En un bello lugar de la Comunidad de Madrid como es la zona natural del monte del Pardo al lado de los reales sitios que allí nos encontramos tenemos otro lugar digno de ser visitado.
El convento de los Padres Capuchinos o convento de Nuestra Señora de los Ángeles (conocido popularmente como el Cristo de El Pardo, por la imagen que allí se venera) es un convento fundado a principios del siglo XVII y regentado desde entonces por la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos.
Se encuentra en el monte de El Pardo, a pocos kilómetros del pueblo del mismo nombre, dentro del término municipal de Madrid (España).
Estamos hablando del Convento de los Padres Capuchinos, un Convento de especial interés artístico e histórico al lado de lugares tan importantes como el Palacio de la Zarzuela entre otros reales sitios de la Familia Real Española.
La imagen que podemos ver de este momasterio es desde el valle del río manzanares ya que el monasterio se encuentra en lo alto de uno de los montes
de
esta zona del Pardo desde donde podemos disfrutar de unas magníficas vistas de todo el entorno maravilloso que rodea a estos Reales Sitios en la Comunidad de Madrid.
También se conoce a este Monasterio como convento de Nuestra Señora de los Ángeles pero popularmente se le llana debido a una popular escultura que hay en su interior como el Cristo del El Pardo.
.
Actualmente tiene como función la de seminario seráfico capuchino y también puede visitarse si eres un viajero que llega a estos lugares con ganas de conocerlos.
HISTORIA
El convento, ubicado en lo alto de una colina y rodeado de pinares y encinares, se fundó bajo los auspicios de la monarquía española, que, desde la Alta Edad Media, mostró un especial interés por el paraje, dada su riqueza cinegética. Se debe al impulso del rey Felipe III, que lo mandó levantar en 1612.
La primera construcción se concibió de un modo completamente provisional. En el año 1615, el arquitecto Juan Gómez de Mora proyectó el edificio definitivo, pero las obras no comenzaron hasta 1638. Se concluyó en 1650, inaugurándose oficialmente el 9 de octubre del citado año.
Esta estructura es la que ha llegado hasta hoy, si bien con importantes transformaciones, acometidas tras los deterioros sufridos durante la Guerra de la Independencia y, posteriormente, la Guerra Civil.
La iglesia del convento, advocada a Nuestra Señora de los Ángeles, quedó derruida con la invasión napoleónica y tuvo que ser reconstruida por completo.
Su planta actual se debe a un diseño de Isidro González Velázquez, ejecutado entre 1830 y 1833.
IGLESIA CON GRANDES VALORES ARTÍSTICOS
El convento destaca principalmente en el terreno de la pintura y de la escultura. Arquitectónicamente, su lugar más sobresaliente es la iglesia, cuyo interior está presidido por un lienzo de Francisco Rizi, una de sus piezas artísticas más relevantes.
En este cuadro, situado en el altar mayor, se representa a Nuestra Señora de los Ángeles, con San Felipe a su derecha y San Francisco a su izquierda.
Hasta el siglo XIX, el convento albergó una importante colección pictórica, de aproximadamente quinientos cuadros, casi todos donaciones reales, que fueron expoliados, en su mayor parte, por las tropas napoleónicas durante la Guerra de la independencia.
A izquierda y derecha de la entrada también vemos dos grandes cuadros. El titulado “San José con Ángeles músicos” fue atribuído por el historiador de Arte Antonio Bonet Correa (La Coruña 1925) a Bartolomé Gonzalez, pero actualmente en la cartela indicativa aparece el nombre de Ángelo Nardi entre signos de interrogación.
En la actualidad, solamente se conservan algunas obras de José de Ribera, Bartolomé González y Lucas Jordán, además del ya citado Francisco Rizi.
Junto al presbiterio hay dos capillas laterales.
A la izquierda contemplamos una deliciosa obra de Ricardo Bellver (Madrid 1825-1924) titulada “Divina Pastora”. Bellver es el autor de la conocida escultura del Ángel caído en el Retiro madrileño.
A la derecha, la Capilla principal
Que acoje a uno de los más impresionantes Cristos yacentes de la imaginería religiosa, obra del gran escultor Gregorío Fernández. El llamado Cristo de El Pardo,
Según la tradición, fue encargada por Felipe III, tras el nacimiento de su heredero. La imagen estuvo originalmente en Valladolid, pero el monarca ordenó trasladarla a su actual emplazamiento en el año 1615, donándola al convento.
Se encuentra en el interior de una urna acristalada, obra del orfebre Félix Granda, costeada, en el siglo XX, por Francisco Franco.
FUNCIÓN ACTUAL
En la fachada de la igleia todavía tiene inscrito "Seminario de Misiones".
Y e que desde 1910 hasta hace pocos años, el convento fue sede del seminario seráfico capuchimo-
También era instituto de secundaria.
Actualmente, el convento es una casa de retiro y acogida con oratorios, zonas de silencio y alojamientos.
Niña María
Hace 1 día
No hay comentarios:
Publicar un comentario