MÁS COSAS DE SAN FERMIN

 Celebrando la Octava de San Fermín has el día 14 de Julio

Navarra tierra de santos

Es un gran motivo de alegría y nos acercamos a su capilla a para que nos  eche una mano, "pidiendo a Dios no perdemos  nada y si Dios nos ayuda podemos ganarlo todo"

Desde si altar nos mira, nos bendice y nos guia.

El nos guia en esta vida y nos da su bendición y hace que de nosotros  desaparezca todo lo negativo y nos mantiene la fe, la alegría, la esperanza, el entusiasmo la devoción a Nuestros Patrones: San Fermín y San Francisco Javier.

Sus ojos

Nos mira con sus ojos que son ojos  de Dios, o mejor, ojos de San Fermín penetraos por la Luz de Dios

Tiene una mirada perdida, dice el párroco, que nunca mira de frente. 

Mira siempre hacia adelante.

Es como si nos dijera, con  mirada tenéis que aprender a mirar a Dios.

Es una mirada eterna

La mano

Su mano derecha es la que nos bendice.

En el mundo en que vivimos, pandemia, enfermedades, tristezas. y más, necesitamos muchas bendiciones,

La bendición poner todo lo que no tenemos. No pidamos en estos momentos cosas que no necesitamos. Pidamos lo que no tenemos, luz, salud, fortaleza, ilusión  y valentía en este duro combate de la vida que nos ha tocado vivir.

Su pecho

La razón de esta imagen, con una reliquia que pertenece a su cuerpo.

Corremos  el riesgo de convertir nuestra fe en reliquias arqueológicas, importancia al templo por su estilo

Pero a nosotros nos  interesa el tesoro del templo, el por que del templo.

Esta capilla se levantó porque había devoción y fervor hace muchos  siglos, primero una y despues esta en 1717.

A nosotros nos interesan los templos porque hay un Cristo. un Jesús que nos anima y ayuda.. En este caso la reliquia de San Fermín es motivo porque nos lleva a Jesús.

Su capote

La largueza de Dios, la mano de Dios, la bendición.

Es la respuesta a la oración nuestra a San Fermín

Que todos nosotros sintamos su mirada, su mano, en el relicario un presente y en su capote todos los detalles que Dios tiene con nosotros, a través de San Fermín el cauce, pero el agua viene de Dios.

Un poco de su vida

En el siglo XII, concretamente el año 1186, cuando Pedro de París, obispo de esta sede, recibió de Amiens unas reliquias del cráneo del mártir es Patrón de Navarra

 Parece que la devoción al santo extendida en aquel tiempo habría llegado de manos de los inmigrantes francos asentados en Pamplona. Su culto se intensificó

 En el siglo XVII, especialmente cuando el clero secular lo contrapuso a la devoción hacia san Francisco Javier, patrocinada por los jesuitas.

 La querella entre “ferministas” y “javieristas” quedó zanjada cuando el papa Alejandro VII proclamó, el 14 de abril de 1657, a san Fermín y a san Francisco Javier copatronos igualmente principales de la provincia española de Navarra. 

San Fermín es también patrono de la diócesis de Pamplona.

Como párroco de San Lorenzo os pido

_ Que bajo el capotico dejéis vuestra penurias y problemas.

_No acallar el rumor de Dios y abiertamente decir que somos cristianos.

Y el Santo sigue vestido con sus mejores galas.

No hay fiestas  pero los devotos de San Fermín seguimos  de fiestas porque Nuestro Patrón recorre las arterias de nuestro cuerpo.

De acuerdo, faltan los encierros, pero no falta ni el calor ni la devoción a Nuestro Patrón.  Continuan las visitas al Santo. Rezan para que el sea mejor la vacuna que  nos infunda  valor, ilusión, esperanza y fe en nuestro caminar.

Se acerca a su Capilla para poner bajo su capotico todas sus necesidades y salen completamente cambiados, los tristes salen alegres, los decaídos salen con fuerzas...

Según cuenta la tradición, san Fermín nació, a mediados del siglo III, en Pamplona –Pompaelo en aquél tiempo-, ciudad romana. En aquél tiempo, en esta región se daba culto a los dioses romanos. De modo que Firmo y Eugenia, junto con sus hijos, ofrecían ofrendas y sacrificios en los altares paganos.

La familia se convierte al cristianismo. En el siglo IV Jesús de Nazaret pasó por Pamplona y San Fermín proclama una gran verdad; Jesús  nace en Belén , muere en Jerusalén pero resucita al tercer día. El centro de la fe cristina es la Resurrección, este gran mesanje se propaga a los cuatro vientos por una ciudad pagana.

Los cristianos de Pamplona entendieron que Jesús erala salud.