Nuestra Patrona, la Virgen de Altagracia, hace su entrada rodeada de el cariño y la devoción de sus hijos que firmemente aguardan y la han acompañado en su venida
para verla durante diez días subida en su altar.
Desde muy pequeños vieron a su abuela esperar a la Virgen con todas las luces de la casa encendidas y ahora ellos esperan a la Virgen igual que hacia la abuela.
De pequeños de la mano de sus padres acompañaron a la Virgen de Altagracia por las calles de Siruela, hoy no les importa el calor y va acompañando a la Virgen, algunos con sus nietos de la mano.
Y lo más entrañable, como una madre cuenta y enseña al Virgencita a su hija de pocos meses , quizás lo mismo que hizo su madre con ella.
Que tu amor hacia ti, Madre de Altagracia, cada día sea mayor.
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