Los recuerdos van y vienen durante toda la noche y de mis ojos emanan lágrimas de tristeza y alegria
Después de seis meses de cargar con una pesada cruz, viviendo una verdadera pasión, enfermedad y muerte de su esposa.
Nuestro Señor le ha tomado de la mano, como Pedro en el lago y han surcado los cielos.
Pilar y Angel vuelven a estar junto y ya PARA SIEMPRE
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