CARBONERAS
El Convento del Corpus Christi está administrado por las monjas de la Orden Jerónima y se encuentra en la Plaza del Conde de Miranda. Si por algo destaca es porque nunca ha tenido que ser reformado y mantiene el mismo estado que en el momento de su construcción.
Fue fundado en 1607 por Beatriz Ramírez de Mendoza, dama de la Reina Ana de Austria. La primera abadesa fue sor Juana del Corpus Christi, hija de la fundadora, y también profesó aquí su madre. Ambas recibieron sepultura en el coro.
El sobrenombre de ‘Carboneras’ viene a raíz de una historia en la que unos niños que jugaban en la calle portaban una imagen de la Virgen Inmaculada que el padre de uno de ellos encontró en una carbonera. Fray José Canalejas, al darse cuenta de que era una imagen de la Virgen, se la compró a los niños por pocos reales y el lienzo fue acogido desde entonces en el convento del Corpus Christi. Hoy en día se encuentra en uno de los retablos barrocos de la iglesia.
En su interior destaca el retablo mayor, con clara influencia al de la basílica de El Escorial de los Leoni, obra del escultor Antón de Morales. En el centro de dicho retablo se encuentra el lienzo de la Última Cena realizado por Vicente Carducho.
CUADRA DE SAN ISIDRO
La Capilla de la Cuadra de San Isidro es una pequeña capilla de advocación a San Isidro Labrador que según cuenta la tradición popular era la cuadra (Caballeriza) donde guardaba los bueyes de la labranza. Lugar donde posiblemente durmiera en algunas ocasiones, como corresponde a la costumbre de los campesinos. La cuadra era mayorazgo propiedad de la familia Vargas, señores de San Isidro.
La primera capilla data del siglo XVII por iniciativa de Juan Antonio López de y Diego de Vargas. De esta capilla primigenia no quedan restos. La casa en la que se encuentra la capilla perteneció al Marqués de Villanueva de la Sagra. A pesar de sufrir el derribo la iglesia, el pueblo de Madrid recamó la existencia de la capilla-cuadra como lugar de culto.
En el año 1859 se construye en el interior del edificio del Marqués la capilla que puede visitarse a comienzos del siglo XXI.
La capilla, que se encuentra en el Pretil de Santiesteban, se abre únicamente un día al año: el 15 de mayo, festividad de San Isidro.
DESCALZAS REALES
En el solar donde hoy se encuentra el Monasterio de las Descalzas reales, antiguamente se erigía un palacio que sirvió como residencia temporal de diferentes reyes de la historia de España. En el S. XVI pertenecía al tesorero imperial Alonso Gutiérrez de Madrid y en más de una ocasión dio cobijo al emperador Carlos I. En esta casa nacieron varios de sus hijos, entre ellos Juana.
Juana de Austria, princesa de Castilla, estaba casada con Juan Manuel, príncipe de Portugal; quedó viuda joven y su hermano el rey Felipe II la reclamó para darle el cometido de Gobernadora del Reino. Ella fue la fundadora del Monasterio que se inauguró en 1559.
La iglesia se atribuye a Juan Bautista de Toledo, por lo menos la fachada clásica. Fachada trabajada en piedra y ladrillos. De dos cuerpos, con un tramo frontal de piedra donde está el gran portón de madera rematado por un frontón sobre el cual, labrado en piedra, el escudo de Juana de Austria. El interior de la iglesia sin embargo se ha atribuido al arquitecto Francesco Paciotto. Consta de una nave cubierta por una bóveda de cañón y dividida en tres tramos. Parece que parte del altar mayor, el coro y la sacristía serían obras de un tercer arquitecto, Juan Gómez de Mora. Todo se ubica cronológicamente de la segunda mitad del siglo XVI a principios del XVII. Ya en el siglo XVIII, la iglesia fue renovada por Diego de Villanueva.
El retablo mayor original habría sido de Gaspar Becerra pero desapareció en un incendio, junto con muchas otras importantes obras que se conservaban en la iglesia, en 1862. El retablo que preside hoy la iglesia procede del antiguo Noviciado de los jesuitas. Realizado con mármoles y bronce dorado. Los relieves laterales se encargaron a José Bellver y Collazo, y representan a distintos santos. También se encargó el ático con la Asunción de la Virgen por esta época, XIX.
En el centro, un relieve con la apoteosis de San Francisco. En los laterales del presbiterio, veremos dos grandes lienzos que representan a Maria de Austria y a su hermana Juana. Sustituyen a los originales de Pantoja de la Cruz. La bóveda estaba pintada por frescos, obra de los hermanos Velázquez.
En uno de los laterales del presbiterio encontraremos una pequeña capilla del siglo XVII diseñada por Juan Bautista Crescenti. En ella se encuentra el sepulcro de la fundadora del Monasterio, doña Juana de Austria, con su estatua orante, que se ha relacionado con las de El Escorial y por tanto se ha atribuido a Pompeyo Leoni, a pesar de que en la documentación que se conserva se atribuye su encargo a Jacobo de Trezzo.
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1º MONASTERIO VISITACIÓN
En 1883 Doña María del Rosario Wall de Fernández de Córdoba sufraga la construcción de un nuevo monasterio para la Orden de la Visitación tras su expulsión en 1870 de su primer monasterio, actual Tribunal Supremo e iglesia de Santa Bárbara.
Las obras fueron llevadas a cabo por el arquitecto Francisco de Cubas destacando la iglesia del convento en el eje central del conjunto. La preeminencia del templo se ve acentuada, además, por la inclusión de una serie de elementos góticos que contrastan con la sobriedad del monasterio, como la alta torre central que destaca en la fachada.
En la iglesia de planta de cruz latina destacan las tracerías de los ventanales, las bóvedas de crucería, el cimborrio sobre trompas y, sobre todo, las bellas tribunas laterales, apoyadas sobre arcos escarzanos y cerradas con celosías.
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