YA ES SEMANA SANTA

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miércoles, 28 de febrero de 2024

UN PUESTO PARA MIS HIJOS

  evangelio según san Mateo 20, 17-28

 En aquel tiempo, subiendo Jesús a Jerusalén, tomando aparte a los Doce, les dijo por el camino: «Mirad, estamos subiendo a Jerusalén, y el Hijo del hombre va a ser entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas, y lo condenarán a muerte y lo entregarán a los gentiles, para que se burlen de él, lo azoten y lo crucifiquen; y al tercer día resucitará».



En el Evangelio de hoy nos encontramos con el anuncio de la pasión por el mismo Señor. 

Varias veces el Señor aprovecha para enseñarles y queriendo advertirles para cuando llegue el momento de la prueba no se escandalicen. 

 También nos encontramos con la petición de los primeros puestos por parte de la madre de Santiago y Juan.

Los hijos del Zebedeo, a través de su madre, piden la seguridad y el prestigio de un buen puesto. Los otros, indignados por esta petición que en el fondo también manifiesta su enfado porque ponen en peligro su futuro. "¡No sabéis lo que pedís!"


Como madre es normal que solicitara para sus hijos lo que creía que era lo mejor, sin embargo, el Señor tiene que corregirla haciéndole ver que no sabe lo que esta pidiendo, como tantas veces nos ocurre a nosotros, que pensamos muchas veces humanamente hablando y tendría que corregirnos el Señor con la misma palabras que le dijo a San Pedro: “Tu piensas como los hombres no como Dios”. 

¿Cómo lo iban a saber si seguían sin darse cuenta de que era el Hijo del Hombre quien les conducía? Serán necesarias la cruz y la mañana de Pascua, la huida en medio del pánico y el bautismo del Espíritu. Serán necesarias la Mesa compartida en memoria de Él y la copa del Reino, para que, poco a poco, sepan...

Sin embargo el Señor no pierde esta ocasión para aprovechar y enseñar a sus discípulos; Les invita a un modo de actuar muy distinto: “sabéis que los jefes…No será así entre vosotros. El que quiera ser grande sea vuestro servidor”. 
Para el creyente, para el seguidor de Cristo, si en algo tiene que destacar es en el servicio, cuanto mayor responsabilidad más entrega se le esta demandando.



Jesús, encamina esta "lucha de intereses" entre los suyos, abriéndoles la mente y el corazón para que entiendan que el Reino que Jesús ha inaugurado con su vida, solo se entiende desde el servicio y la entrega. Que no se trata de querer salvar al mundo, sino de sumergirse en el torrente de amor que lo renueva todo. Beber de la copa con toda humildad y dejar que Cristo nos conduzca. Compartir el destino del Señor día a día. Hasta el final. ¿Lo entiendes ahora?

martes, 27 de febrero de 2024

LA FE DE LOS HUMILDES

santo evangelio según san Mateo (23,1-12) 

En aquel tiempo, Jesús habló a la gente y a los discípulos, diciendo: «En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos: haced y cumplid todo lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos dicen, pero no hacen.



En el Evangelio de hoy nos encontramos con la exhortación realizada a los fariseos, el Señor les da una serie de advertencias, indicaciones y observaciones que nos vienen bien a nosotros, la primera precaución a no imitar el mal, “no hagáis lo que ellos hacen”, el bien es imitable pero la falta de coherencia, la palabrería que no se termina de materializar en acciones, que se desmiente con el obrar, solo nos muestra una falta de coherencia, y la carencia de bien tiene que ser una llamada para combatir el mal , no para plagiar o copiar.

Jesús previene de los que dicen creer en Dios y ser muy fieles a la comunidad pero en el fondo sólo se buscan así mismo y ponen a Dios y al que se pongan por medio, al servicio de sus propios intereses.

 Jesús nos invita a no representar ningún papel en la vida de fe, a no vivir de la apariencia, a no usar un lenguaje que despista, a que lo que digas vaya avalado por los hechos, a optar por la humildad como estilo de vida, a entender que todos somos servidores, y el lugar más importante es el que exige el servicio mejor. 

El que sirve nunca se equivoca y siempre está más cerca de la verdad y de la genuina fe. ¿Tu sirve? ¿Tu servicio en la parroquia o en tu comunidad expresa la alegría de servir o es ocasión para manifestar tu "yo", tu prestigio, tu poder?



Nuestro crecimiento debe ir en buscar el agrado de Dios, eso lleva un camino de humildad, “el que se humilla será enaltecido”, y un camino de entrega, servicio, de donación, una ofrenda de uno mismo por amor, hasta llegar a hacer de nuestra vida una ofrenda grata a Él,- a Dios-. 

Durante esta Cuaresma podemos ejercitarnos por poner en práctica esta unidad de vida viviendo en todo de acuerdo con la voluntad de Dios, purificando las intenciones, revisando las actitudes, de modo que vayan encaminadas únicamente a la gloria de Dios.

domingo, 25 de febrero de 2024

TRANSFIGURADOS

santo evangelio según san Marcos (9,2-10) 

En aquel tiempo, Jesús se llevó a Pedro, a Santiago y a Juan, subió con ellos solos a una montaña alta, y se transfiguró delante de ellos. Sus vestidos se volvieron de un blanco deslumbrador, como no puede dejarlos ningún batanero del mundo. Se les aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús.


El Evangelio de hoy nos presenta la Transfiguración, justo después de anunciar a los discípulos su pasión, y ellos mostrando su no comprensión, incluso su escándalo ante la cruz, es cuando decide invitar a Pedro, Santiago y Juan, para que le acompañen a un monte alto, allí vivieron una experiencia que les impresionó, podríamos calificarla de una experiencia grandiosa, fuerte e intensa, hasta tal punto, de no pensar en ellos y exclamar: Señor, ¡qué bueno es que estemos aquí!

Las Lecturas de hoy son como aceite perfumado y bálsamo suave en medio de esta situación que vive nuestra madre tierra y nuestros hermanos los hombres. Se nos invita a ponernos en manos del Padre y a confiar a pesar de las dificultades, a pesar del sufrimiento, a pesar de la Cruz: ¿si Dios está con nosotros quien estará contra nosotros?

 Por eso, Jesús deja que tres de los suyos se asomen a su misterio para que el mazazo de cruz no les coja desprevenidos. Precisamente porque estarán muy cerca de Él a la hora terrible de la agonía, quiere que hoy vean, un poco siquiera, lo que hay dentro de ese Jesús al que van conociendo; que vislumbran su gloria, que descubran su coherencia total con lo que venían anunciando la Ley y los Profetas. 

Es necesario que sepan, de una vez por todas, que el sufrimiento y la muerte, presentes siempre en la vida de Jesús, no son un fallo en el plan del Padre, sino una manera suprema de amar a los hombres.

 Que hay una realidades ocultas que convertirán, en su día, el fracaso más estrepitoso en la más definitiva de las victorias. 



 Por eso levanta hoy Jesús, un poco, el velo de su misterio ante estos tres amigos: para que, cuando llegue la hora, entiendan. Llegará la cruz, ciertamente; no vamos a ser más que nuestro Maestro. 

Pero al mirarla desde la fe, veremos que trae dentro, vivo y esperanzador, el germen de ese cielo nuevo y esa tierra nueva por los que tanto hemos orado y luchado.

Toda una pedagogía por parte del Señor al adelantarles su gloria, los prepara para afrontar el escándalo de la cruz. Y en dicha experiencia volvieron a escuchar la voz del Padre: “Esté es mi Hijo amado; escuchadlo”. Toda una recomendación y cuánto bien nos puede hacer en este tiempo de cuaresma: Escuchad al Señor. Acoger su Palabra, dejarla actuar en nuestra vida, dicha Palabra es viva y eficaz, nos transforma y lleva su acción en cada uno de nosotros. ¡Escuchad! ¡Escuchad! Acogedla y dejar que obre en nosotros.

TRÁNSFIGURACIÓN

 No hay peor cosa que la soledad. Si se lleva mal pero....si ideamos algún trabajo y lo compartimos ya no nos sentimos tan solos. 

Lo mismo ocurre con la cruz: cuando su largo madero se reparte en cientos de hombros… resulta menos pesado y más solidario. 


 Algo así debió de pensar Jesús cuando, después de la prueba del desierto, se coge a  los más cercanos a El, tres  amigos para salir del ruido, del llano, de la vida ordinaria y elevarlos, no solamente a una montaña, sino también a la contemplación del misterio que hoy celebramos: la Transfiguración. 

Pedro, el lider, que luego le confio el mando  murio dando la vidapoor Jesús.

Juan el más espiritual, el corazón de la  Iglesia y Santiago el misionesro, el primero que iba a evangelizar.

 Aquellos apóstoles, estoy seguro, no entendían “ni papas”. Se los  lleva para prepararlos  para el escandalo de la cruz.Ellos ven como Elias y Moises adoran a Jesús y así en el momento de la crucifixión, escandalo de la  cruz, recordaran el momento de luz en el Tabor. La intención de Jesús era que al verle colgado del mad que recordaran como Elias y Moises le adoraron.

No entienden la  muerte  en la  cruz con todo lo bueno que había hecho, no dudan poorque tienen buenos momentos buenos pero no  funciona. Muere y todos le abandonan e incluso Pedro le  niega. Dudan de que fuese Hojo de Dios.

Nosotros vivimos  momentos de oscuridad  qie son inevitabñes y que no  comprendemos y forman parte  de la  vida.

En esos mpmentos que  parece que estamos  solos tenemos que recordar los momentos  buenos , momentos dulces que Dios nos llevaba y que Dios  nos ayuda tambien los malos Dios que nos ama esta a nuestro lado y decir......yo Señor confio en Ti.

Nos toca sufrir como sufrio Jesús y si nos  caemos  el nos  dira..... "levantaos y no tengais miedo"

 El Monte Tabor...... “qué bien se está aquí” que todo un hombre rudo como  Pedro exclamó con fuerza. Nuestro Tabor una eucaristía bien celebrada, una visita al Santísimo, un rato de silencio ante el Señor y decir...."que bien se está aquí "



 Jesús, no nos quiere volando ni perdidos entre nubes, sino embarrados y entretejidos con las cuestiones que preocupan al hombre de hoy. 

 El Monte Tabor...... “qué bien se está aquí” que todo un hombre rudo como  Pedro exclamó con fuerza. Sentimos la  gloria de Dios.

Nuestro camino  de fe no es un camino de rosa es un camino de conversión, de espina, de valientes de aguerridos en la fe.

Nuestro Tabor una eucaristía bien celebrada, una visita al Santísimo, un rato de silencio ante el Señor y decir...."que bien se está aquí " Pero también nos ha de llevar a un convencimiento: el mundo nos espera fuera; en el mundo es donde hemos de dar muestras de lo que aquí, en este “monte tabor que es la Eucaristía”, hemos vivido, visualizado, escuchado y compartido.

 Jesús, no nos quiere volando ni perdidos entre nubes, sino embarrados y entretejidos con las cuestiones que preocupan al hombre de hoy y tenemos que bajar al llano y trabajar por la fe y las convicciones

En este segundo domingo de la Santa Cuaresma, es el compromiso de acompañar a un Jesús que se ofrece como camino, recorrido con cruz, para que el hombre no olvide ni su dignidad ni su ser hijo de Dios. 



QUE SALGA, SEÑOR!

De la cobardía que apaga tu voz, Del llano que me agarra y no me deja verte

Pero, para ello, como a Pedro, Santiago y Juan llévame contigo: para que disfrute de tu presencia para que escuche tu Palabra para que sepa lo que me espera, por el hecho de ser tu amigo y compañero

Que no me quede bajo las bóvedas de un mundo fácil que todo lo contamina. Que no me pierda, ni un solo Domingo, este momento de paz y de gracia de amor y de Palabra de presencia y de perdón que es la Eucaristía.

¡QUE SALGA, SEÑOR!



viernes, 23 de febrero de 2024

CUARESMA , DOMINGO 1º

SÁBADO

“ Para que seáis hijos de vuestro Padre celestial ”



Dentro del Sermón de la Montaña donde Jesús nos habla de unas exigencias terribles, humanamente imposibles de cumplir, el evangelio de hoy nos propone algo “más difícil todavía”

según san Mateo 5, 43-48 

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Habéis oído que se dijo: “Amarás a tu prójimo’ y aborrecerás a tu enemigo”.

Se nos pide el amor a los enemigos. No hay entre las religiones del mundo ninguna que exija esto. ¿Por qué lo hace Jesús?

En el evangelio de Mateo el discípulo siempre está delante de un Padre maravilloso que está al tanto de todo. Este Padre bueno envía el sol “para buenos y malos”. No hace distinciones. El Padre ama a todos y no puede dejar de amarlos. El sol ilumina, calienta, embellece lo mismo las casas de los buenos como las de los malos.

 Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos y rezad por los que os persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos. Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis?

A ese Padre hay que imitar. ¿Cuál es la recompensa? Ser hijos de tal Padre. Llevar marcadas las huellas del Padre en nuestros rostros, más aún, participar en lo íntimo de nuestro ser del mismo A.D.N que el Padre.

 ¿No hacen lo mismo también los publicanos? 

Y, si saludáis solo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? 

Cuando yo llego a perdonar al enemigo, en lo profundo del corazón se ha obrado un verdadero milagro. Yo, por mí mismo, no puedo. Hay dentro de mí un Dios maravilloso que me ama y hace en mí verdaderos prodigios. ¿Aún quiero mayor recompensa?

¿No hacen lo mismo también los gentiles? Por tanto, sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto».



Señor, hoy te necesito más que nunca. Lo que me dices en el evangelio de hoy es para mí “un duro hueso de roer”. Me pides no sólo que perdone a mis enemigos, sino que los ame y rece por ellos. 


Yo sé que, por mis propias fuerzas, no puedo cumplirlo. Te pido que me ayudes, que me des tu gracia, que me eches no una mano sino las dos. Sé que sin Ti no puedo hacer nada.


VIERNES

“ Desde lo hondo a ti grito, Señor ”





según san Mateo 5, 20-26 

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Si vuestra justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos. 

El Señor nos dice en este evangelio que debemos ser seguidores de Jesús, discípulos de Jesús. Y el discípulo auténtico tiene siempre a Jesús como norma y modelo. Por eso nos invita “a ser mejores que los demás”.

Habéis oído que se dijo a los antiguos: “No matarás”, y el que mate será reo de juicio. Pero yo os digo: todo el que se deja llevar de la cólera contra su hermano será procesado. 

Es común decir entre la gente: “Yo ni robo ni mato”. Y no caen en la cuenta de que no sólo es pecado robar la cartera, es pecado robar la fama, robar la inocencia, robar la esperanza, robar la alegría de nuestros hermanos. Se puede robar de muchas maneras. Lo mismo se puede decir del matar. No sólo se mata con una pistola o un cuchillo. Se puede matar “con la lengua” que es como una espada de doble filo. Hay palabras que son puñales. Podemos despellejar a las personas aunque no clavemos ni un alfiler en su piel.

Y si uno llama a su hermano “imbécil” tendrá que comparecer ante el Sanedrín, y si lo llama “necio”, merece la condena de la “gehena” del fuego.

 Por tanto, si cuando vas a presentar tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene quejas contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar y vete primero a reconciliarte con tu hermano, y entonces vuelve a presentar tu ofrenda. 

Lo que nos pide el evangelio es que descubramos la raíz del mal y lo evitemos desde el principio.

Con el que te pone pleito procura arreglarte enseguida, mientras vais todavía de camino, no sea que te entregue al juez y el juez al alguacil, y te metan en la cárcel. En verdad te digo que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último céntimo».

Respecto al cuidado que debemos tener a la hora de presentarnos a celebrar la Eucaristía, el Evangelio no dice: “Si tú tienes algo contra tu hermano” sino “si tu hermano tiene algo contra ti”. Aunque la culpa esté en tu hermano, debes acortar el camino y adelantarte.



Jesús nos dice que seamos santos, que lleguemos hasta el final y no nos quedemos a mitad del camino, como los fariseos.


JUEVES


“ Tú eres el Hijo de Dios vivo ”


según san Mateo 16, 13-19 

En la fiesta de la cátedra de San Pedro, celebramos la fe en Cristo, el Hijo de Dios; La fe, que fundamenta nuestra vida, sostenida por la cadena de testigos que nos han precedido, y que nos une como familia, como Iglesia

En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: «¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?». 

L Iglesia a que surge a partir de una llamada personal del Señor a seguirle; recordamos en este día a aquellos primeros seguidores a los que Jesús llamó, acercándose a sus vidas en medio de sus tareas cotidianas como hoy continúa acercándose a las nuestras.

Ellos contestaron: «Unos que Juan el Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas». 

Él les preguntó: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?». 

Entre esos seguidores de la primera hora recordamos hoy a Simón, hermano de Andrés. Simón, este pescador rudo, impulsivo, contradictorio, en el que nos podemos sentir identificados muchos de nosotros.

Simón Pedro tomó la palabra y dijo: «Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios vivo» Jesús le respondió: «¡Bienaventurado tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos. 

Dispuesto a todo por Cristo y que en el momento que las cosas se pusieron difíciles le traicionó y le abandonó; pero que fue capaz, al encontrarse con su mirada amorosa, de dejarse perdonar y lavar por Él, de aprender a colocarse detrás de Él y a permitir que Otro marcara el rumbo de su vida.

Ahora yo te digo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará. 

Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos».

La imagen de la roca, de la “piedra” nos evoca aquello que es firme, estable y por lo tanto sobre lo que podemos apoyarnos porque es sólido y resistente. La imagen de “la piedra angular” de un edificio, añade a la idea de solidez, otra diferente: la de ser “base o fundamento de algo”.



En esta fiesta de hoy, agradezcamos la fe recibida y sintámonos Iglesia, unidos a tantos hombres y mujeres que han vivido y siguen viviendo la aventura de la fe.



MIÉRCOLES

“ Esta generación pide un signo… ”



según san Lucas 11, 29-32 

El término “señal” i signo significa una seria advertencia. Jesús era una señal para su generación, porque él hizo presente nada menos que el Reino de Dios en medio de ellos. Por sus enseñanzas y sus acciones,

En aquel tiempo, la gente se apiñaba alrededor de Jesús, y él se puso a decirles: «Esta generación es una generación perversa. Pide un signo, pero no se le dará más signo que el signo de Jonás. Pues como Jonás fue un signo para los habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del hombre para esta generación. 

Jonás es un profeta a quien se le encomienda la misión de convertir a Nínive, “la gran ciudad enemiga de Dios”. Contra los pronósticos del profeta, la ciudad se convierte y Jonás no se alegra, al contrario, se entristece porque le hubiera gustado que la ciudad no se convirtiera y fuera arrasada. Así se hubieran cumplido los oráculos del profeta sobre la ciudad y su fama de profeta hubiera aumentado. Así de orgulloso, de duro, de recalcitrante era Jonás.

El profeta piensa que con un Dios tan bueno que se compadece del pueblo enemigo no se puede trabajar. En cambio, para el gran profeta Jesús, lo que más le hace disfrutar es tener misericordia con el pecador que se convierte y vuelve a Dios. Y esto hace que Jesús sea más que Jonás.

La reina del Sur se levantará en el juicio contra los hombres de esta generación y hará que los condenen, porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón.

Salomón está considerado en la historia sagrada como “el rey sabio” el rey que daba “sentencias justas”. Pero el Dios revelado en Jesús es el que pone toda la sabiduría al servicio del amor. Por otra parte, la sabiduría bíblica, como don del Espíritu, consiste en saborear las cosas de Dios.

Jesús nos hace disfrutar de Dios y así disfrutar de todo lo creado.

 Los hombres de Nínive se alzarán en el juicio contra esta generación y harán que la condenen; porque ellos se convirtieron con la proclamación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás».


Hoy también Cristo es una señal para nosotros: tenemos su palabra en la Escritura, una palabra que tiene tanto poder ahora como hace dos mil años, ya que está vivificada por el eterno Espíritu de Dios: “Porque la Palabra de Dios tiene vida y poder. Es más aguda que cualquier espada de dos filos, y penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu;

MARTES

“ Maestro, enséñanos a rezar ”


según san Mateo 6, 7-15

En el Evangelio de hoy nos aparece el Señor orando y enseñando a orar. Es frecuente la oración en Él. Y al contemplar la importancia que Él daba a la oración, es lo que les hace a los discípulos pedirle que les enseñe a orar, es su vida la que contagia.

 En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Cuando recéis, no uséis muchas palabras, como los gentiles, que se imaginan que por hablar mucho les harán caso. 

La oración de Jesús, y por lo tanto la oración cristiana, es antes que nada un dejar sitio a Dios, permitiendo que manifieste su santidad en nosotros y dejando avanzar su reino, a partir de la posibilidad de ejercer su señorío de amor en nuestra vida.

No seáis como ellos, pues vuestro Padre sabe lo que os hace falta antes de que lo pidáis. 

Sabemos que los judíos, en tiempo de Jesús, no podían pronunciar, por respeto, el nombre propio de Dios: YAVÉ

Y viene Jesús y se dirige a Dios no llamándole Yavé, sino Abbá-Papá. Jesús habla con Dios con el encanto, el cariño y la confianza que un niño habla con su papá.

Vosotros orad así: “Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo, danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden, no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal”. 

Otras tres súplicas completan esta oración que Jesús nos enseña, el “Padre Nuestro”. Son tres peticiones que expresan nuestras necesidades fundamentales: el pan, el perdón y la ayuda ante las tentaciones.

 No se puede vivir sin pan, no se puede vivir sin perdón y no se puede vivir sin la ayuda de Dios ante las tentaciones. El pan que Jesús nos hace pedir es el necesario, no el superfluo; […] El perdón es, ante todo, aquello que nosotros mismos recibimos de Dios: solo la conciencia de ser pecadores perdonados por la infinita misericordia divina, puede hacernos capaces de cumplir gestos concretos de reconciliación fraterna.

 Si una persona no se siente pecador perdonado, nunca podrá realizar un gesto de perdón o reconciliación. La última petición, “no nos dejes caer en la tentación”, expresa la conciencia de nuestra condición, siempre expuesta a las insidias del mal y de la corrupción”.

Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, también os perdonará vuestro Padre celestial, pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras ofensas».


Esto es algo tan grande y asombroso que cambia radicalmente nuestra relación con Dios. Se acabó la religión de la lejanía y el miedo. Ha estallado la religión del cariño, la ternura, la sencillez y la abrasadora cercanía de Dios. Dios es mi Papá. ¿No es como para volverse loco de emoción?

LUNES

“ Misericordia quiero y no sacrificios ”



Se va repitiendo la formula: “Conmigo lo hicisteis”. Nos recuerda que a modo de sacramento podemos encontrarnos con Él, podemos servirle, podemos amarle.

según san Mateo 25, 31-46 

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria y serán reunidas ante él todas las naciones.

 Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras. Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda. 

Entonces dirá el rey a los de su derecha: “Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme”. 

. El Evangelio nos enseña que si nuestra fe en Cristo es verdadera, entonces se transforma en caridad. Cristo reinará en nuestro corazón, en la medida en que amemos a nuestro prójimo. Una fe sin caridad, es como una fe muerta, seca y sin frutos.

Entonces los justos le contestarán: “Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?”.

 Y el rey les dirá: “En verdad os digo que cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis”.

De la presencia eucarística de Jesús decimos que es presencia real. ¿Será que otras presencias de Jesús no son reales? Una presencia que no es real, no es presencia. Jesús se identifica con el pan eucarístico como se identifica con uno de estos hermanos míos más pequeños. 

Es más, quiere que, primero, le veneremos y sirvamos en ellos; luego seremos bienvenidos para venerarle y servirle ante un sagrario. Debemos aprender a vivir el sacramento del hermano con la misma intensidad con que vivimos el sacramento del altar. Si queremos parecernos a Dios, tenemos que ser, ante todo, compasivos.

 Entonces dirá a los de su izquierda: “Apartaos de mí, malditos, id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis”. 

Entonces también estos contestarán: “Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?”. Él les replicará: “En verdad os digo: lo que no hicisteis con uno de estos, los más pequeños, tampoco lo hicisteis conmigo”. Y estos irán al castigo eterno y los justos a la vida eterna».

Amar es el mandamiento que condensa toda la ley de Cristo. De tanto oírlo corremos el peligro que se pueda dar que no toque nuestra vida, y quedarnos en una serie de normas y ritos, preceptos y devociones. Y olvidarnos de lo esencial y de lo que da sentido a todo lo demás.

Estamos llamados a expresar nuestro amor a Cristo en el amor hacia el prójimo. Este es el criterio que el Señor usará para juzgar nuestro corazón al final de nuestra existencia.

Al atardecer de la vida te examinarán del amor.

El Señor quiere que si le amamos a El amemos también a nuestros hermanos. Hoy su Evangelio nos enseña que si nuestra fe es verdadera entonces se transforma en caridad y El reinará en nuestros corazones si de verdad amamos a nuestros hermanos. 


DOMINGO 

En los tres ciclos litúrgicos, se lee, el primer domingo de cuaresma, el relato de las tentaciones. Este año leemos a Marcos. 

Es tan breve, que los liturgistas han tenido que añadir unos versículos de relleno, con otro tema totalmente distinto. Sin embargo, la concisión de Marcos no vacía de contenido la narración, sino todo lo contrario. Es impresionante la riqueza del mensaje.

“ Está cerca el reino de Dios: convertíos y creed en el Evangelio ”



según san Marcos 1, 12-15 

Para entender este texto hay que ir al contexto anterior donde Jesús ha sido bautizado y, al final, se ha abierto el cielo y ha descendido una voz del Padre: “Este es mi Hijo Amado, en Él me complazco” (v.11). Jesús se siente inundado, desbordado por el cariño infinito del Padre, experimentado ahora en forma “creatural” y siente necesidad de silencio y soledad. Por eso, es el mismo Espíritu Santo el que le empuja al desierto donde va a ser probado. Poco puede hacer el espíritu del mal a uno que está lleno de Dios, lleno de la ternura de Dios.

En aquel tiempo, el Espíritu empujó a Jesús al desierto. Se quedó en el desierto cuarenta días, siendo tentado por Satanás; vivía con las fieras y los ángeles lo servían.

Notemos que así como hay un espíritu “malo” que nos impulsa al mal, también hay un Espíritu bueno que nos empuja al bien. Y, como dice San Pablo: “La mejor manera de vencer el mal es a fuerza de bien”.

 Después de que Juan fue entregado, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios; decía: «Se ha cumplido el tiempo y está cerca el reino de Dios. Convertíos y creed en el Evangelio».



En Jesús, también nosotros nos podemos convertir en “ángeles servidores de la paz”.

RECONCILIACIÓN CON EL HERMANO

 santo Evangelio según san Mateo (5,20-26) 

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Si no sois mejores que los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos. Habéis oído que se dijo a los antiguos: "No matarás", y el que mate será procesado. Pero yo os digo: Todo el que esté peleado con su hermano será procesado.



A menudo, aferrase a la ley, limitarse a cumplir lo establecido, llevaba al pueblo judío a vivir la fe en unos mínimos que no genera vida. Contentarse con la "justicia de los fariseos" termina impidiendo descubrir la novedad que trae Jesús.

 Lo que urge no es tanto cumplir la ley cuanto reconciliarse con el hermano, con tal urgencia que la reconciliación esté antes que el culto; es decir: la liberación del hombre es lo primero en el designio de Dios. 

El Evangelio de hoy nos habla de reconciliación, en los tiempos tan crispados y cargados de ideologización, es ir contracorriente, en un mundo donde se generan tantas heridas, donde nos falta mansedumbre, donde no sabemos ponernos en el lugar del otro, donde no cuidamos nuestra lengua, donde prima el egoísmo, donde los intereses chocan… ¿como romper la cadena de odio: “tu me has hecho y tú más…

 Jesús se pone al nivel del amor, que es el único camino del futuro humano. Prohíbe nutrir la cólera, insultar o maldecir al otro, para no aumentar el peso de la ley, sino para abrir en nuestras vidas un espacio de amor suficiente que permita avanzar con libertad.

 


Nos encontramos en un tiempo propicio para el encuentro personal con el Señor, y si algo se nos plantea de una manera especial en este tiempo es la llamada a la conversión, la llamada que nos hace el Evangelio de hoy es a no “conformarnos” con ser buenos, muchos que no se han encontrado con Dios lo son, el cristiano esta llamado a ser más que bueno, esta llamado a ser santo y su camino se recorre desde el mandamiento nuevo, decía S. Pablo que siempre andamos faltos de amor, estamos llamados a “ser mejores” , siempre podemos amar más y mejor.

miércoles, 21 de febrero de 2024

CONMIGO LO HICISTEÍS

 según san Mateo (25,31-46) 

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria, y serán reunidas ante él todas las naciones. Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras. Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda. Entonces dirá el rey a los de su derecha: "Venid vosotros, bmenmditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo.



Hoy se nos recuerda el juicio final, «cuando el Hijo del hombre venga en su gloria acompañado de todos sus ángeles» (Mt 25,31), y nos remarca que dar de comer, beber, vestir... resultan obras de amor para un cristiano, cuando al hacerlas se sabe ver en ellas al mismo Cristo.

El texto del evangelista Mateo formula un código de conducta cristiana vigente desde que el Verbo se encarnó. Dios ha preparado su reino desde la eternidad para que lo disfruten quienes obran conforme a las directrices de la misericordia. 

Porque el Amor primero, no se olvide, siempre es del Padre.

¡Extraño cara a cara, donde el Hijo del Hombre juzga al hombre sobre la calidad de su mirada! "Señor, ¿cuándo te vimos?". 

Unos y otros, benditos y malditos, plantean la misma pregunta. Pero los primeros, al dejar que su corazón se conmueva ante la miseria, han visto, en la fe, al que ahora contemplan sus ojos en el cara a cara decisivo. 

Escondido en esa parábola del pastor que separa ovejas y cabras está la más dura crítica contra el relativismo -por supuesto, también el moral- de nuestro tiempo. 

No da lo mismo cuidar del prójimo que hacerlo sufrir. No da lo mismo visitar al enfermo que no visitarlo; no da igual acoger al inmigrante que desentenderse de su peripecia vital. 


Dios no ha preparado el infierno como descarte para los que no han obrado bien. El infierno es obra diabólica. Pero ello no quiere decir que Dios no sepa apreciar el comportamiento de cada uno.

No, no todo vale con tal de que lo vivas desde tu circunstancia, pasado por el prisma de tu realidad, justificado con tus propias excusas (tenemos miles, una carretada para cada buena obra que dejamos de hacer). 

La piedra de toque es pues el pequeño, el enfermo, el desvalido, el pobre: en una palabra, los preferidos de Dios.

domingo, 18 de febrero de 2024

TENTADO POR SATANAS

 santo evangelio según san Marcos (1,12-15) 

En aquel tiempo, el Espíritu empujó a Jesús al desierto. Se quedó en el desierto cuarenta días, dejándose tentar por Satanás; vivía entre alimañas, y los ángeles le servían. Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios. Decía: «Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios: convertíos y creed en el Evangelio.»



"El Espíritu empujó a Jesús al desierto". El desierto siempre recuerda que vamos de paso. Es lugar de purificación y de esperanza. Lugar de las grandes batallas y para los grandes encuentros. 

Primer domingo de cuaresma, nos encontramos en el tiempo favorable, tiempo de gracia, tiempo de combate, tiempo de conversión, tiempo de purificación, tiempo de peregrinación hacia la Pascua, tiempo para configurarnos con el Señor, tiempo donde se nos brinda la posibilidad de volver al Señor con todo el corazón y con toda la vida.

Y Jesús, como uno más, entró en el desierto. A solas con su limitación y con su miedo, cercado por una naturaleza que se le encrespa:"vivía entre alimañas"; sin seguridades en que apoyarse "dejándose tentar por satanás"; desgastado por el hambre y la sed. 
 
El desierto invita a dejar pesos inútiles que nos impiden caminar con paso firme; las comodidades que acabaran enmoheciendo la disponibilidad; el consumismo que pone en peligro toda nuestra escala de valores y, las seguridades que nos tientan a que apartemos los ojos del que es nuestra única seguridad: el Señor. 


Una batalla que no será vencida de una vez para siempre, que irá ganando día a día, hasta el fracaso de la cruz. Nosotros, en este primer domingo de Cuaresma, estamos invitados también a entrar en el desierto de nuestro corazón. 
 En él nos vamos convenciendo de la inutilidad de tantas cosas que antes creíamos necesarias; de los débiles que eran nuestros puntos de apoyo. 

Nosotros nos hemos de preparar para la Pascua. Satanás es nuestro gran enemigo. Hay personas que no creen en él, dicen que es un producto de nuestra fantasía, o que es el mal en abstracto, diluido en las personas y en el mundo. ¡No! La Sagrada Escritura habla de él muchas veces como de un ser espiritual y concreto. Es un ángel caído. Jesús lo define diciendo: «Es mentiroso y padre de la mentira» (Jn 8,44)


Termina el Evangelio invitándonos a “la conversión y creed la Buena Noticia”. La misma invitación que se nos hacia con la imposición de la ceniza hace unos días: “Conviértete y cree en el Evangelio”.

 La conversión es la invitación a cambiar porque lo que se nos ofrece es muchísimo mejor, morir con Cristo al pecado y resucitar con Él a la vida de Dios. Es decir, vivir la alianza de amor y elección que el Señor realizó un día con cada uno de nosotros por el bautismo. La conversión es dirigir nuestros pasos hacia la persona de Cristo, es decir, dejar otros caminos, por muy atractivos que aparentemente puedan resultar, y tomar el camino de Cristo. La conversión es “volver a Dios con todo el corazón”.




sábado, 17 de febrero de 2024

ORACIONES DE LA MAÑANA. MIERCOLES DE CENIZA, DOMINGO 1º Y 2º

II DOMINGO DE CUARESMA



SUBIRÉ CONTIGO, SEÑOR (2º CUARESMA) Quiero, hoy más que nunca, gustar y saber, vivir y contemplar lo qué es un momento de gloria divina, un resplandor del cielo. Y, porque vivo en el barro y sin mirar a lo alto, quiero subir contigo, Señor y comprender que no existe auténtica entrega si, de antemano, no es fecundada con el sacrificio.

 Quiero, hoy y siempre, ascender contigo a ese lugar que el mundo me evita y hasta me oculta: el monte del sufrimiento la cumbre del esfuerzo personal la altura de miras cuando, al seguirte, se convierte lo grande en pequeño y, lo pequeño, como un anticipo de la gloria que me espera. ¿Me ayudarás, Señor?

 Ni mi hombro está preparado para llevar el grueso madero de una cruz ni, mis oídos, se encuentran dispuestos a escuchar más golpes de martillo sobre clavos. ¿Me ayudarás, Señor? 

Mira que, mis pies acostumbrados a lo bueno prefieren ir por caminos de comodidad por sendas que se alejen de las dificultades por atajos que eviten el sudor o el llanto. 

SUBIRÉ CONTIGO, SEÑOR Al Tabor de mis días. A ese lugar en el que con tu Palabra me abres horizontes de perdón y de vida A esa montaña en la que Dios me hace sentirme querido, tocado, amado, agraciado y premiado con su presencia. 

SUBIRE CONTIGO, SEÑOR Haz que tu resplandor inunde mi vida con una nueva luz Haz que tu presencia me haga fuerte en la tribulación Haz que al adorarte, siempre y en todo momento, sea causa de fortaleza para avanzar hacia la Patria Eterna. No hay triunfo sin esfuerzo no existe la gloria sin contradicción no es posible una luz sin cruz Amén.
L
Estar un rato contigo y beber el agua limpia y fresca de tu evangelio para  poder vivir, actuar y  dar testimonio de mi fe. Aquí, en las mismas fuentes de tu amor, yo me lleno cada día. Y descubro que después me fluye el amar a los demás, el perdonar, el servir.  Gracias, Señor, por tu generosidad .
M
Señor, enséñame a vivir tu humildad y tu alegría para ser cada día más como Tú. Intento ser persona de palabras y obras.

X
Señor, aumenta mi fe para que pueda ser fiel y perseverante en todo lo que me exija tu voluntad aunque sea muy costoso. Haz que mi amor por ti y por mi prójimo sea ardiente para que pueda cumplir mis deberes en una entrega sin límites a los demás.
J
Soy rico  Señor cuando estoy cerca de Ti y más poobre y desgraciado cuando me alejo de tu gran tesoro....Palabra y Eucaristía
Que descubra mi pobreza siendo rico y que descubra mi  riqueza estando cerca de Ti Señor.
V
La muerte de Jesucristo, promovida poor las autoridades religiosas , nos muestra que matar en mombre de Dios es la mayor blasfemia, porque en cada hombre asesinado esta muriendo el mismo Dios
S
No quiero pensar mucho sino ponerme delante de mi Padre Dios y dejarme abrazar por Él. 
Yo, mirando mis pecados, revolviendo mi vida, culpabilizándome, no consigo la paz. Quiero estar junto a Ti como el hijo que se fue de casa y siente necesidad del pan de tu ternura, del aceite de tu bondad, del vino de tu alegría.
 En la medida que vuelvo a Ti, que eres amor, vuelvo a la vida, vuelvo a ser aquel que era cuando vivía en tu casa antes de marchar. Quiero experimentar el gozo de sentirme perdonado por Ti.



 1 DOMINGO DE CUARESMA


QUISIERA CONVERTIRME, SEÑOR (1º cuaresma)


 De la tibieza de mi vida: digo creer en Ti no siempre vivo en Ti y contigo Hablo y frecuentemente son palabras sin sentido no vienen desde Ti y, muchas veces, no son para Ti. 

QUISIERA CONVERTIRME, SEÑOR De mis falsas seguridades: espero en Ti pero me fío de mis propias fuerzas no siempre te sirvo en lo que hago y, algunas veces, soy yo el que me busco en todo ello. 

QUISIERA CONVERTIRME, SEÑOR De mi mis soledades y angustias por haberme alejado del costado de tu compañía Porque, uno de mis pecados, es mi deseo de ser libre Libre sin más barreras que mi propia libertad Libre sin más condicionantes que mi propia moral Libre sin más dignidad que todo lo que considero bueno para mí

 QUISIERA CONVERTIRME, SEÑOR De mi incomunicación con todo lo divino Mi oración, rápida, rutinaria y distraída Mi caridad, oportunista, vanidosa y selectiva Mi vida, fácil, consumista y sin brújula cristiana Mis caminos, tortuosos y estériles, placenteros y a la carta

 QUISIERA CONVERTIRME, SEÑOR Desde mi corazón, para que Tú, lo hagas tuyo Desde mi alma, para que en ella, tu tengas la mejor parte Desde mis entrañas, para que por ellas, salga a la luz que sólo Tú, y solo Tú, eres quien reina en mi vida 

QUISIERA CONVERTIRME, SEÑOR Ayúdame, Señor, a buscarte en el silencio Ayúdame, Señor, a descubrirte en el necesitado Ayúdame, Señor, a contemplarte en las maravillas del mundo Ayúdame, Señor, a no perderme en las excusas de cada día en los senderos fáciles y de bajo precio. Sólo Tú, Señor, tienes palabras de Vida Eterna Sólo Tú, Señor, eres capaz de darme fuerzas para vencer y salir victorioso de la tentación de cada jornada Amén

L

Al atardecer de la vida te examinarán del amor.

El Señor quiere que si le amamos a El amemos también a nuestros hermanos. Hoy su Evangelio nos enseña que si nuestra fe es verdadera entonces se transforma en caridad y El reinará en nuestros corazones si de verdad amamos a nuestros hermanos. 

M

Mirarte frente a frente. abrir los brazos para quien los necesite. Abrir los labios proclamar la grandeza de Dios.

Tus Palabra Señor son esperanza  y vida.

X

Hoy también Cristo es una señal para nosotros: tenemos su palabra en la Escritura, una palabra que tiene tanto poder ahora como hace dos mil años, ya que está vivificada por el eterno Espíritu de Dios: “Porque la Palabra de Dios tiene vida y poder. Es más aguda que cualquier espada de dos filos, y penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu;

J

En esta fiesta de hoy, agradezcamos la fe recibida y sintámonos Iglesia, unidos a tantos hombres y mujeres que han vivido y siguen viviendo la aventura de la fe.

V

S

Señor, hoy te necesito más que nunca. Lo que me dices en el evangelio de hoy es para mí “un duro hueso de roer”. Me pides no sólo que perdone a mis enemigos, sino que los ame y rece por ellos. Yo sé que, por mis propias fuerzas, no puedo cumplirlo. Te pido que me ayudes, que me des tu gracia, que me eches no una mano sino las dos. Sé que sin Ti no puedo hacer nada.


MIERCOLES DE CENIZA



PORQUE TE NECESITO 

Me convocas a este tiempo de gracia y de búsqueda de prueba y de discernimiento, de austeridad y de conversión ¡Gracias, oh Cristo! Porque, ante tu Pasión, me convidas a no ser indiferente a vivir, tus grandes horas, desde mi pequeñez humana 

Me llamas, oh Señor, porque quieres librarme de tantos eslabones que, en apariencia parecen ser hilos, y no me dejan vivir mirándote frente a frente Hilos que son cadenas que me esclavizan y endurecen mis entrañas y me hacen sentirme poderoso y casi dios cuando, bien sé, que soy tierra, polvo….nada PORQUE TE NECESITO 

No dejes que, la barca de mi existencia, vaya perdida que seas Tú, Cristo sufriente, quien me levante en mis caídas que seas Tú, Cristo con la cruz, quien me ayude a llevar la mía que seas Tú, Cristo Redentor, quien me abra los ojos ante tanto misterio que aguarda. 

PORQUE TE NECESITO, SEÑOR Inclino mi cabeza y digo que…sólo Tú eres grande Abro mi corazón y confieso que…necesito cambiar Pienso en mi interior y pido….que vengas a redimirme Escucho tu Palabra y creo que sólo ellas son únicas y verdaderas Quiero subir contigo, Jesús, al Monte Santo Y si faltan cirineos, intentar con tu cruz ayudarte Y si una cruz queda vacía, desde ella, poder yo gritarte: ¡Acuérdate de mí, cuando estés en tu Reino!

X

Esroy hecho para buscar la gloria de Dios. Señor quiero acompañarte en esta Cuaresma en tu caminar hacia Jerusalen para celebrar contigo tu Pascua demostrandote mi amor hacia Ti, mii amor a los  demás y el amor a mi  misma.

J

Entre las condiciones de seguimiento, hoy, nos pone delante la necesidad de negarse a sí mismo y mi corazón libre de las cosas del mundo. Quiero caminar por tu mismo camino.... Lcruz mi baston, el amor mi meta y la abnegacion el signo de mi entrega total a ti y a los demás. 

 Para imitar a Jesucristo el corazón debe estar desprendido de todas las cosas, pero sobre todo de uno mismo.

V

Concederme Señor, comprender la visión de las cosas que estoy viviendo.

No soy más que nadie y todo lo que hago es pura gracia tuya. 

viernes, 16 de febrero de 2024

MIÉRCOLES DE CENIZA. JUEVES, VIERNES Y VIRNES

SÁBADO 

“ Él, dejándolo todo, se levantó y lo siguió ”




según san Lucas 5, 27-32
En el Evangelio de hoy nos aparece la vocación de Mateo. Nos muestra que al llamar a un publicano, considerado mal por su mismo oficio de recaudador de impuestos, trabajando para los extranjeros y contribuyendo a grabar a sus paisanos, al poner la mirada en él e invitarle al seguimiento, a formar parte del grupo de sus amigos, de los discípulos, queda claro , que para el Señor nadie esta al margen, nadie es discriminado, nadie queda excluido.

 En aquel tiempo, vio Jesús a un publicano llamado Leví, sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo: «Sígueme». 
Otro punto para nuestra meditación sería colocar la mirada en Mateo ver cómo vivió la invitación, destacar la inmensa alegría con la que reaccionó.

Él, dejándolo todo, se levantó y lo siguió. 
Llama poderosamente la atención la rapidez de la respuesta de Leví a una llamada de Jesús tan exigente y comprometida. Porque Leví tiene un trabajo que da mucho dinero, tiene una familia, tiene su vida asegurada… Y Leví renuncia a todo por seguir a Jesús.
Jesús se fijó, le miró, le llamó por su nombre… Aquel Leví tenía dinero, pero ese oficio era mal visto por la gente, nadie le saludaba, le despreciaban, le insultaban… Y Jesús le saluda, se fija en él, le mira con cariño, y le invita a ser su discípulo. Hacía mucho tiempo que no era querido por nadie de su pueblo.

Leví ofreció en su honor un gran banquete en su casa, y estaban a la mesa con ellos un gran número de publicanos y otros. 
Y hay algo más asombroso todavía: invita a Jesús a un banquete porque esa llamada de Jesús “hay que celebrarla”.
Y murmuraban los fariseos y sus escribas diciendo a los discípulos de Jesús: «¿Cómo es que coméis y bebéis con publicanos y pecadores?» 
Jesús les respondió: «No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores a que se conviertan».

También en este pasaje evangélico el Señor se nos revela como Médico, se nos presenta como el que puede sanar y curar nuestras heridas, que ha venido a buscar lo que estaba perdido, a llamar a los pecadores, a dar su vida como rescate por muchos.



Jesús se fijó, le miró, le llamó por su nombre… Aquel Leví tenía dinero, pero ese oficio era mal visto por la gente, nadie le saludaba, le despreciaban, le insultaban… Y Jesús le saluda, se fija en él, le mira con cariño, y le invita a ser su discípulo. Hacía mucho tiempo que no era querido por nadie de su pueblo.
Y nosotros ¿como respondemos a un encuentro con Jesús?


VIERNES

Llegará un día en que se lleven al novio y entonces ayunarán”.



según san Mateo 9, 14-15 

Jesús, que admira mucho a Juan y se ha entristecido enormemente con su muerte, no quiere que el cristiano sea un seguidor de Juan sino seguidor suyo. “Juan ni comía ni bebía, pero el hijo del Hombre “come y bebe”.

En aquel tiempo, los discípulos de Juan se le acercan a Jesús, preguntándole:

 «¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos a menudo y, en cambio, tus discípulos no ayunan?».

Diríamos que si Juan Bautista es un asceta que vive solo en el desierto, el Hijo del Hombre es “un místico” que convive con la gente. Cristo no quiere llenar su evangelio de “rigor” sino de “amor”.

 Jesús les dijo: «¿Es que pueden guardar luto los amigos del esposo, mientras el esposo está con ellos? 

. Y aquel que ama y se deja amar está siempre en fiesta.

Llegarán días en que les arrebatarán al esposo, y entonces ayunarán».




Los cristianos del siglo XXI tenemos una asignatura pendiente: Estamos acostumbrados a estudiar a Jesús, a trabajar por Jesús, incluso a sufrir por Jesús…Pero no estamos acostumbrados a disfrutar con Jesús.

JUEVES

“ El que pierda su vida por mi causa, la salvará ”


Ayer hemos empezado la Cuaresma. Hasta ahora la liturgia diaria seguía el evangelio de Marcos, paso a paso. 

A partir de ayer y hasta el día de Pascua, la secuencia de las lecturas diarias será dada por la tradición antigua de la cuaresma con sus lecturas propias.

según san Lucas 9, 22-25 

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

El texto de hoy habla de pasión, muerte y resurrección de Jesús y con ello afirma que el seguimiento del Señor implica cargar con la cruz

 «El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer día». 

Jesús en este Evangelio deja bien claro que para él no hay medias tientas: la invitación es a negarse a sí mismo y a tomar la cruz para seguirle.

Entonces decía a todos: «Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz cada día y me siga. 

La Cruz no es un episodio de la vida. Toda la vida debe quedar impregnada del sentido de la Cruz. Aquí no se nos pide que carguemos con la Cruz pesada de Jesús, pero sí debemos construir la Cruz con las mil y mil astillas de cosas que nos molestan, que nos hacen sufrir cada día.

Pues el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa la salvará. ¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero si se pierde o se arruina a sí mismo?».

Hoy se nos invita a reconocer como toda la vida de Jesús se encuentra orientada a la opción por el Reino de Dios y como sus acciones provocaban también disgusto y oposición, lo que trajo sus consecuencias. No obstante, Jesús no se apartó del camino emprendido… hoy nos exhorta a caminar con él.





MIÉRCOLES DE CENIZA



Se trata del primer día de la Cuaresma, un día con historia: en los primeros siglos de la Iglesia existía la práctica de que los «pe­nitentes» (grupo de pecadores que querían recibir la reconciliación al final de la Cua­resma), comenzaban su penitencia pública salpicados de cenizas, vestidos de sayal y obligados a mantenerse lejos hasta que se reconciliaran con la Iglesia el Jueves Santo antes de la Pascua.

Cuando estas prácticas cayeron en des­uso (del siglo VIII al X), quedó el símbolo de la imposición de la ceniza para todos los cristianos, de modo que toda la comu­nidad se reconocía pecadora, dispuesta a emprender el camino de la con­versión cuaresmal






La imposiciòn de la ceniza es una costumbre que nos recuerda que algún día vamos a morir y que nuestro cuerpo se va a convertir en polvo.Nos enseña que todo lo material que tenemos aquí se acaba. En cambio,todo el bien que tengamos en nuestra alma nos lo vamos a llevar a la eternidad.
"Arrepiéntete y cree en el Evangelio



Origen de la costumbre. Antiguamente los judios acostumbraban a cubrirse la cabeza con ceniza cuando hacìan algún sacrificio. En los primeros siglos de la Iglesia, las personas que querìan recibir el Sacramento de la Reconciliación el Jueves Santo,se ponías ceniza en la cabeza y se presentaban ante la comunidad vestidos con un "hábito penitencial". Esto representaba su voluntad de convertirse.

En el año 384 a. C.,la Cuaresma adquirió un sentido penitencial para todos los cristianos y desde el siglo XI, la Iglesia de Roma -el Papa Urbano II- acostumbra poner las cenizas al iniciar los 40 días de penitencia y conversión.

También, fue usado el periodo de Cuaresma para preparar a los que iban a recibir el Bautismo la noche de Pascua,imitando a Cristo con sus 40 días de ayuno.

Las cenizas que se utilizan se obtienen quemando las palmas usadas el Domingo de Ramos del año anterior. Esto nos recuerda que lo que fue signo de gloria pronto se reduce a nada

jueves, 15 de febrero de 2024

CARGAR CON LA CRUZ DE CADA DIA


santo Evangelio según san Lucas (9,22-25) 

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer día.»


En el Evangelio de hoy nos encontramos con el primer anuncio de la Pasión, nos presenta el camino de Ntro. Señor que pasa por el padecimiento: ser desechado, ser ejecutado… nos advierte de la dificultad y de que no será nada fácil, contar con la adversidad, preparados para ir contracorriente. 

 Entre las condiciones de seguimiento, hoy, nos pone delante la necesidad de negarse a sí mismo. Para imitar a Jesucristo el corazón debe estar desprendido de todas las cosas, pero sobre todo de uno mismo.

Cada mañana es una gracia nueva, una invitación de Dios a llegar más lejos en el camino.

 Somos nómadas en el camino de la vida. Cada mañana hay que dar la vida: "Quien quiera seguirme, que se niegue así mismo, cargue con su cruz de cada día y se venga conmigo".

 Cada mañana se nos presenta los dos caminos que conducen, uno a la nada, el otro a la transfiguración:"el que quiere salvar su vida la perderá, pero el que la pierda por mi, la salvará". 

Cada día hay que entrar en el juego del amor, con una fidelidad incondicional a la voluntad de Dios. El discípulo no puede detenerse. 

Siempre esta en camino. Marcha resueltamente con Jesús. Y si le viene la tentación de detenerse, sabe muy bien que esa aparente seguridad solo puede hundirle en la muerte. La vida está siempre en el futuro. Como Dios.


 Entre las condiciones de seguimiento, hoy, nos pone delante la necesidad de negarse a sí mismo. Para imitar a Jesucristo el corazón debe estar desprendido de todas las cosas, pero sobre todo de uno mismo.

MIERCOLES DE CENIZA


HOY MIÉRCOLES DE CENIZA

“ Tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará ” 



san Mateo 6, 1-6. 16-18 

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario no tenéis recompensa de vuestro Padre celestial.

En el Evangelio de hoy se nos invita a actuar para agradar a Dios sin buscar el aplauso de los hombres. Poner al Señor en el centro, y no vivir de cara a la galería, no preocuparnos por la imagen que puedan hacerse de nosotros, de buscar ser bien vistos, que nos consideren, que nos tengan en cuenta, más bien, se nos invita a obrar para la gloria de Dios, con el fin de agradar al Señor.

 Por tanto, cuando hagas limosna, no mandes tocar la trompeta ante ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles para ser honrados por la gente; en verdad os digo que ya han recibido su recompensa. 

Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. 

Cuando oréis, no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vean los hombres. 

Tu Padre que “ve en lo secreto”. Si tuviéramos presente esta indicación del Señor nos debería ayudar a vivir en la presencia de Dios, no para que sea el miedo el motor de nuestras acciones, más bien todo lo contrario, para motivarnos a crecer en el amor,

En verdad os digo que ya han recibido su recompensa. Tú, en cambio, cuando ores, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo recompensará. 

Cuando ayunéis, no pongáis cara triste, como los hipócritas que desfiguran sus rostros para hacer ver a los hombres que ayunan. 

 buscar lo que le agrada, queriendo corresponder a su amor, sabiendo que nos invita a hacerlo por Él y no esperando la paga de nuestras obras, el amor solo busca agradar al amado y ese es el motor que le mueve a obrar, no tiene otro interés. 

En verdad os digo que ya han recibido su paga. Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que tu ayuno lo note, no los hombres, sino tu Padre, que está en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará».

Por tanto, hay que hacerlo todo para la gloria de Dios y no para la nuestra. Busquemos que nuestra caridad y servicio sean por amor.

Otro de los puntos para nuestra reflexión es la llamada a la generosidad. Es verdad que estamos llamados constantemente a dar, -limosna, oración y ayuno-, mejor dicho a darnos nosotros mismos, pero hemos de cuidar como lo hacemos porque no basta en dar, hay que saber dar.