El Año Santo o Año Jubilar Compostelano es un tiempo en el que la Iglesia concede singulares gracias espirituales a los fieles, a imitación de lo que la Biblia dice del año jubilar de los israelitas: Cada 7 años era Año Sabático, en él recuperaba las tierras quien las había vendido por necesidad y los esclavos adquirían la libertad. Cada 50 años era Año Jubilar (Lv, 25).
Jesús dice que Él viene a anunciar un año de gracia del Señor (Lc, 4,16).
La Iglesia Compostelana, con su Año Santo, concede también un especial año de gracia.
El Año Santo Compostelano, momento de máximo apogeo del Camino de Santiago
Son Año Santo Compostelano aquellos en los que el 25 de julio, festividad del martirio del Apóstol Santiago, coincide en domingo.
En ellos, los creyentes pueden conseguir la indulgencia plenaria, quedando completamente absueltos de todos sus pecados.
Con una cadencia de 6, 5, 6 y 11 años, el 25 de julio, fiesta del Apóstol Santiago, cae en domingo.Tiene su origen en 1122, con el Papa Calixto II, confirmado posteriormente por el Papa Alejandro III en la Bula “Regis aeterni” de 1179, confiriéndole perpetuidad.
Cuando esto sucede -14 veces cada siglo- la Iglesia católica tiene la potestad de conceder la indulgencia plenaria -el perdón de todos los pecados- a aquellos fieles que visiten la tumba del Apóstol en la catedral de Santiago, recen alguna oración por las intenciones del papa y reciban los sacramentos de la confesión y la comunión.
También se recomienda, para recibir esta completa absolución divina, asistir a la santa misa.
Son los denominados años jacobeos o años santos compostelanos, detonadores de cientos de peregrinaciones que, a lo largo de la historia, han conducido a caminantes de todos los rincones del mundo hasta la tumba del Apóstol Santiago para «limpiar» sus almas.
El último fue el 2010 y el próximo será el 2021.
La Puerta Santa; 12 meses abierta durante el Año Xacobeo
El Año Jacobeo se inaugura con la ceremonia de apertura de la Puerta Santa la tarde del 31 de diciembre del año anterior, un ritual en el que el arzobispo de Santiago golpea con un martillo de plata tres veces desde el exterior el muro -símbolo de la dureza del Camino- que tapia esta entrada posterior de la catedral ubicada en la plaza de la Quintana.
Así, la comitiva que encabeza la autoridad religiosa pide al Apóstol Santiago permiso para entrar y a continuación, se derriba el muro. Este acceso, el que tradicionalmente utilizan los peregrinos para entrar en el templo, permanece abierto durante los siguientes 12 meses hasta que vuelve a cerrarse el último día del año hasta el siguiente año jacobeo.
Cerrada con una reja, la Puerta Santa, dedicada a San Paio, cuyo monasterio está justo enfrente, fue una de las siete puertas menores de la Catedral de Santiago. Sobre ella se puede ver la figura del apóstol Santiago junto a sus discípulos Teodoro y Atanasio.
A ambos lados de la puerta están situadas 24 estatuas sedentes de apóstoles, patriarcas y profetas, ordenadas en cuatro calles de tres cuerpos a cada lado, todas procedentes del coro románico construido por el maestro Mateo, autor del Pórtico de la Gloria.
También se conoce con el nombre de pórtico del Perdón o puerta de los Veintisiete Sabios. Sin embargo, la puerta que hoy en día utilizan los caminantes no es el acceso santo original, que, orientado hacia el este, simbolizaba el final de la peregrinación y la entrada redentora a una vida nueva.
Cuando se edificó la capilla del Salvador, la Puerta Santa perdió su icónica función al desviarse varios grados a la derecha. A través de la actual, que data del 2004 y ha sido realizada en bronce por el escultor compostelano Suso León, se puede acceder a un pequeño patio.
En él se encuentra la construcción original por la que se entra a la girola del ábside de la catedral, muy cerca del sepulcro del Apóstol.
Indulgencia plenaria también en Villafranca del Bierzo
Actualmente existen cinco lugares en todo el mundo con esta capacidad jubilar, tres de ellos, en España: Santiago de Compostela, Santo Toribio de Liébana, Caravaca de la Cruz, Jerusalén y Roma, donde la indulgencia plenaria se otorga cada 25 años (antes, cada 50 años, hasta que tras Pablo II se redujo a 25).
Además, desde el siglo XVII, en Villafranca del Bierzo, una de las localidades con mayor acervo jacobeo, los peregrinos a Santiago que estén enfermos o que hayan sufrido un accidente grave durante su travesía pueden obtener la indulgencia plenaria en la propia iglesia berciana de Santiago. Para ello, los caminantes deberán atravesar la puerta del Perdón de este templo, que tan solo se abre durante los años santos.
El romero deberá haber recorrido más de 100 kilómetros y acreditar su imposibilidad de continuar camino hasta la capital gallega. Para obtener mediante esta vía la indulgencia plenaria deberá escuchar misa y confesarse.
Requisitos actuales para obtener la indulgencia
Después de modificaciones en las condiciones para conceder esta gracia, estos son los requisitos actuales necesarios para lograr el perdón de los pecados en el Año Jacobeo o Año Santo Compostelano: No es necesario haber llegado caminando hasta la Catedral de Santiago ni completar un determinado número de kilómetros a lo largo del Camino, sino simplemente visitar el templo cualquier día del año santo. Se recomienda entrar por la Puerta Santa y acudir a la misa del peregrino, que se celebra todos los días del año jacobeo a las 12.00 horas en la catedral, pero estos dos requisitos no son obligatorios.
Sí se exige rezar una oración (mejor un padrenuestro o un credo) por las intenciones del Sumo Pontífice romano.
Es necesario confesarse y comulgar, ya sea el mismo día que se entra en el templo compostelano o en los quince días anteriores o posteriores, en cualquier otro lugar.
La indulgencia plenaria puede alcanzarse una vez al día y puede aplicarse por uno mismo o por los fieles difuntos.
La visita del papa a España en 1982 y, sobre todo, el Xacobeo de 1993, con un apoyo decidido por parte de la Xunta de Galicia, volvieron a situar Santiago y el Camino en el mapa.
Desde ese momento el número de romeros no ha parado de crecer y se registraron en el último Año Santo Compostelano, el 2010, un total de 272.135 peregrinos a Compostela, cifra que se ha superado en 2016, estableciendo un nuevo récord, alcanzando los 278.041 visitantes.
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