LOS DESCONOCIDOS REYES MAGOS
Oro, incienso y mirra, fueron llevados como ofrenda por su nacimiento a Jesús por tres reyes provenientes de Oriente que guiados por una estrella, llegaron al lugar donde reposaban el bebé y sus padres. Por este motivo en varios países se celebra la llegada el 6 de enero de cada año de los Reyes Magos. ¿De dónde surgen y quiénes eran realmente?
LAS PRIMERAS MENCIONES DE LOS REYES MAGOS
La primera mención de estos personajes aparece en los evangelios canónicos integrados en la Biblia y que adquirirían posteriormente el nombre de Nuevo Testamento. Particularmente es Mateo en su evangelio quien habla de unos magos (no reyes), que habrían llegado orientados por la estrella de Belén hasta el lugar de reposo del recién nacido Mesías.
Sin embargo en el texto no se identifican por nombres ni se revela la cantidad de magos que habrían llegado a adorar al niño. Otros textos, como el evangelio apócrifo de la Infancia de Tomás, creado en el siglo II, narra cómo estos habrían llegado de Persia (actualmente Irán), Babilonia (hoy en día Irak) y Asia con legiones de soldados, de donde habría podido provenir la historia de que eran reyes.
En el siglo XVI surgió la idea de que los Reyes Magos habrían llegado de Europa, Asia y África, hecho que llevó a que estos personajes adquirieran la diversidad étnica que hoy en día ostentan
TEORIAS SOBRE LOS REYES MAGOS
La historia de los reyes magos da un giro inesperado de la mano del sumo pontífice Benedicto XVI, quien en su libro ‘La infancia de Jesús’, revela una hipótesis que apuntaría a la región de los Tartessos –entre Huelva, Cádiz y Sevilla- su punto de origen, mientras explica que como parte de la simbología católica habrían adquirido nacionalidades diversas como una manera de englobar el mundo conocido del siglo XVI.
En cuanto al nombre de cada uno –Melchor, Gaspar y Baltasar-, algunos historiadores señalan al evangelio apócrifo armenio de la infancia, en el que se les llama Balthazar, Melkon y Gaspard, mientras que de acuerdo con Excerpta latina bárbari –texto del siglo V- sus nombres serían Melichior, Gathaspa y Bithisarea. Y aunque la fuerza de la costumbre los ha dado a conocer como magos, no hay constancia que llevaran a cabo ningún acto o práctica de magia. La palabra ‘mago’ parece derivarse del elamita ma-ku-ish-ti, del persa ma-gu-u-sha, el acadio ma-gu-shu, el griego magós y el latín magi. Con estas denominaciones se definía a los sacerdotes de la cultura medo-persa en la época de Dario el Medo, entre 521 y 486 a.C.
El uso del término apunta a diferenciar los magos ya existentes en Israel y el mundo helénico de los sabios convencionales del judaísmo o rabinos, característica que revestiría su rol dentro de los hebreos como autoridades y líderes de opinión en materia religiosa. De hecho para los judíos de la época, Oriente era un sinónimo de Babilonia, por lo que otros estudiosos del tema logran ver a los Reyes Magos como representaciones de los doctores babilónicos de la tradición oral. Sin importar su verdadero origen, es claro que estos personajes se quedaron en la tradición para exaltar el nacimiento del Mesías y rey de los judíos convirtiéndose en claros referentes del espíritu navideño actual.
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