El actual edificio es el resultado de la unión de tres capillas.
La imagen del Sagrado Corazon, que fue mandado instalar en aquel lugar, por el entonces Obispo Segura Saez, Auspiciado y sufragado por el Obispo Excmo. Sr. D. Pedro Segura Sáez, se erigió un monumento en homenaje al Sagrado Corazón de Jesús para que toda la ciudad quedara bajo su protección.
El Nuncio de Su Santidad en España, Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Federico Tedeschini, bendijo el monumento.
El 14 de noviembre de 1926 se colocó la imagen bendecida del Sagrado Corazón que se encuentra frente al templete del Santuario. Obra de Félix Granda, mide 5,60 metros, es de granito fino y aparece en actitud amorosa, abiertos los brazos y con la mano derecha en actitud de bendecir.
Auspiciado y sufragado por el Obispo Excmo. Sr. D. Pedro Segura Sáez, se erigió un monumento en homenaje al Sagrado Corazón de Jesús para que toda la ciudad quedara bajo su protección. El Nuncio de Su Santidad en España, Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Federico Tedeschini, bendijo el monumento.
cuya imagen se realizo a su costa, y justo a lado de la imagen se levanta el Santuario de Nuestra Patrona, podemos adivirnar en su frente la puerta, que da asceso a lo que ahora llamamos la Cueva del Pastor, que fue la primitiva capilla que Francisco de Paniagua, levanto sobvre la agreste Sierra de la Mosca.
Primera Capilla:
El Santuario data del siglo XVIII y está levantado ahí por Francisco de Paniagua, el cual después de pedir limosna en varios sitios y buscar algún lugar para hacer un Santuario a la Virgen, se refugió en una cueva y colocó la imagen de la Virgen a su lado. Gracias a la cantidad de limosna que recibió, pudo por fin levantar este Santuario.
Entre los años 1621 y 1626, Francisco de Paniagua, un eremita natural de Casas de Millán.
El cual después de pedir limosna en varios sitios y buscar algún lugar para hacer un Santuario a la Virgen, se refugió en una cueva y colocó la imagen de la Virgen a su lado.
Gracias a la cantidad de limosna que recibió, pudo por fin levantar este Santuario.
Comenzó a construir la primera capilla, en donde D. Sancho de Figueroa, Cura de Santa María y amigo de Paniagua, dijo la primera misa el día 25 de marzo de 1626, fiesta de Nuestra Señora de la Anunciación.
El primitivo lugar de culto está localizado, en la actualidad, en el segundo tramo de la nave conocida popularmente como “La Gruta” o “La Cueva”, en el punto en el que está colocada la imagen pequeña de la Santísima Virgen.
Ocupa una superficie en planta de 6’50 por 2’70 metros, con bóveda de medio cañón y una altura de 2’50 metros. Hoy en día se han reconstruido el lecho y la cocina del eremita en dos oquedades allí existentes.
En su interior podemos ver los aparejos que el citado eremita llevaba consigo, cuando pedía limosnas, para levantar una ermita para “HONOR Y GLORIA DE JNUESTRA SEÑORA”.
Esa puerta que mencionábamos antes, es la que da acceso a la cabaña, y si entramos en su interior, nos daremos cuenta rápidamente, que la construyo aprovechando como respaldo los peñascos más elevados de las rocas, colocando la imagen de la Virgen en los alientes de la peñas.
Es así que este hombre comienza su retiro y oración, habitando en gran estrechez y sin más goce, que su soledad y contemplación. Es así que la cabaña.
Servirá como primera capilla de la Virgen de la Montaña. a la que primitivamente se conoció bajo la advocación de Nuestra Señora de la Encarnación y de Montserrat. Es muy posible que Francisco de Paniagua, visitara en alguna ocasión en sus peregrinajes, tierras de Cataluña y visitara a la Santísima Virgen de Montserrat.
Segunda Capilla:
En 1630, Francisco de Paniagua inicia la construcción de un camarín para la Sagrada Imagen, pero el aumento de la devoción hizo que el proyecto de camarín se convirtiera en una segunda capilla.
Paniagua no pudo ver terminada su obra, al sorprenderle la muerte en 1636. No obstante, encargó a su amigo D. Sancho de Figueroa y Ocano, según consta en su testamento, otorgado el día 24 de mayo de 1636, la conclusión de ella, lo que probablemente acaecería en el año 1661.
Para la construcción de esta capilla, se amplió la primera capilla en sentido longitudinal, con el fin de construir en la planta superior habitaciones para el ermitaño y hospedería. Esta segunda capilla corresponde a un poco más del tramo que hoy ocupa el coro principal del Santuario.
Se comienza la construcción de la segunda capilla, que es la parte que ocupa desde las escaleras de asceso a la vivienda del ermitaño hasta un poco mas del bajo coro de la ermita principal, y donde fuera enterrado el anacoreta, Francisco de Paniagua cuando falleciera en el año 1636..
Posteriormente esta capilla se fue incrementando hasta completar la que hoy podemos ver.
Tercera Capilla:
Ante el auge que había tomado el culto a la Virgen de la Montaña, se agranda el Santuario en sentido de profundidad a la segunda capilla, aprovechando los muros de ésta y dando como resultado el estado actual del conjunto.
Las obras son encargadas al maestro Juan Sevillano, que construye la nave central entre 1716 y 1721.
El actual Retablo Mayor, de estilo churrigueresco, se construye en 1724, y entre 1725 y 1727 se realizó el actual camarín.
Dicho retablo se realiza en Salamanca, obra que se atribuye a don Jose Chirruguera, que en entonce se encontraba en la cumbre de su grandeza como arquitecto y escultor, este retablo que vemos en el Santuario de la Patrona de Caceres, tiene cierta semejanza con el de la Iglesia de San Esteban de Salamanca.
La planta de cruz latina es el resultado de la construcción de la Capilla del Cristo de la Salud, junto al Evangelio, en 1754, obra de Pedro Sánchez Lobato, y de la Capilla de Santa Ana, al lado de la Epístola en 1775, obra de Francisco Lobato.
La Capilla del Santisimo Cristo de la Salud, fue construida en 1764. Se aceptaron los planos del maestro Pedro Sanchez Lobato, que importo un total de 23.811 reales y doce maravedíes. Vicente Barbadillo quien realizara el retablo de la Iglesia de San Mateo, también tien su impornta artística en este Santuario, en el retablo de Santisimo Cristo de la Salud, que lo realizo antes de que llegara la imagen, por lo que se ve que se quedo un poco corto en las medidas, siendo dorado por el por Joaquín Rodríguez.
En el lado de la Epístola, se construyo la capilla de Santa Ana, con lo que adquiría la ermita planta de Cruz. Esta obra se realizo en 1775 por el maestro alarife Francisco Lobato que tuvo que abatir grandes peñas y abrir el camino por detrás importando todo 6614 reales el retablo costo 2.850 reales y la subida a la ermita 26.
Ambas capillas presentan retablos dorados donde se exponen al culto sus imágenes titulares. Como curiosidad cabe señalar que el artista Vicente Barbadillo hizo el retablo antes de que la imagen del Cristo de la Salud estuviera en Cáceres y la hornacina le quedó pequeña, aunque pudo ser reparada.
Por tanto, el Santuario, en su actual configuración, consta de coro alto, nave central, camarín y las dos capillas anteriormente citadas.
La nave central del actual Santuario es de estilo barroco y consta de una nave de dos tramos.
La bóveda es muy plana, de arista y resulta de la intersección de dos medias bóvedas de medio cañón. Es meritoria la cúpula gallonada sobre pechinas decoradas con frescos de los cuatro Evangelistas y motivos geométricos al gusto Luís XV.
Concluida la obra, el Santuario (en aquel momento bajo la denominación de Ermita) fue bendecido el día 27 de noviembre de 1721.
Como curiosidad, hay que señalar que el 22 de mayo de 1636 murió Francisco de Paniagua en Cáceres y fue llevado a hombros por D. Sancho de Figueroa y otros tres sacerdotes hasta la ermita donde recibió sagrada sepultura al pie del altar primitivo.
En el siglo XVIII fueron trasladados sus restos al lugar que hoy ocupan delante del altar con una lápida donde se puede leer: ”Aquí yace Francisco Paniagua, fundador de este Santuario”. Es la única persona enterrada en el Santuario.
TEMPLETE
El templete, según consta en los archivos, fue levantado en 1703 por artesanos de la ciudad, según las directrices de la Cofradía, y siguiendo el estilo arquitectónico de la Ermita, siendo entonces Mayordomo Don Francisco del Hierro.
Posteriormente, en el año 1783, fue reconstruido, por un importe de 2.375 reales de vellón, para ser demolido en 1968, seguramente para conseguir un mayor ensanche de la explanada que da entrada a la Ermita. Este Templete sirvió de modelo para algunos construidos en Hispanoamérica.
La construcción actual data del año 1999.
Ese año, con motivo de la conmemoración del LXXV Aniversario de la Coronación Canónica de la Santísima Virgen de la Montaña, Patrona de Cáceres, la Junta Directiva pensó realizar una ofrenda a Nuestra Patrona y dejar así constancia histórica de dicho acontecimiento.
Esta ofrenda no fue pensada como un acto propio de la Junta Directiva, ni siquiera del conjunto de la Real Cofradía, sino que, desde sus inicios, fue diseñada como un homenaje popular de todos los cacereños hacia su madre en el Cielo, la Virgen de la Montaña.
Apoyada en los antecedentes históricos, este hecho nos traslada, no solo al acto de la Coronación, sino también a la conmemoración del XXV y L aniversario de la misma, donde el pueblo de Cáceres dejó constancia del amor a su Patrona, mediante ofrendas como La Corona, el Manto y las Ánforas que luce la Sagrada Imagen, en su bajada anual a la ciudad.
El pueblo de Cáceres, siguiendo esta tradición, quiso ofrendar a su Patrona, a través de su Cofradía, mediante la construcción de un “Templete”. Dicho proyecto partiría de la primitiva edificación que en tiempos hubo, frente a su Ermita, para la presentación de la Sagrada Imagen a todos sus fieles el día de su festividad y romería.
Para la construcción de este “Templete”, la Real Cofradía solicitó la colaboración del Colegio Oficial de Arquitectos de Extremadura, Demarcación Provincial de Cáceres, quien se sumó con agrado al proyecto, organizando un concurso de ideas entre sus colegiados para el diseño del “Templete” y el acondicionamiento integral del entorno del Santuario de Nuestra Señora, La Virgen de la Montaña.
En éste templete es colocada la Virgen de la Montaña, una vez finalizada la procesión que la traslada desde la Concatedral de Santa María hasta su Santuario,
en la fecha de su romería (el primer domingo de Mayo).
Se ha convertido en una tradición desde el año 2008, lanzar monedas dentro del mismo para poder ver cumplidos dos deseos que hay que pedir al lanzarlas. ¡Inténtelo y verá como serán cumplidos!
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