cristo es indispensable para dar fruto.¡ Es imposible ser eficaces cristianamente si no estamos unidos a él! Ser cristiano exige vivir unido a Cristo. Sin esta unión de amistad seremos miembros secos en su Comunidad, en su Iglesia: «el que permanece en Mí y yo en él, ése dará mucho fruto». Por eso el Señor afirma que «sin Mí no podéis hacer nada».
Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que deseáis, y se realizará. Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante; así seréis discípulos míos».
Todo sarmiento que en mí no da fruto, lo corta, y todo el que da fruto, lo poda, para que dé más fruto. El sarmiento podado llora savia; parece que se le va la vida. Pero todo viñador sabe que esa es la manera de que dé más fruto. El instrumento mejor de una buena poda es la Palabra de Dios. Palabra de Dios, savia de nuestra oración primero, para luego ser savia de vida.
VIERNES
“ Ve a mis hermanos y diles ”
san Juan 20, 1-2. 11-18
Como siempre, Dios nos primerea, nosotros buscamos y Él nos sale al encuentro. María Magdalena no se encontró con el Señor, fue Él quien salió a su encuentro. Aquí también, como la esposa del Cantar, al final la amada se encuentra con el Amado.
El primer día de la semana, María la Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro.
Echó a correr y fue donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo: «Se han llevado del sepulcro al señor y no sabemos dónde lo han puesto».
Estaba María fuera, junto al sepulcro, llorando. Mientras lloraba, se asomó al sepulcro y vio dos ángeles vestidos de blanco, sentados, uno a la cabecera y otro a los pies, donde había estado el cuerpo de Jesús.
María Magdalena es, por lo tanto, prototipo para los que caminamos a la luz de la fe, de alma que busca a Cristo y no tiene otra cosa para ofrecer que las lágrimas del amor.
Ellos le preguntan: «Mujer, ¿por qué lloras?». Ella les contesta: «Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto».
Dicho esto, se vuelve y ve a Jesús, de pie, pero no sabía que era Jesús. Jesús le dice: «Mujer, ¿por qué lloras?, ¿a quién buscas?».
Ella, tomándolo por el hortelano, le contesta: «Señor, si tú te lo has llevado, dime dónde lo has puesto y yo lo recogeré».
Jesús le dice: «¡María!». Ella se vuelve y le dice: «¡Rabboni!», que significa: «¡Maestro!».
Jesús le dice: «No me retengas, que todavía no he subido al Padre. Pero anda, ve a mis hermanos y diles: “Subo al Padre mío y Padre vuestro, al Dios mío y Dios vuestro”».
Que nuestros ojos Señor, sean capaces de reconocerte en quien nos rodea y como Maria nos volvamos al oír tu voz, y al llamarnos por nuestro nombre ojalá que exultemos de alegría cómo lo hizo ella ante tu presencia
María la Magdalena fue y anunció a los discípulos: «He visto al Señor y ha dicho esto».
Este mandato “Ve y Diles” la convierte en la Apóstol de los Apóstoles. Y de esto aprendemos los cristianos que no podemos quedarnos en una piedad intimista; lo que hemos visto y oído, lo debemos anunciar; es ese contemplar y dar de lo contemplado, lo que nos distingue como creyentes en Cristo Jesús.
JUEVES
“ Bienaventurados vuestros ojos porque ven ”
según san Mateo 13, 10-17
En aquel tiempo, se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron: «¿Por qué les hablas en parábolas?» Él les contestó: «A vosotros se os han dado a conocer los secretos del reino de los cielos y a ellos no. Porque al que tiene se le dará y tendrá de sobra, y al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene.
Lamentablemente hay hoy día muchos que oyen pero no escuchan; oyen sólo con el oído externo, pero no con el oído interior. También hay muchos que ven, pero no miran. Ven con los ojos del cuerpo, pero no con los ojos del corazón.
Por eso les hablo en parábolas, porque miran sin ver y escuchan sin oír ni entender. Así se cumple en ellos la profecía de Isaías: “Oiréis con los oídos sin entender; miraréis con los ojos sin ver; porque está embotado el corazón de este pueblo, son duros de oído, han cerrado los ojos; para no ver con los ojos, ni oír con los oídos, ni entender con el corazón, ni convertirse para que yo los cure”.
La semilla de la palabra de Dios tiene que encontrar en nosotros una tierra bien labrada, bien regada y bien abonada. Para éstos va dirigida la palabra de Dios en este evangelio.
Pero bienaventurados vuestros ojos porque ven y vuestros oídos porque oyen. En verdad os digo que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis y no lo vieron, y oír lo que oís y no lo oyeron».
Hay que adentrarse en el Misterio de Dios. Un Dios cada vez más grande, más maravilloso, más cercano, más Padre. El acceso al Misterio de Dios no lo tienen los “sabios y entendidos” de este mundo sino la gente humilde y sencilla que, como María de Nazaret, abren de par en par su corazón a Dios, sin poner ningún obstáculo.
MIERCOLELS
“ Salió el sembrador a sembrar ”
Lo más importante de la parábola tal y como fue pronunciada por Jesús está condensado en tres verbos: “salir”, “sembrar”, “cosechar”.
según san Mateo 13,1-9
Aquel día salió Jesús de casa y se sentó junto al mar. Y acudió a él tanta gente que tuvo que subirse a una barca; se sentó y toda la gente se quedó de pie en la orilla.
Jesús tiene recursos pedagógicos para que su menaje lo entendiesen todos a los que se dirigía. Uno de esos recursos son las parábolas. Algunas de ellas de carácter agrícola, dada la sociedad en la que vivió Jesús. Es el caso de la parábola de sembrador, que unos versículos más adelante al pasaje de hoy se la explica a sus discípulos y a nosotros en todos sus puntos. Allí debemos ir.
Les habló muchas cosas en parábolas: «Salió el sembrador a sembrar. Al sembrar, una parte cayó al borde del camino; vinieron los pájaros y se la comieron.
La principal enseñanza de esta parábola es que en la vida de cualquier cristiano entran en juego dos elementos: en primer lugar, la semilla, la palabra de Dios, el mismo Jesús… que, de una manera u otra, llega a sus oyentes, llega hasta nosotros.
Otra parte cayó en terreno pedregoso, donde apenas tenía tierra, y como la tierra no era profunda brotó enseguida; pero en cuanto salió el sol, se abrasó y por falta de raíz se secó.
Otra cayó entre abrojos, que crecieron y la ahogaron.
Otra cayó en tierra buena y dio fruto: una, ciento; otra, sesenta; otra, treinta. El que tenga oídos, que oiga».
En segundo lugar, cada de nosotros. De cada uno de nosotros va a depender que se pierda tan extraordinaria semilla o dé fruto en distinta medida en la cosecha. No defraudemos a Jesús, y acojámosle en nuestro corazón para que dé los frutos que él desea en nuestra vida.
MARTES
“ El que cumple la voluntad de mi Padre, ese es mi hermano ”
según san Mateo 12, 46-50
En aquel tiempo, estaba Jesús hablando a la gente, cuando su madre y sus hermanos se presentaron fuera, tratando de hablar con él.
Uno se lo avisó: «Tu madre y tus hermanos están fuera y quieren hablar contigo».
Jesús está rodeado de gente. La llegada de su familia hace que algunas personas consideren que debe atender a los recién llegados, pues tienen un vínculo especial con él, una cierta jerarquía, unos “derechos” que no tendrían todos esos sencillos discípulos que le están escuchando y que casi acaban de conocerle.
Pero él contestó al que le avisaba: «¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?». Y, extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo: «Estos son mi madre y mis hermanos.
Él quiere crear una familia sin jerarquías, sin gentes más importantes que otras, con más derechos que otras… su familia es circular, no jerárquica. Todos iguales, en torno a una mesa que se comparte. Iguales por “abajo”, desde nuestra condición de creaturas, pero también ¡iguales por “arriba”!, asumidos por Él, participes de su vida, hermanos, hermanas, madres… con capacidad para hacerle presente en el mundo.
El que haga la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ese es mi hermano y mi hermana y mi madre».
LUNES
“ Queremos ver un signo tuyo ”
según san Mateo 12, 38-42
En aquel tiempo, algunos escribas y fariseos dijeron a Jesús: «Maestro, queremos ver un milagro tuyo».
Los que fueron capaces de ver la mano de Dios en Jonás y en Salomón, los escribas y fariseos, no ven el gran signo de Jesús que es más que Jonás y más que Salomón.
Él les contestó: «Esta generación perversa y adúltera exige una señal; pues no se le dará más signo que el del profeta Jonás. Tres días y tres noches estuvo Jonás en el vientre del cetáceo: pues tres días y tres noches estará el Hijo del hombre en el seno de la tierra. Los hombres de Nínive se alzarán en el juicio contra esta generación y harán que la condenen; porque ellos se convirtieron con la proclamación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás.
Jesús no se anda con medias tintas y les lanza esa respuesta: el signo de Jonás: que es, por un lado, la Pasión, Muerte y Resurrección y, por otro, la Conversión de los alejados mediante la penitencia.
No hay otro signo que un hombre que se hace cargo de la dura realidad de la condición humana, un hombre que muere.
Cuando juzguen a esta generación, la reina del Sur se levantará y hará que la condenen, porque ella vino desde los confines de la tierra, para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón».
DOMINGO
“ Sólo una cosa es necesaria ”
En aquel tiempo, entró Jesús en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa.
Marta representa una forma de vivir: “te preocupas y te agitas por muchas cosas; y hay necesidad de pocas
Marta ¿de qué te sirve acoger a Jesús si no te paras a escucharlo?
Te has quedado a medio camino. Lo has llevado a tu casa, pero no a tu corazón ¿y si Él no venía a pedirte, sino a darte?: "Andas inquieta y nerviosa...." Párate, mujer, y pregúntale a Jesús qué ha venido a decirte.
Marta ¡si supieras cuántas cosas podría decirte Jesús! Hoy está ahí, delante de ti, hecho Palabra en Jesús. Y tú, enredada en tus mil atenciones al amigo, hechas porque hay que hacerlas pero no le has puesto amor, has perdido un tiempo precioso que deberías emplear en escuchar al Maestro. Tú te lo pierdes, Marta.
Esta tenía una hermana llamada María, que, sentada junto a los pies del Señor, escuchaba su palabra.
María represe nte ala persona humana que tiene necesidad de Dios, que es luz interior de amor y de verdad. Sin amor, hasta la actividades más importantes pierden valor y no dan alegría.
Pero no quieras que se lo pierda también tu hermana: "María, sentada en los pies del Señor, escuchaba su Palabra".
Marta, en cambio, andaba muy afanada con los muchos servicios; hasta que, acercándose, dijo:
«Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola para servir? Dile que me eche una mano».
Respondiendo, le dijo el Señor: «Marta, Marta, andas inquieta y preocupada con muchas cosas; solo una es necesaria. María, pues, ha escogido la parte mejor, y no le será quitada».