JUBILEO ORDIARIO
Los jubileos ordinarios son aquellos que se celebran a intervalos regulares.
El primer jubileo celebrado en el marco del cristianismo fue anunciado por Bonifacio VIII, al declarar el año 1300 como «Año Santo» y «Año de Perdón de los pecados»: la celebración del jubileo concedía la indulgencia plenaria a cuantos acudiesen a Roma para visitar los grandes santuarios de san Pedro y san Pablo, lo que motivó una movilización de fieles sin antecedentes por su número.
La tradición de celebración de jubileos ordinarios se acentuó en los siglos siguientes, y se celebraron jubileos cada cincuenta años primero, y cada veinticinco años después.
La ceremonia que se observa en Roma para abrir el Jubileo ordinario o Año Santo incluye un conjunto de ritos.
El Papa se dirige a la Basílica de San Pedro para abrir la llamada Puerta Santa, cerrada a cal y canto. Esta puerta solamente se abre para la ceremonia de apertura del jubileo y por este motivo.
El Sumo Pontífice toma un martillo (el mismo que utilizó Pío XI en 1933) y da tres golpes diciendo una fórmula que se inicia con las palabras: Aperite mihi portas justitiae, ingressus in eas confitebor Domino («Abridme las puertas de la justicia; entrando por ellas confesaré al Señor»).
El simbolismo -abatir la puerta con el esfuerzo- significa la dificultad del camino cristiano pero, al mismo tiempo, subraya que una vez traspuesto el ingreso se encuentra la grandeza extraordinaria del amor y misericordia de Dios.
Se derriba la mampostería que cierra la puerta y después el Papa se arrodilla delante de la puerta, mientras los penitenciarios de San Pedro la lavan con agua bendita. Luego, tomando la cruz, se empieza el Te Deum y entra a la Basílica junto con el clero.
Posteriormente tres cardenales legados que ha enviado el Papa a las otras tres Puertas santas las abren con la misma ceremonia. Estas tres puertas están en las Basílicas Papales de San Juan de Letrán,
San Pablo Extramuros
y Santa María la Mayor.
Todo esto se hace en vísperas de Navidad.
Al siguiente día por la mañana el Papa imparte la bendición al pueblo en forma de Jubileo. Expirado el Año Santo se vuelve a cerrar la puerta en la víspera de Navidad y el papa bendice las piedras y la argamasa, pone la primera piedra y doce cajetillas de monedas o medallas de plata y oro, lo cual se ejecuta con la misma ceremonia en las otras tres Puertas Santas.
En tiempos pretéritos se veía durante el jubileo gran multitud de gente que iba a Roma desde todos los puntos de Europa, pero hoy solo lo hacen desde las provincias de Italia porque los papas conceden a todos los países católicos el permiso de poder ganar el jubileo sin necesidad de pasar por Roma.
Jubileo extraordinario?
Es promulgado por algún evento o debido a un motivo de especial importancia; o bien cuando se percibe alguna necesidad como algo urgente o necesario. La duración puede variar, de pocos días a un año.
Entre los jubileos extraordinarios caben mencionar los «Años Santos de la Redención», que se celebran como forma de conmemorar especialmente el sacrificio redentor de Jesús de Nazaret.
El primero se celebró en 1933 por el papa Pío XI.
El último de ellos fue convocado y posteriormente celebrado por Juan Pablo II en 1983, al cumplirse el 1950° aniversario de la Redención.
El papa Francisco anunció el viernes 13 de marzo en la Basílica de San Pedro la celebración de un Jubileo de la Misericordia,
un año santo extraordinario.
Ese jubileo comenzará con la apertura de la Puerta Santa en la Basílica de San Pedro durante la Solemnidad de la Inmaculada Concepción el 8 de diciembre
y concluirá el 20 de noviembre de 2016 con la Solemnidad de Cristo Rey.
El Papa Benedicto XVI convocó dos jubileos especiales, el Año Paulino,
con motivo del bimilenio del nacimiento de Pablo de Tarso,
y el Año sacerdotal, con motivo del CL aniversario de la muerte de Juan María Vianney.
Bendecir (Ritos y gestos - XVI), 1ª parte
Hace 17 horas
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