Creación de la Diócesis de Madrid - Alcalá
La inestabilidad política en España hizo que no se pudiera retomar la cuestión hasta 1882, gracias a la colaboración del nuncio en España, Mariano Rampolla y de Benito Isber, Auditor de la Rota Romana. La reina Isabel II instó al papa León XIII para la creación de la diócesis. Pero hasta la muerte del cardenal primado Juan Ignacio Moreno y Maisanove (detractor de la desmembración) no se creó la nueva diócesis, con el nombre de Madrid - Alcalá.
El 4 de abril de 1883 el rey Alfonso XII colocó la primera piedra de la que sería la actual catedral de Santa María la Real de la Almudena.
Fue creada el 7 de marzo de 1884 mediante la bula Romani Pontifices Praedecessores. Aun así, la diócesis sería sufragánea de la de Toledo, perteneciendo a su provincia eclesiástica y así dependiendo en parte todavía del primado de España.
El 19 de junio de 1885 se realiza el acto de desmembración, estableciendo como jurisdicción la provincia de Madrid. León XIII nombró como primer obispo a Narciso Martínez Izquierdo, entonces obispo de Salamanca, tomando posesión el 25 de julio siguiente en la catedral provisional de San Isidro (hoy colegiata de San Isidro).
El mismo año de 1885 se creó el seminario diocesano, dedicado a san Buenaventura. Posteriormente, éste sería el seminario mayor de la diócesis de Alcalá.
La creciente importancia que cobró la diócesis hizo que en 1911 se celebrase en Madrid el Congreso Eucarístico Internacional, lográndose así que la diócesis empezase a cobrar mayor importancia.
De los 6 sucesores de Mons. Narciso, 3 de ellos fueron recibieron el capelo cardenalicio (Ciriaco María Sancha y Hervas, José María Justo Cos y Macho y Victoriano Guisasola y Menéndez). Todos ellos, junto con José María Salvador y Barrera y Prudencio Melo y Alcalde fueron promovidos posteriormente a la archidiócesis de Valencia, a excepción de Mons. José María que fue trasladado a Valladolid.
El último obispo de Madrid - Alcalá sería Leopoldo Eijo y Garay, hasta la fecha el que más tiempo ha ocupado la cátedra episcopal, con poco más de 40 años.
Su largo episcopado fue testigo de la dictadura de Primo de Rivera, la II República, la Guerra Civil, y la consolidación del régimen fraquista en el poder. Además, ostentó a su vez el título de Patriarca de las Indias Occidentales desde 1946, siendo el último en ser nombrado como tal.
Bendecir (Ritos y gestos - XVI), 1ª parte
Hace 18 horas
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