El cirio más importante es el que se enciende en la Vigilia Pascual como símbolo de Cristo–Luz, y que sitúa sobre una elegante columna o candelabro adornado.
Es elaborado con cera de abeja.
El Cirio Pascual es ya desde los primeros siglos uno de los símbolos más expresivos de la Vigilia.
En medio de la oscuridad -toda la celebración se hace de noche y empieza con las luces apagadas-, de una hoguera previamente preparada se enciende el Cirio.
1 Cristo ayer y hoy ; se traza la raya vertical
2 Principio y fin; se traza la línea horizontal
3 Alfa; se traza la letra alfa sobre la línea vertical
4 Y Omega; se traza la letra omega abajo de la línea vertical
5 Suyo es el tiempo; se traza el primer número del año en curso, el el ángulo superior izquierdo de la cruz.
6 Y la eternidad; se traza el segundo número del año en el ángulo superior derecho
7 A él la gloria y el poder; se traza el tercer número del año en el ángulo inferior izquierdo
8 Por los siglos de los siglos. Amen; se traza el cuarto número del año en el ángulo inferior derecho.
Después se incrustan cinco granos de incienso en forna de cruz, mientras se dice:
1 Por sus llagas 2 santas y gloriosas 3 nos protege
4 y nos guarde 5 Jesucristo Nuestro Señor. Amén
y de una hoguera preparada se enciende el cirio diciendo:
Que la Luz de Cristo, que resucita glorioso, disipe las tinieblas del corazón y del espíritu.
Luego se coloca el cirio en la columna o candelabro que va a ser su soporte, y se proclama en torno a él, después de incensarlo, el solemne Pregón Pascual
.El Cirio Pascual estará encendido en todas las celebraciones durante las siete semanas de la cincuentena pascual, al lado del ambón de la Palabra, hasta la tarde del domingo de Pentecostés.
Una vez concluido el tiempo Pascual, conviene que el Cirio se conserve dignamente en el bautisterio.
El Cirio Pascual también se usa durante los bautizos y en las exequias, es decir al principio y el término de la vida temporal, para simbolizar que un cristiano participa de la luz de Cristo a lo largo de todo su camino terreno, como garantía de su definitiva incorporación a Luz de la vida eterna.
HISTORIA
El cirio se encendía con el fuego nuevo y también servía para la bendición de las fuentes bautismales.
Otros atribuyen el origen del cirio pascual a las columnas de cera que Constantino mandaba encender la noche de Pascua y algunos, a la costumbre que había de escribir en un cirio bendito todas las fiestas movibles que dependían de la Pascua.
Más adelante, estas fiestas se escribían en una tira de papel o pergamino que se fija en el cirio como se practica todavía en algunas catedrales.
La sagrada Congregación de Ritos decretó en 19 de mayo de 1607 que se encendiese el cirio pascual los tres días solemnes de Pascua, sábado in albis y todos los otros domingos hasta la Ascensión. La liturgia actual señala que el cirio pascual se enciende durante todas las ceremonias del tiempo de Pascua, es decir, desde la Vigilia Pascual hasta el domingo de Pentecostés, pasados cincuenta días (ocho semanas).
El Cirio Pascual es ya desde los primeros siglos uno de los símbolos más expresivos de la Vigilia.
En medio de la oscuridad -toda la celebración se hace de noche y empieza con las luces apagadas-, de una hoguera previamente preparada se enciende el Cirio.
1 Cristo ayer y hoy ; se traza la raya vertical
2 Principio y fin; se traza la línea horizontal
3 Alfa; se traza la letra alfa sobre la línea vertical
4 Y Omega; se traza la letra omega abajo de la línea vertical
5 Suyo es el tiempo; se traza el primer número del año en curso, el el ángulo superior izquierdo de la cruz.
6 Y la eternidad; se traza el segundo número del año en el ángulo superior derecho
7 A él la gloria y el poder; se traza el tercer número del año en el ángulo inferior izquierdo
8 Por los siglos de los siglos. Amen; se traza el cuarto número del año en el ángulo inferior derecho.
Después se incrustan cinco granos de incienso en forna de cruz, mientras se dice:
1 Por sus llagas 2 santas y gloriosas 3 nos protege
4 y nos guarde 5 Jesucristo Nuestro Señor. Amén
y de una hoguera preparada se enciende el cirio diciendo:
Que la Luz de Cristo, que resucita glorioso, disipe las tinieblas del corazón y del espíritu.
Luego se coloca el cirio en la columna o candelabro que va a ser su soporte, y se proclama en torno a él, después de incensarlo, el solemne Pregón Pascual
.El Cirio Pascual estará encendido en todas las celebraciones durante las siete semanas de la cincuentena pascual, al lado del ambón de la Palabra, hasta la tarde del domingo de Pentecostés.
Una vez concluido el tiempo Pascual, conviene que el Cirio se conserve dignamente en el bautisterio.
El Cirio Pascual también se usa durante los bautizos y en las exequias, es decir al principio y el término de la vida temporal, para simbolizar que un cristiano participa de la luz de Cristo a lo largo de todo su camino terreno, como garantía de su definitiva incorporación a Luz de la vida eterna.
HISTORIA
El cirio se encendía con el fuego nuevo y también servía para la bendición de las fuentes bautismales.
Otros atribuyen el origen del cirio pascual a las columnas de cera que Constantino mandaba encender la noche de Pascua y algunos, a la costumbre que había de escribir en un cirio bendito todas las fiestas movibles que dependían de la Pascua.
Más adelante, estas fiestas se escribían en una tira de papel o pergamino que se fija en el cirio como se practica todavía en algunas catedrales.
La sagrada Congregación de Ritos decretó en 19 de mayo de 1607 que se encendiese el cirio pascual los tres días solemnes de Pascua, sábado in albis y todos los otros domingos hasta la Ascensión. La liturgia actual señala que el cirio pascual se enciende durante todas las ceremonias del tiempo de Pascua, es decir, desde la Vigilia Pascual hasta el domingo de Pentecostés, pasados cincuenta días (ocho semanas).
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