TENGO MIEDO, SEÑOR A que tu barca, la barca de tu Iglesia, me lleve a horizontes desconocidos A que, tu Palabra, veraz y nítida deje al descubierto el “pedro” inseguro de poca fe, desconfiado o débil que habita en mis entrañas.
TENGO MIEDO, SEÑOR De caminar sobre las aguas de la fe De nadar contracorriente De mirarte y estremecerme De hundirme en mis miserias y en mis tribulaciones en mi falta de confianza en las exigencias de caminar contigo.
TENGO MIEDO, SEÑOR De que, en las dificultades, no respondas como yo quisiera Que, en las tormentas, no me rescates a tiempo Que, en la lluvia torrencial, no acudas en mi socorro. Por eso, porque tengo miedo, Señor, mírame de frente, de costado y de lado para que, en mis temores, Tú seas el Señor El Señor que venga en mi rescate. Tú sabes, Señor, que sin Tí me hundo a cada instante. Amén.
La oración y la Eucaristía me hace más fuerte y
A veces tengo muchos miedos pero ....Gracias Señor de todo corazón, amigo que nunca falla, amigo que siempre acompaña.
L
Señor, te doy gracias por tu gran generosidad frente a nuestra flaqueza. Tú sabías lo difícil que es para nosotros la “convivencia”. Por eso nos dejaste tu presencia a la hora de rezar juntos. “Yo estoy en medio”. Si Tú estás en medio de nosotros, nuestra oración será auténtica.
J
DOMINGO XVIII
Necesitamos de Cristo como Pedro cuando siente que se hunde. Ese grito de “Señor, sálvame” es el mismo que pronunciamos cualquiera de nosotros cuando nos damos cuenta de que, sin Dios, nada podemos y que necesitamos de su misericordia para sobreponernos a las limitaciones.
Hoy, Señor, quiero iluminar la lámpara de mi vida con la tuya. “Quiero que tu luz me deje ver la luz” (Sal. 36,9).
La lámpara de mi vida con frecuencia se apaga, si no se deja iluminar por tu Luz. Yo no puedo presumir de ser astro con luz propia; pero no me importa con tal de ser iluminado por Ti, mi Sol, que alumbras siempre y nunca te apagas.
J
V
Servir a los demás sirviendo te primero a Ti Señor, el primero en mi corazón porque en el momento más difícil, en mi cruz o en mi parrilla, te sentí muy cerca de mi... No tengas miedo yo estoy contigo.
S
No quiero la oración superficial de tus discípulos que fue incapaz de curar al muchacho enfermo. Quiero orar con la oración de aquel padre angustiado por el sufrimiento de su hijo. Dame la fuerza de una oración existencial, enraizada en los problemas de la vida real.
DOMINGO XVII
¿DÓNDE ESTÁS, SEÑOR?Que me dicen que, hace un tiempo, te sembraron en mi corazón …y no te encuentro Que pregonan que, en el cielo te hallas, y cuando levanto la vista no te alcanzo Me repiten que, en los destrozos del mundo, es donde especialmente sales a su lado y…..no llego a percibir tu presencia. ¡Dónde estás, Señor! ¿Qué tengo que vender para poder comprarte? ¿Qué tengo que dejar para poder conseguirte? ¿Qué parte de) mi hacienda he de regalar para que, Tú, seas la definitiva riqueza y valor a mi vida?
¡NO ME CONTESTES, SEÑOR! Mis ojos no te ven porque andan distraídos Porque prefieren verse seducidos por el gran capital que el mundo oferta Mis manos disfrutan mucho más cuando acarician los lingotes del oro del bienestar de lo que cuenta y vale en la sociedad del prestigio o del y buena vida…sin mínimo esfuerzo
¡NO ME CONTESTES, SEÑOR!´
¡Demasiado bien sé donde se encuentra tu tesoro! En el silencio En la humildad, Y En la sincedad. Ayúdame, oh Cristo, a no perder el campo de tu tesoro: La fe que es llave para poder amarte y descubrirte El amor que es bono seguro que cotiza en el cielo Mi perfección, para no convertirme en algo vulgar y solitario ¡NO ME CONTESTES, SEÑOR! Soy yo, quien hoy más que nunca, necesito buscarte por mí mismo y ponerte en el lugar que te corresponde: ¡EN EL CENTRO DE MI TODO! Amén
Por ti Señor merece la pena darlo todo. Sin Ti nada soy. Tu eres mucho más que todo el oro.
Tu Señor iluminas todo lo que hago y soy, no dejes que nada ni nadie se interponga en nuestro caminar juntos.
L.
Que he hecho.,que hago y que puedo hacer por Ti Señor.
Señor, te pido que me enseñes a ser humilde. Cuanto más alto se quiere hacer un edificio, más profundos han de ser los cimientos. Y el gran edificio de la vida cristiana y de la santidad sólo se puede edificar sobre los hondos cimientos de la humildad. Señor yo quiero ser pequeño y humilde.
M
Trigo y cizaña crecen juntos, el bien y el mal también crecen junto.
Señor, que tu Palabra sea referente en mi vida de tal manera que se note en mi manera de hablar y actuar. Siembra en mi lo mejor de Ti apartando con fuerza al maligno.
Quiero ser un basó nuevo y al final de mis días mi cosecha esté a punto.
X
Mi encuentro fue tan verdadero que intento Señor vivir para ti y para los demás. Mi vida con las limitaciones son tuya.
J
Me elegiste para enseñar tu vida y tu Palabra. Me siento discípulo tuya cuando mis obras están hechas con el Amor de Cristo.
Intento Señor pertenecer al grupo de los peces Buenos.
V.
Los sacerdotes hombres de Dios defender su labor y su entrega. Rezar por ellos.
Soy tentado Señor. Pero solo quiero seguirte y adorarte a Ti. Se que el maligno me tienta poor el fan de superación......que nunca, nunca, nada ni nadie me aleje de Ti.
S
Señor si no obro como Juan, recordando que hay actos en si mismo malos, que ofenden a Dios, es porque tengo dentro un Herodes que de vez en cuando actua en mi.
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