YA ES SEMANA SANTA

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domingo, 18 de julio de 2021

SEMANA XV DEL TIEMPO ORDINARIO

SÁBADO

“ La caña cascada no la quebrará ”




según san Mateo 12, 14-21. 

En aquel tiempo, al salir de la sinagoga, los fariseos planearon el modo de acabar con Jesús.

Los fariseos buscan a Jesús para matarle. Jesús, a pesar de todo, sigue su camino: predica, cura y da esperanza al pueblo. Nosotros, si nos sentimos amenazados de muerte, ya no tenemos ganas de nada, sino buscar el modo de liberarnos.

 Pero Jesús se enteró, se marchó de allí y muchos lo siguieron. Él los curó a todos, mandánds que no lo descubrieran. 

Nos preguntamos: ¿De dónde le venía a Jesús esa fuerza interior para no hundirse, para seguir trabajando como si nada le ocurriese? De la palabra de Dios,

 Así se cumplió lo dicho por medio del profeta Isaías: «Mirad a mi siervo, mi elegido, mi amado, en quien me complazco. Sobre él pondré mi espíritu para que anuncie el derecho a las naciones.

.La clave para entender a Jesús es su padre Dios. Se siente amado del Padre y le basta. Frente a la actitud de los enemigos que disfrutan haciendo el mal, Jesús disfruta “haciendo el bien”. Y no sólo hace el bien, sino que el bien “lo hace muy bien”. “No grita, no vocifera”, no quiere aplausos ni alabanzas, sino “la complacencia del Padre en el silencio”

 No porfiará, no gritará, nadie escuchará su voz por las calles. 

 La caña cascada no la quebrará, la mecha vacilante no lo apagará, hasta llevar el derecho a la victoria; en su nombre esperarán las naciones».

Ya sabe que el hombre es eso: “Una caña cascada” (Pascal). Por eso precisamente busca, cuida, mima, nuestra fragilidad. “No apaga la mecha humeante”. 
Ya sabe que nosotros no podemos presumir de ser “hogueras llameantes”; pero nos respeta y nos ama “como pequeñas lamparitas de barro”. Esa brizna de verdad, de respeto, de justicia, de libertad, de amor, que aparece en nosotros, Él la cuida, la fomenta, esté donde esté y venga de donde venga.



VIERNES

“ Quiero misericordia y no sacrificio ”



Según san Mateo 12,1-8 

El sábado, hecho para consagrar un tiempo a Yavé, se convirtió en instrumento de esclavitud al no poder ni siquiera hacer el bien. Jesús quiso descubrir el significado profundo de estas instituciones (Ley, sábado, Templo) al decir que “Él está por encima del Templo y es Señor del Sábado” Por eso, siempre que en el evangelio estas instituciones entran en conflicto con el hombre, Jesús estará a favor del hombre y no a favor de las instituciones.

En aquel tiempo, atravesó Jesús en sábado un sembrado; los discípulos, que tenían hambre, empezaron a arrancar espigas y a comérselas. 

 Los fariseos, al verlo, le dijeron: «Mira, tus discípulos están haciendo una cosa que no está permitida en sábado». 

 Les replicó: «¿No habéis leído lo que hizo David, cuando él y sus hombres sintieron hambre? Entró en la casa de Dios y comieron de los panes de la proposición, cosa que no les estaba permitida ni a él ni a sus compañeros, sino sólo a los sacerdotes. ¿Y no habéis leído en la ley que los sacerdotes pueden violar el sábado en el templo sin incurrir en culpa? 

 Pues os digo que aquí hay uno que es más que el templo. Si comprendierais lo que significa "quiero misericordia y no sacrificio", no condenaríais a los inocentes.

 Porque el Hijo del hombre es señor del sábado».



Señor, dame la sensatez necesaria para saber distinguir lo esencial de lo accidental.


JUEVES

“ Venid a mí todos los que estáis cansados ”

La tradición ha puesto a Jesús muchos títulos: el Mesías, el Señor, el Hijo del Hombre…pero la gente sencilla que acudía a Jesús cuando caminaba por las calles de Palestina le llamaría así “Jesús, el quita pesos”; “Jesús el quita cargas”

según san Mateo 11,28-30

 En aquel tiempo, tomó la palabra Jesús y dijo: «Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. 

Porque todo el que se acercaba a Jesús notaba que su vida se aliviaba, se aligeraba. Jesús se dedicaba a eso: a curar, sanar, aliviar, levantar, animar.

Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas.

No cabe duda de que Jesús disfrutaba haciendo el bien. Jesús quiere que evitemos el mal, porque nos hace sufrir: y nos dediquemos a aliviar la vida de los que llevan cargas demasiado pesadas que no pueden soportar. Porque hay ocasiones en las que a todos “nos pesa la vida”. 

 Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera».


Acudir a Jesús. En realidad, sólo descansamos cuando estamos con las personas que nos quieren. Y Jesús, el hombre del amor, el que vive henchido de la ternura del Padre, quiere que nos acerquemos a Él porque sabe que sólo en Él está nuestro verdadero descanso.

MIÉRCOLES

“ Se las has revelado a la gente sencilla ”



según san Mateo 11,25-27 

En aquel tiempo, tomó la palabra Jesús y dijo: «Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a los pequeños. 

En el Evangelio de hoy, el Señor nos da ejemplo de agradecimiento para que nosotros vivamos con la misma actitud. ¡Cuántos motivos tenemos para dar gracias a Dios! (detente un poco en la oración personal de hoy y aprovecha para ser agradecido con Él, piensa cuantos dones, acontecimientos, situaciones, personas… son una bendición y lo ves como normal porque gozas de ellos, aprovecha para darle gracias)¡

Cuántas muestras recibimos de su amor! Qué diferente sería nuestra vida si gastáramos cada momento valorando lo que tenemos y diéramos gracias a Dios por todo lo que permite en nuestra vida, fácil o difícil, gozoso o arduo. Dios es bondadoso. Dios es rico en ternura. Dios es Padre. Dios es misericordioso.

Si, Padre, así te ha parecido bien. Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar».



Cuántas muestras recibimos de su amor! Qué diferente sería nuestra vida si gastáramos cada momento valorando lo que tenemos y diéramos gracias a Dios por todo lo que permite en nuestra vida, fácil o difícil, gozoso o arduo. Dios es bondadoso. Dios es rico en ternura. Dios es Padre. Dios es misericordioso.

MARTES

“ ¡Ay de ti Corozain, ay de ti Betsaida! ”




según san Mateo 11,20-24 

En aquel tiempo, se puso Jesús a recriminar a las ciudades donde había hecho la mayor parte de sus milagros, porque no se habían convertido: «¡Ay de ti, Corozaín, ay de ti, Betsaida! 

Si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que en vosotras, hace tiempo que se habrían convertido, cubiertas de sayal y ceniza. 

 Pues os digo que el día del juicio les será más llevadero a Tiro y a Sidón que a vosotras. 

 Y tú, Cafarnaún, ¿piensas escalar el cielo? Bajarás al abismo. 

 Porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que en ti, habría durado hasta hoy. Pues os digo que el día del juicio le será más llevadero a Sodoma que a ti».


LUNES

“ No es digno de mí ”



según san Mateo 10, 34-11,1 

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles: «No penséis que he venido a la tierra a sembrar paz; no he venido a sembrar paz, sino espada. 

He venido a enemistar al hombre con su padre, a la hija con su madre, a la nuera con su suegra; los enemigos de cada uno serán los de su propia casa. 

jesús quiere asegurarse que los apóstoles tienen plena consciencia del compromiso que implica el aceptar la misión, y lo difícil, conflictiva y peligrosa que va a ser la misma. Ha utilizado toda clase de ejemplos y alegorías, pero antes de concluir, por si no han entendido el alcance de sus palabras, les habla en lenguaje más duro: “No penséis que he venido a la tierra a sembrar paz; no he venido a sembrar paz, sino espadas. He venido a enemistar al hombre con su padre, a la hija con su madre, a la nuera con su suegra; los enemigos de cada uno serán los de su propia casa”.

 El que quiere a su padre o a su madre más que a mí no es digno de mi; el que quiere a su hijo o a su hija más que a mi no es digno de mi; y el que no carga con su cruz y me sigue, no es digno de mi. 

Jesús quiere asegurarse que los apóstoles tienen plena consciencia del compromiso que implica el aceptar la misión, y lo difícil, conflictiva y peligrosa que va a ser la misma.

. El que os recibe a vosotros, me recibe a mí, y el que me recibe, recibe al que me ha enviado; el que recibe a un profeta porque es profeta, tendrá recompensa de profeta; y el que recibe a un justo porque es justo, tendrá recompensa de justo. 

Él no admite términos medios; nos quiere “calientes” o “fríos”, porque los “tibios” no tienen cabida en el Reino (Cfr. Ap 3, 15-16). Ya lo había dicho el anciano Simeón cuando llevaron al Niño a presentar al Templo: “Este niño será causa de caída y de elevación para muchos en Israel; será signo de contradicción”

 El que dé a beber, aunque no sea más que un vaso de agua fresca, a uno de estos pequeños, sólo porque es mi discípulo, en verdad os digo que no perderá su recompensa». 

 Cuando Jesús acabó de dar instrucciones a sus doce discípulos, partió de allí para enseñar y predicar en sus ciudades.

Para enfatizar la radicalidad en el seguimiento que espera de los apóstoles, Jesús lo contrapone a uno de los deberes más sagrados del pueblo judío y del nuestro el amor paterno y el amor filial: “El que quiere a su padre o a su madre más que a mí no es digno de mí; el que quiere a su hijo o a su hija más que a mí no es digno de mí”.

DOMINGO 

“ Ellos salieron a predicar la conversión ”



según San Marcos 6, 7-13 

En aquel tiempo, llamó Jesús a los Doce y los fue enviando de dos en dos, dándoles autoridad sobre los espíritus inmundos. 

Jesús instruye a sus apóstoles que, para poder llevar a cabo su misión en forma efectiva tienen que despojarse de todas las cosas materiales, de todo peso que pueda convertirse un lastre para el Camino:

Les encargó que llevaran para el camino un bastón y nada más, pero ni pan, ni alforja, ni dinero suelto en la faja; que llevasen sandalias, pero no una túnica de repuesto. 

Jesús no condena las posesiones materiales, especialmente aquellas que son producto del trabajo bendecido por Él. Lo que Jesús condena reiteradamente es el “apego” a esas posesiones que nos impide “dejarlo todo” para seguirle ,

Y añadió: «Quedaos en la casa donde entréis, hasta que os vayáis de aquel sitio. 

aquellas cosas que nos impiden amar al Señor nuestro Dios “con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma, con todas nuestras fuerzas, y con toda nuestra mente.

Y si un lugar no os recibe ni os escucha, al marcharos sacudíos el polvo de los pies, en testimonio contra ellos». 

Ellos salieron a predicar la conversión, echaban muchos demonios, ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban.



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