DEL EVANGELIO DEL LUNES DIA 5 SAN LUCAS6 6, 6-11
En aquella sinagoga había un hombre con la mano derecha seca. Había también muchos hombres con el corazón seco.
A Jesús le resultó sencillo curar al de la mano seca, no tanto a los de los corazones secos. Después, mirando a todos en torno, dijo al hombre: Extiende la mano. Extiende la mano.
Lo dice mirando a todos. La mano, y toda la persona, es curada cuando la extendemos.
Extendemos la mano y los brazos y el corazón.
Con la mano extendida recibimos al Señor en la comunión
Y con la mano extendida ayudamos al necesitado.
Con las manos extendidas no puede haber corazones secos.
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