TERCER TORNEO
LA ENCARNACIÓN
El Real Monasterio de la Encarnación es un convento de monjas agustinas recoletas ubicado en Madrid (España). La institución, a la que pertenecieron damas de la alta nobleza, fue fundada por la reina Margarita de Austria, esposa de Felipe III, a comienzos del siglo XVII.
Debido a las colecciones artísticas que alberga es, junto con las Descalzas Reales, uno de los templos más destacados de la ciudad. Fue construido entre 1611 y 1616, aunque reformado varias veces posteriormente.
La gran impulsora de la creación del monasterio fue la reina Margarita, razón por la cual el monasterio era conocido entre la gente de la ciudad como las Margaritas. La historia cuenta que el motivo de la construcción fue perpetuar el recuerdo y la conmemoración de un hecho histórico: la ordenanza hecha por el rey Felipe III, su esposo, de la expulsión de los moriscos que aún quedaban en Madrid.
En el siglo XVIII fue reformado el interior de la iglesia por Ventura Rodríguez, quien se encargó de su decoración, junto con otros pintores y escultores neoclásicos, con nuevos retablos y varios lienzos importantes.
La parte arquitectónica está labrada en jaspes, mármoles y bronces dorados. A lo largo de toda la nave pueden verse una serie de lienzos con el tema de la vida de san Agustín, que se complementan con los frescos de la bóveda de la capilla mayor, obra de Francisco Bayeu.
En el centro del retablo mayor puede verse el cuadro de La Anunciación de Vicente Carducho, enmarcado por sendos pares de columnas corintias, y a ambos lados las imágenes de San Agustín y su madre Santa Mónica, del estilo de Gregorio Fernández.
El tabernáculo es una obra maestra de Ventura Rodríguez. Las pequeñas estatuas de los Santos Doctores que lo adornan son obra de Isidro Carnicero, lo mismo que el relieve del Salvador que tiene la puertecita.
El monasterio posee una importante colección de pintura y escultura destacando las obras de Lucas Jordán, Juan van der Hamen, Pedro de Mena, José de Mora (Dolorosa), y Gregorio Fernández (Cristo Yacente y Cristo atado a la columna).
SAN PASCUAL
El Monasterio e Iglesia de la Inmaculada y San Pascual, conocido simplemente como Iglesia de San Pascual está en el número 11 del Paseo de Recoletos de Madrid.
El edificio fue proyectado en 1865 por Juan José de Urquijo y construido a partir de 1866.
El primitivo cenobio de la Inmaculada y San Pascual, constituido en 1683, fue una de las últimas fundaciones conventuales del prolífico siglo XVII madrileño. Su benefactor, Juan Gaspar Enríquez de Cabrera, almirante de Castilla y duque de Medina de Rioseco, quiso fundar en unos terrenos colindantes a su palacio, en el lado occidental de Recoletos, un convento de religiosas franciscanas de la reforma de San Pedro de Alcántara, procurando una generosa ayuda para el mantenimiento de la institución, que debía ser asumida por sus descendientes.
El convento fue constituido por una comunidad de clarisas traídas desde de Almonacid de Zorita, que fueron instaladas en las dependencias palaciegas del duque hasta que se ultimara el inmueble ex profeso
En 1836, tras la desamortización de Mendizábal, las religiosas se fueron a las Descalzas Reales. Fue convertido en un almacén de maderas. En 1852, el entonces duque de Medina de Rioseco, reclamó la posesión del convento, en virtud del derecho de reversión, de esa forma, las religiosas pudieron volver.
Como corresponde a un templo de la orden franciscana, la fachada de la iglesia es muy austera. La planta, de cruz latina, con una nave única de tres tramos, con capillas hornacinas entre los contrafuertes, y cubierta por una bóveda de cañón.
La cúpula coronada con lucernario se apoya sobre pechinas y remata el crucero. Se enmarca en un estilo ecléctico que mezcla estilos que van desde gótico al neobarroco y la tradición arquitectónica de la orden franciscana.
El retablo neoclásico es de madera imitando mármol. El centro está ocupado por la imagen del fraile franciscano San Pascual Baylón. Sobre él se emplaza una imagen de la Inmaculada.
Hoy siguen presentes un grupo de religiosas clarisas franciscanas. Dentro de la iglesia se guarda una pequeña imagen de Santa Clara, tal vez por su pasado como teatro del palacio del Duque, esa imagen denominada “La Chiquita” recibe las peticiones de trabajo de las actrices en paro, a la que recurren pidiéndole un nuevo papel.
. Se tienen noticias de los daños ocasionados en el convento durante la Guerra Civil, que motivaron una importante restauración en la década de 1940. En fechas posteriores existen dos expedientes de visado: En 1953 se sustituyó parte del forjado de cubierta y en 2008 se pinta la fachada.
La iglesia fue restaurada a finales de la década de 1980, cuando fueron intervenidos los retablos y las pinturas murales.
MERCENARIAS DESCALZAS DE DON JUAN DE ALARCON
En nuestro paseo por Madrid hoy entramos en la iglesia del Convento de Nuestra Señora de la Concepción, de Mercedarias Descalzas, conocido como convento de Mercedarias Descalzas de Don Juan de Alarcón, por el que fuera confesor y mecenas de la fundación, Don Juan Pacheco de Alarcón, quien siguiendo la última voluntad de su fundadora, doña María de Miranda, dedicó la fortuna que esta la legó a la construcción del mismo. Consta como año de finalización del templo 1656.
En la iglesia, otro ejemplo de arquitectura barroca madrileña del siglo XVII, podemos destacar el gran lienzo del altar mayor que representa a la Inmaculada Concepción, y es obra de Juan de Toledo. Destacar también que en este templo se encuentra el cuerpo incorrupto de la Beata Mariana de Jesús, el cual todos los 17 de abril se expone al público. Este cuerpo se encuentra en un arca de madera situado bajo un retablo dedicado a la beata.
La primera vez que visitamos este templo, en el 2013, fue gracias a la conserje del colegio que llevan las monjas, y durante esa visita pudimos hacer algunas fotos (como la panorámica), posteriormente hemos acudido dos veces, la primera en 2016 durante la visita guiada que se puede hacer los miércoles de 11:00 a 13:00h, pero no dejan hacer fotos, y la segunda el 17 de abril del 2017, el día que se expone el cuerpo incorrupto de la Beata Mariana.
TRINITARIAS DE SAN ILDEFONSO
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El monasterio fue fundado en 1612 por la dama Francisca Gaitán Romero, hija de Julián Romero, capitán de los ejércitos de Felipe II en las guerras con Flandes.
Se trataría de un antiguo convento e iglesia que no han llegado hasta nosotros. Durante los primeros años de su fundación se vivieron numerosos conflictos hasta que en 1688 se solucionaron y se comenzó la construcción de un nuevo templo. Ese año Marcos López proyectó la iglesia que construyeron José de Arroyo y Miguel Chocarro entre 1673 y 1698.
Este convento es famoso además porque en él descansan los restos de Miguel de Cervantes, una placa del escultor Ponciano Ponzano en la fachada nos lo recuerda. Por voluntad del propio Cervantes, los restos del dramaturgo fueron depositados en la antigua iglesia, que no se encontraba exactamente donde hoy está la nueva, sino más al este, en la esquina con la costanilla de las Trinitarias.
Tras años de investigación en 2015 se llevó a cabo la búsqueda de sus restos y se colocaron a los pies de la iglesia, en uno de los laterales.
La fachada del edificio sigue la tipología de fachada de iglesia conventual inspirada en el monasterio de la Encarnación. Sobre el triple pórtico se encuentra un relieve con la Imposición de la casulla a San Ildefonso.
La iglesia presenta una planta de cruz latina sencilla en su arquitectura a pasar de las numerosas reformas y añadidos. En el interior destaca el retablo mayor de estilo barroco en el que se narra el milagroso momento de la imposición de la casulla al patrón de Toledo. Es obra de Manuel de Mesa, del siglo XVIII.
Junto a este, otra lápida recuerda que Cervantes yacía en este monasterio, junto a su esposa Catalina de Salazar, su hija Isabel y Sor Marcela de San Félix, hija natural de Lope de Vega.
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