SÁBADO
“ No necesitan médico los sanos... ”
VIERNES
“ ¿Por qué tus discípulos no ayunan? ”
según san Mateo 9, 14-15
Jesús, que admira mucho a Juan y se ha entristecido enormemente con su muerte, no quiere que el cristiano sea un seguidor de Juan sino seguidor suyo. “Juan ni comía ni bebía, pero el hijo del Hombre “come y bebe”.
En aquel tiempo, los discípulos de Juan se le acercan a Jesús, preguntándole:
«¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos a menudo y, en cambio, tus discípulos no ayunan?».
Diríamos que si Juan Bautista es un asceta que vive solo en el desierto, el Hijo del Hombre es “un místico” que convive con la gente. Cristo no quiere llenar su evangelio de “rigor” sino de “amor”.
Jesús les dijo: «¿Es que pueden guardar luto los amigos del esposo, mientras el esposo está con ellos?
. Y aquel que ama y se deja amar está siempre en fiesta.
Llegarán días en que les arrebatarán al esposo, y entonces ayunarán».
Los cristianos del siglo XXI tenemos una asignatura pendiente: Estamos acostumbrados a estudiar a Jesús, a trabajar por Jesús, incluso a sufrir por Jesús…Pero no estamos acostumbrados a disfrutar con Jesús.
JUEVES
“ El que pierda su vida por mi causa la salvará ”
Ayer hemos empezado la Cuaresma. Hasta ahora la liturgia diaria seguía el evangelio de Marcos, paso a paso.
A partir de ayer y hasta el día de Pascua, la secuencia de las lecturas diarias será dada por la tradición antigua de la cuaresma con sus lecturas propias.
según san Lucas 9, 22-25
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
El texto de hoy habla de pasión, muerte y resurrección de Jesús y con ello afirma que el seguimiento del Señor implica cargar con la cruz
«El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer día».
Jesús en este Evangelio deja bien claro que para él no hay medias tientas: la invitación es a negarse a sí mismo y a tomar la cruz para seguirle.
Entonces decía a todos: «Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz cada día y me siga.
La Cruz no es un episodio de la vida. Toda la vida debe quedar impregnada del sentido de la Cruz. Aquí no se nos pide que carguemos con la Cruz pesada de Jesús, pero sí debemos construir la Cruz con las mil y mil astillas de cosas que nos molestan, que nos hacen sufrir cada día.
Pues el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa la salvará. ¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero si se pierde o se arruina a sí mismo?».
Hoy se nos invita a reconocer como toda la vida de Jesús se encuentra orientada a la opción por el Reino de Dios y como sus acciones provocaban también disgusto y oposición, lo que trajo sus consecuencias. No obstante, Jesús no se apartó del camino emprendido… hoy nos exhorta a caminar con él.
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