No saldrás por nuestras calles y plazas de los viejos burgos de Pamplona pero, a buen seguro, que irás radiante y magnánimo por cada una de esas calzadas y rincones que existen en la entraña de todos tus devotos.
No saldrás pero, ten por seguro, que te sentirás rodeado en racimo de flores y oraciones por tantas personas que sueñan con verte, cantarte o simplemente guardar silencio ante tu bella imagen.
No saldrás pero, en esta hora de prueba, sabemos que has sido y eres vacuna que inyecta fuerza y valor en el combate; fe y esperanza ante el decaimiento; ilusión y optimismo frente a la pandemia; futuro y proyectos ante este presente que nos aturde.
No saldrás, San Fermín, sobre el pavés de los hombros por la encrucijada de nuestra querida Pamplona pero, bien sabemos, que marchas firme y bendiciendo en las almas que te miran, te contemplan y rezan con los ojos abiertos del que busca y no desespera.
¿No saldrás? ¡Ya lo haces! Tu capotico nos cobija, tu mano nos bendice, tus ojos nos miran, tus labios nos deleitan la hermosura del cielo y tu cayado nos hace sentir más seguros en este duro camino. ¡Viva San Fermín!
Escrito de Javier Leoz
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