El monasterio de Buenafuente del Sistal se compone de un conjunto de construcciones que albergan las dependencias monacales, de un templo magnífico, y de un conjunto de edificios que en su torno forman una especie de pueblecillo en el que surgen, unas nuevas y otras restauradas, las casas de recogida de ancianos, de ejercicios, de juventudes, y otros usos que sirven para dar vida a aquel poblado con una articulación de servicio a la comunidad.
Lo más interesante del conjunto de Buenafuente es, por supuesto, el templo monasterial. En su origen, fue solamente una pequeña ermita que recogía en su seno a la fuente milagrosa (la Buenafuente) de uso muy anterior, y de culto quizás precristiano.
Se situaba esta ermita junto al terraplén que hoy limita al monasterio por el norte, y se la puso una puerta orientada al norte y su cabecera o presbiterio hacia mediodía.
Pero el templo de Buenafuente se alzó definitivo y grandioso a partir de mediados del siglo XIII, cuando a él llegaron las monjas del Císter. Su planta es rectangular, alargada de levante hacia poniente, de una sola nave, como corresponde a un templo monasterial femenino, en el que nunca había más de un oficiante, y por lo tanto no necesitaba más de un altar.
Por eso su ábside es único, y además ofrece la curiosidad de ser de planta cuadrada, decorado en su muro exterior por un ventanal estrecho escoltado de columnas, capiteles y arcos semicirculares, y un óculo circular en lo alto. La nave consta de cuatro tramos y el presbiterio. El nivel del templo varía según los tramos, siendo más elevado en los pies (correspondiente a la primitiva ermita) y en la cabecera, donde el presbiterio se alza levemente.
En esta iglesia de Buenafuente, destacan algunos elementos de interés. Por ejemplo, el hecho de que la fuente que da nombre al monasterio sigue manando, y lo hace en el interior del templo, en un hueco al que da cobijo el muro de poniente. Existen tres grandes retablos, todos ellos de época barroca: el mayor, presidido por la Virgen titular, iluminado por el óculo o ventanal del ábside, y dos laterales, dedicados a San Bernardo y otros santos cistercienses, con un magnífico escudo heráldico de la monarquía castellano-leonesa.
Al exterior, la iglesia tiene un aspecto fortificado. El ingreso se hace por su cara norte, pues la del sur está adosada al monasterio y clausura. La puerta principal actual es moderna, quizás del siglo XVI, y es muy sencilla, con arco semicircular moldurado apoyado en pilastras.
Otra portada, de similares características, aunque mejor conservada por haber estado siempre a cubierto de la intemperie, aparece sobre el muro sur, permitiendo el paso desde el claustro monasterial (que se adosa al costado sur del templo). Consta asímismo de arco de medio punto, adovelado, y tiene tres arquivoltas, otras tantas columnas a cada lado con sus correspondientes capiteles, y remata con un recercado de bolas, y cornisa apoyada en canecillos.
El conjunto de iglesia y monasterio, del que sobresale la espadaña ade las campanas, y la mole de dependencias de la clausura, la hospedería, etc., es de una apariencia subyugante, muy evocadora, inserta además en un paisaje serrano, alborotado por todos sus costados de montañas y bosques de sabinas.
En la capilla construída recientemente para servir de oratorio de la Casa de Ejercicios, y para el culto diario de la comunidad de monjas, están colocadas las dos mejores piezas escultóricas del monasterio:
el Cristo de la Salud, pieza extraordinaria de estilo gótico, tallada en madera, muy expresiva, y la Virgen denominada "la Francesita" de estilo románico, muy bien restaurados y conservados. Merecen una visita.
Fotos del monasterio...
http://buenafuente.jimdo.com/im%C3%A1genes/
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