YA ES SEMANA SANTA

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viernes, 31 de enero de 2025

DOMINGO III DEL TIEMPO ORDINARIO

SÁBADO

“ ¿Por qué tenéis miedo? ”



El poder de Jesús no tiene límites: domina las fuerzas de la naturaleza, el cuerpo y alma de los hombres.

según san Marcos 4, 35-41 

Aquel día, al atardecer, dice Jesús a sus discípulos: «Vamos a la otra orilla». Dejando a la gente, se lo llevaron en barca, como estaba; otras barcas lo acompañaban. 

Se levantó una fuerte tempestad y las olas rompían contra la barca hasta casi llenarla de agua. Él estaba en la popa, dormido sobre un cabezal. 

En medio de la tempestad, Jesús estaba dormido en la popa sobre un almohadón, mientras los discípulos remaban desesperadamente. Imagen ésta que refleja bien cómo nuestra situación en ciertos momentos de la vida: mientras nosotros hacemos esfuerzos desesperados por salir de un peligro y sabemos que el Señor está a nuestro lado, nos resulta difícil rechazar el pensamiento o la tentación de imaginar que a Jesús no le importa que nos hundamos.

Lo despertaron, diciéndole: «Maestro, ¿no te importa que perezcamos?».

 Se puso en pie, increpó al viento y dijo al mar: «¡Silencio, enmudece!». El viento cesó y vino una gran calma.

Pero sí le importa. La prueba de que le importa es que está embarcado en la misma barca que nosotros y sacudido y sacudido por la misma tempestad. El Hijo de Dios se metió en nuestro mundo de alegrías y también de sufrimientos e injusticias. Y fue zarandeado como pocas personas lo han sido.

 Él les dijo: «¿Por qué tenéis miedo? ¿Aún no tenéis fe?».

Si se ha embarcado con nosotros, es precisamente para que no nos hundamos. Pero no nos dice hasta cuándo durará la tempestad ni cuándo llegará la calma.

 Se llenaron de miedo y se decían unos a otros: «¿Pero quién es este? ¡Hasta el viento y el mar lo obedecen!».


Y nos dirige la misma pregunta que aquél día: ¿Por qué sois tan cobardes? Aún no tenéis fe?
Señor, estoy demasiado metido en las cosas del mundo, en los trabajos de cada día, en los problemas de siempre. 
Y necesito oír tu palabra que me dice: “Pasemos a la otra orilla”. Es la orilla de la fe, del amor, de la paz. Es la orilla donde yo me encuentro con Dios en la oración. Y quiero agradecerte, Señor, tu invitación: No me has dicho: ¡Pasa a la otra orilla! Sino “pasemos”. Sin ti, todo me asusta, todo me da miedo. Contigo siempre estoy dispuesto a pasar “a la orilla” que me quieras llevar.

VIERNES

“ La semilla germina y va creciendo ”


Las parábolas que se nos comunican hoy nos invitan a seguir trabajando en la construcción del Reino, aunque a veces no veamos los frutos de la siembra

según san Marcos 4, 26-34 

En aquel tiempo, Jesús decía al gentío: «El reino de Dios se parece a un hombre que echa semilla en la tierra. Él duerme de noche y se levanta de mañana; la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo.

Son una invitación a no estar ansiosos o dependientes de los supuestos éxitos o de inmediatas respuestas a nuestros esfuerzos.

Se nos presenta por partida doble para abundar en la virtud de la paciencia, tan ligada a la humildad y, en última instancia, a la esperanza.

 La tierra va produciendo fruto sola: primero los tallos, luego la espiga, después el grano. 

El Reino crece, lentamente, ocultamente, y cuando menos lo esperamos vemos sus frutos. Hoy más que nunca debemos tener confianza y creerle a Dios, pues no somos nosotros quienes hacemos crecer la semilla, sino Él.

Cuando el grano está a punto, se mete la hoz, porque ha llegado la siega». 

Dijo también: «¿Con qué podemos comparar el reino de Dios? ¿Qué parábola usaremos? 

Con un grano de mostaza: al sembrarlo en la tierra es la semilla más pequeña, pero después de sembrada crece, se hace más alta que las demás hortalizas y echa ramas tan grandes que los pájaros del cielo pueden anidar a su sombra». 

También hay que aguardar con paciencia que el grano de pimienta se convierta en un frondoso arbusto bajo cuyas ramas cobijarse

Con muchas parábolas parecidas les exponía la palabra, acomodándose a su entender. 

Todo se lo exponía con parábolas, pero a sus discípulos se lo explicaba todo en privado.

La construcción del reino de Dios también precisa de santa paciencia, de esa espera confiada en que la siembra produzca su fruto llegado el momento. Pero sin angustiarse de que no lo veamos crecer ni, mucho menos, segar.


A veces nos cohibimos de sembrar pensando que nuestra “semilla” es pequeña, no nos atrevemos a anunciar el Reino de Dios, porque “tenemos poco que decir”. 

Ninguna semilla es demasiado pequeña. Si hemos recibido la Palabra de Dios anunciando el Reino, tan solo tenemos que arriesgarnos, atrevernos a regar la semilla. No olvidemos que esa Palabra tiene poder creador, capaz de hacerla germinar aún en las condiciones más desfavorables

JUEVES




según san Marcos 4, 21-25 

En aquel tiempo, Jesús dijo al gentío: «¿Se trae la lámpara para meterla debajo del celemín o debajo de la cama?, ¿no es para ponerla en el candelero?

Las buenas noticias no se pueden silenciar, la buena noticia de Jesús hay que extenderla a los cuatro vientos para que alegre el corazón a cuanta más gente mejor y les haga saborear la felicidad que todos deseamos.

 No hay nada escondido, sino para que sea descubierto; no hay nada oculto, sino para que salga a la luz.

 El que tenga oídos para oír, que oiga». Les dijo también: «Atención a lo que estáis oyendo: la medida que uséis la usarán con vosotros, y con creces. Porque al que tiene se le dará, y al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene».

Jesús quiere que vivamos la fe con tal limpieza y transparencia; que nunca tengamos nada que ocultar. Lo que más convencía al pueblo que seguía a Jesús era la coherencia. Entre lo que predicaba y lo que vivía nunca había ningún desajuste. Eso le diferenciaba de los fariseos hipócritas que compaginaban perfectamente la doble vida.


He tenido la suerte de creer, no me guarde esta fe en el corazón encerrándola con llave. Que yo no me conforme con la luz que entra por la ventana de mi casa, sino que salga fuera, la comparta con los que viven en la calle y en la plaza, y la disfrute con todos en el corazón de la vida.

MIERCOLES

“ El sembrador siembra la palabra ”



según san Marcos 4, 1-20 

El mar, la barca y las playas son substituidos por estadios, pantallas y modernos medios de comunicación y de transporte. Pero Jesús es hoy el mismo de ayer.

En aquel tiempo, Jesús se puso a enseñar otra vez junto al mar. Acudió un gentío tan enorme que tuvo que subirse a una barca y, ya en el mar, se sentó, y el gentío se quedó en tierra junto al mar. Les enseñó muchas cosas con parábolas y les decía instruyéndolos: 

«Escuchad: salió el sembrador a sembrar; al sembrar, algo cayó al borde del camino, vinieron los pájaros y se lo comieron. 

. El sembrador tiene que salir, no puede quedarse en casa. La semilla que no se siembra no puede producir fruto. Y lo propio del cristiano es “salir”. Iglesia en salida no es un invento del Papa Francisco. Iglesia en salida es la Iglesia pensada y querida por Jesús. “Id y haced discípulos a los habitantes de todas las naciones

Otra parte cayó en terreno pedregoso, donde apenas tenía tierra; como la tierra no era profunda, brotó en seguida; pero en cuanto salió el sol, se abrasó y, por falta de raíz, se secó. 

Otra parte cayó entre abrojos; los abrojos crecieron, la ahogaron y no dio grano. 

El resto cayó en tierra 

buena; nació, creció y dio grano; y la cosecha fue del treinta o del sesenta o del ciento por uno».

 Y añadió: «El que tenga oídos para oír, que oiga». 

El que siembra debe sembrar con alegría, con ilusión, con la esperanza de que esa semilla dará su fruto. Y lo sembró todo. Sembró la buena tierra y la mala. Sembró los caminos y los cardizales. Por parte del sembrador, que no quede.

Cuando se quedó a solas, los que lo rodeaban y los Doce le preguntaban el sentido de las parábolas. Él les dijo: 

«A vosotros se os ha dado el misterio del reino de Dios; en cambio, a los de fuera todo se les presenta en parábolas, para que “por más que miren, no vean, por más que oigan, no entiendan, no sea que se conviertan y sean perdonados”». 

Dios, el sembrador, ¿cómo actúa en nuestras vidas? Dios, nos dice Jesús, confía en nosotros porque nos ama. Nos conoce muy bien y, pese a ello, confía en que su acción en nosotros encuentre respuesta, “responsabilidad”. Como buen sembrador va esparciendo la semilla que es su Palabra.

Esa Palabra que no es otro que el mismo Jesucristo. Una vez que la semilla ha sido depositada en el surco, se convierte en algo vivo que tiene su propio desarrollo dependiendo del cuidado que cada persona le proporciona

Y añadió: «¿No entendéis esta parábola? ¿Pues cómo vais a conocer todas las demás?

 El sembrador siembra la palabra. Hay unos que están al borde del camino donde se siembra la palabra; pero en cuanto la escuchan, viene Satanás y se lleva la palabra sembrada en ellos. 

Hay otros que reciben la semilla como terreno pedregoso; son los que al escuchar la palabra enseguida la acogen con alegría, pero no tienen raíces, son inconstantes, y cuando viene una dificultad o persecución por la palabra, enseguida sucumben. 

Hay otros que reciben la semilla entre abrojos; éstos son los que escuchan la palabra, pero los afanes de la vida, la seducción de las riquezas y el deseo de todo lo demás los invaden, ahogan la palabra, y se queda estéril.

 Los otros son los que reciben la semilla en tierra buena; escuchan la palabra, la aceptan y dan una cosecha del treinta o del sesenta o del ciento por uno».

La escena es totalmente actual. El Señor no deja de “sembrar”. También en nuestros días es una multitud la que escucha a Jesús por boca de su Vicario —el Papa—, de sus ministros y... de sus fieles laicos: a todos los bautizados Cristo nos ha otorgado una participación en su misión sacerdotal. 

Hay “hambre” de Jesús. Nunca como ahora la Iglesia había sido tan católica, ya que bajo sus “alas” cobija hombres y mujeres de los cinco continentes y de todas las razas. 

Él nos envió al mundo entero (cf. Mc 16,15) y, a pesar de las sombras del panorama, se ha hecho realidad el mandato apostólico de Jesucristo.


Hoy, Señor, vengo a la oración con un deseo: el deseo de que Tú, deposites en mi corazón la semilla de la fe, la semilla de la alegría, la semilla del amor. Y, una vez que hayas depositado la semilla, necesito que te quedes ahí dando energía para que esa semilla crezca y se convierta en una espiga doblada por el peso de los granos. Y todavía necesito que me ayudes a repartir esa buena semilla en otras personas. Si la semilla se queda en el granero no puede dar fruto.

MARTES

“ ¿Quiénes son mi madre y mis hermanos? ”




san Marcos 3, 31-35

En el uso lingüístico hebreo y arameo se aplicaba el termino “hermano” a los primos y parientes próximos,

En aquel tiempo, llegaron la madre de Jesús y sus hermanos y, desde fuera, lo mandaron llamar. La gente que tenia sentada alrededor le dice: «Mira, tu madre y tus hermanos y tus hermanas están fuera y te buscan».

 Él les pregunta: «¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?».

La respuesta dada por Jesús a su propia pregunta no hay ningún menosprecio por su madre, María, sino que, se evidencia la prioridad que ha de tener el reino de Dios incluso sobre los vínculos familiares.

 Y mirando a los que estaban sentados alrededor, dice: «Estos son mi madre y mis hermanos.

Al proclamar Jesús como familiar suyo a todo el que cumple la voluntad de Dios, muy lejos de rechazar a su propia madre María, está ensalzándola. 

Porque ella fue la primera que cumplió la voluntad de Dios en su vida con su “HAGASE”. Y nadie mejor que ella busco e hizo suya la voluntad de Dios. “Que se cumpla en mí tu palabra”.

El que haga la voluntad de Dios, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre».

Pero Jesús les para los pies con dulzura: sin ofender, pero dejando bien claro que su madre y sus hermanos son los que obedecen la voluntad del Padre. 

Esa es, desde entonces, la piedra de toque de la verdadera filiación como hijos de Dios.



 Hacer la voluntad de Dios es el único camino para convertirse en hermano de Cristo.


LUNES

“ El que blasfeme contra el Espíritu Santo ”


según san Marcos 3, 22-30

A Jesús le están dando palos por todas partes. Le cuestionan todo y van a la yugular. Lo acusan de pertenecer a la esfera del mal, que sus obras por muy buenas que parezcan vienen del reino del Mal

Le disputan a Jesús su obra, imputándola a Satanás en vez de a Dios. Pero el Señor, que lee los corazones de sus oponentes dialécticos, le da la vuelta al argumento con sutileza: si los prodigios que observan son obra de Belzebú, entonces es que le queda poco de reinado al príncipe de este mundo puesto que está contra sí mismo

 En aquel tiempo, los escribas que habían bajado de Jerusalén decían: «Tiene dentro a Belzebú y expulsa a los demonios con el poder del jefe de los demonios». 

El reino de Dios está presente y al hacerse presente inaugura un tiempo nuevo en el que el pecado, el mal que es propio de Satanás, está siendo vencido.

Él los invitó a acercarse y les hablaba en parábolas: «¿Cómo va a echar Satanás a Satanás? Un reino dividido internamente no puede subsistir; una familia dividida no puede subsistir. Si Satanás se rebela contra sí mismo, para hacerse la guerra, no puede subsistir, está perdido. 

Nadie puede meterse en casa de un hombre forzudo para arramblar con su ajuar, si primero no lo ata; entonces podrá arramblar con la casa. 

En verdad os digo, todo se les podrá perdonar a los hombres: los pecados y cualquier blasfemia que digan; pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón jamás, cargará con su pecado para siempre». 

Quien niega el amor implícito que trae la Trinidad es quien merece la condena eterna. Blasfemar contra el Espíritu Santo es tanto como negar su capacidad para convertir el corazón propio y volverlo hacia Dios.

Se refería a los que decían que tenía dentro un espíritu inmundo.


Jesús con su palabra y obra está dando por finalizado el poder del mal en la vida de los hombres. El mal tiene ya fecha de caducidad.
 Ahora bien, hay que optar, la vida siempre nos obliga a tomar partido. Los maestros de la ley con su sabiduría han hecho su opción, han decidido no crecer, no aceptar la novedad del Reino,.
 En cambio, Jesús se ha puesto de parte de la vida y nos recuerda la otra cara de la elección: el sacrificio que nunca es gratuito. Lo que en última instancia se elige es ser más, ser mejor. Y Jesús optó por un determinado estilo de vida, y eso le costó la vida misma: su vida estuvo tejida de múltiples sacrificios y la cruz es la firma final con la que él rúbrica su proyecto de amor.
Jesús con su palabra y obra está dando por finalizado el poder del mal en la vida de los hombres. El mal tiene ya fecha de caducidad.
 Ahora bien, hay que optar, la vida siempre nos obliga a tomar partido. Los maestros de la ley con su sabiduría han hecho su opción, han decidido no crecer, no aceptar la novedad del Reino,.
 En cambio, Jesús se ha puesto de parte de la vida y nos recuerda la otra cara de la elección: el sacrificio que nunca es gratuito. Lo que en última instancia se elige es ser más, ser mejor. Y Jesús optó por un determinado estilo de vida, y eso le costó la vida misma: su vida estuvo tejida de múltiples sacrificios y la cruz es la firma final con la que él rúbrica su proyecto de amor.

 DOMINGO

“ Me ha enviado para dar la Buena Noticia ”


El Evangelio de hoy tiene dos partes. La primera es la introducción al Evangelio; la segunda, ya en el capítulo 4º, el comienzo de la vida pública de Jesús.

según San Lucas 1, 1-4; 4, 14- 21 

Ilustre Teófilo: 

Así comienza Lucas su libro, dividido en dos partes: Evangelio y Hechos de los Apóstoles. Lo dedica al ilustre (Evangelio) o querido (Hechos) Teófilo. Teófilo significa amado de Dios; por eso podemos decir que la dedicatoria es para todos nosotros.

Puesto que muchos han emprendido la tarea de componer un relato de los hechos que se han cumplido entre nosotros, como nos los transmiteron los que fueron desde el principio testigos oculares y servidores de la palabra, también yo he resuelto escribírtelos por su orden, después de investigarlo todo diligentemente desde el principio, para que conozcas la solidez de las enseñanzas que has recibido. 

En aquel tiempo, Jesús volvió a Galilea con la fuerza del Espíritu; y su fama se extendió por toda la comarca. 

Enseñaba en las sinagogas, y todos lo alababan. 

Fue a Nazaret, donde se había criado, entró en la sinagoga, como era su costumbre los sábados, y se puso en pie para hacer la lectura. 

El punto de partida para el mejor conocimiento de la Escritura es la persona de Jesús. Siglos antes de su nacimiento, el profeta Isaías ya le había preparado su programa de vida: Ungido para dar la Buena Noticia a los pobres, para anunciar a los cautivos la libertad y a los ciegos la vista. Para dar libertad a los oprimidos; para anunciar el año de gracia del Señor. Pobres, cautivos, ciegos, oprimidos… No es difícil identificarse con alguna de estas palabras.

Le entregaron el rollo del profeta Isaías y, desenrollándolo, encontró el pasaje donde estaba escrito: «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. 

Me ha enviado a evangelizar a los pobres, a proclamar a los cautivos la libertad, y a los ciegos, la vista; a poner en libertad a los oprimidos; a proclamar el año de gracia del Señor».

 Y, enrollando el rollo y devolviéndolo al que lo ayudaba, se sentó. Toda la sinagoga tenía los ojos clavados en él. 

Nosotros leemos y oramos los mismos textos que Jesús leyó y oró. Intentemos leer y orar el Antiguo Testamento desde el Nuevo; con el Espíritu de Jesús. Leer y orar la Escritura es el mejor medio para identificarnos con el pensar y el sentir de Jesús.

 El texto de Isaías es la clave perfecta para entender la vida y misión de Jesús. Y para entender lo que debe ser la vida y misión de quienes seguimos sus pasos. La mística de ojos cerrados, para ser auténtica, debe ir acompañada de la mística de ojos abiertos. La auténtica interioridad se pone de manifiesto en la más exquisita atención a los prójimos. O todo será un espejismo.

Y él comenzó a decirles: «Hoy se ha cumplido esta Escritura que acabáis de oír».

Los nazarenos no aceptan que la profecía de Isaías tenga perfecto cumplimiento en el hijo del carpintero. Nosotros sí lo aceptamos, aunque a medias. Para que la aceptación sea plena, la Escritura debe ser, como para Jesús, compañera de oración y de vida.


“En Nazaret se encontraron, frente a frente, dos maneras de entender a Dios y su acción en la historia, de entender la fe y la religión. La primera, la de los nazarenos, busca la acción espectacular de Dios y olvida las responsabilidades históricas del ser humanas; cree en un Dios paternalista y nacionalista; y es una religión deshumanizada, milagrera y vengativa. La segunda, la de Jesús, subraya la acción de Dios, pero de un Dios encarnado en el ser humano, al punto que el hombre se transforma en sujeto de su propia liberación, consciente de la presencia del Espíritu dentro de él; y es una religión liberadora, universalista, anunciadora de la gracia y guiada por el Espíritu, que logra cambiar a cada uno y cambiar las estructuras”. (F. Ulibarri)






DON BOSCO Y LOS JÓVENES





"Me basta que sean jóvenes para que los ame"."Aquí entre ustedes me encuentro bien. Mi vida es estar con ustedes"

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"Haced de cuenta que todo lo que soy, lo soy para vosotros. No tengo otro fin que procurar vuestro crecimiento moral, intelectual y físico.

Yo por vosotros estudio, por vosotros trabajo, por vosotros vivo, por vosotros estoy disuesto incluso a dar mi vida".

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"No basta amar a los jóvenes, es necesario que se den cuenta que se los ama. Quien es amado obtien todo, especialmente de los jóvenes".


"Amad, honrad, servid a María. Procurad hacerla conocer, amar y honrar por los demás. No sólo no perecerá un hijo que haya honrado a esta madre, sino que podrá aspirar también a una gran corona en el cielo".

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jueves, 30 de enero de 2025

DON BOSCO




 Juanito Bosco nació el 16 de agosto de 1815, en un pequeño caserío de Castelnuovo D’Asti, en el Piamonte, llamado popularmente “I Becchi”.


La Casa de I Becchi en donde creció el niño Juan Bosco, en la actualidad uno de los más preciados museos de la Congregación Salesiana.

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Siendo todavía niño, la muerte de su padre le hizo experimentar el dolor de tantos pobres huerfanitos de los que se hará padre cariñoso. Pero encontró en su madre Margarita un ejemplo de vida cristiana que incidió profundamente en su ánimo.


A los nueve años tuvo un sueño profético: le pareció estar en medio de una multitud de muchachos entregados a sus juegos, pero algunos de ellos blasfemaban. Rápidamente Juanito se arrojó sobre los que blasfemaban, con sus puños y a patadas para hacerlos callar; pero he aquí que se presenta un Personaje que le dice:

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 “No con golpes, sino con la mansedumbre y con la caridad deberás ganarte a estos tus amigos.. Yo te daré la Maestra bajo cuya disciplina llegarás a ser sabio; y sin la cual, toda sabiduría se convierte en necedad”. El Personaje era Jesús y la Maestra María Santísima, a cuya guía se abandonó toda la vida y la honró con el título de “Auxiliadora de los cristianos”.








Queriendo ser sacerdote para dedicarse enteramente a la salvación de los niños, mientras trabajaba de día, pasaba las noches sobre los libros, hasta que, a la edad de veinte años, pudo entrar en el Seminario de Chieri y ser ordenado Sacerdote en Turín en 1841, a los 26 años.

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En aquellos tiempos, Turín estaba llena de muchachos pobres en busca de trabajo, huérfanos o abandonados, expuestos a muchos peligros para el alma y para el cuerpo.





 Don Bosco comenzó a reunirlos los Domingos, ya en una iglesia, ya en un prado, ya en una plaza, para hacerlos jugar e instruirlos en el Catecismo, hasta que, después de cinco años de enormes dificultades, logró establecerse en el barrio periférico de Valdocco y abrir su primer Oratorio.



 


En él, los muchachos encontraban comida y alojamiento, estudiaban o aprendían un oficio; pero, sobre todo aprendían a amar al Señor. Santo Domingo Savio era uno de ellos.

Agotado en sus fuerzas por el trabajo incesante, enfermó gravemente. Particularmente conmovedor: muchos jóvenes ofrecieron al Señor la propia vida por él. “... Lo que he hecho, lo he hecho por el Señor... Se habría podido hacer más... Pero lo harán mis hijos... Nuestra Congregación es conducida por Dios y protegida por María Auxiliadora”.

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Don Bosco en Barcelona en 1886






Una de sus recomendaciones fue ésta: “Decid a los jóvenes que los espero en el Paraíso...”.


El 31 de enero de 1888 a las 04:45, murió el apóstol de los jóvenes.32 Tenía 72 años, 5 meses y 14 días de edad y había dado todo de sí para dejar una obra sólida para sus pobres muchachos.
 Su cuerpo permaneció en la Basílica de María Auxiliadora



 y después fue sepultado el 6 de febrero en la casa salesiana de Valsalice, pero sus restos serían posteriormente trasladados a la Basílica en donde permanecen en la actualidad.


En 1890 se abrió el proceso de beatificación y canonización de Don Bosco.

El 2 de junio de 1929 (39 años después), Don Bosco fue proclamado beato y el 1 de abril de 1934 (44 años después) fue canonizado por el papa Pío XI.
Su estatua fue puesta en un nicho reservado a los santos fundadores de órdenes religiosas en la Basílica de San Pedro, como había soñado mientras vivía, y está situada por encima de la de San Pedro. A los lados, se encuentra acompañado por dos muchachos: Domingo Savio y Ceferino Namuncurá.

El 1 de abril de 1934, Pío XI, que tuvo la dicha de conocerlo personalmente, lo proclamó Santo.



El cuerpo de san Juan Bosco se encuentra en la Basílica de María Auxiliadora en Turín






miércoles, 29 de enero de 2025

PARÁBOLA DEL SEMBRADOR

Evangelio según san Marcos (4, 1-20) 

 Jesús se puso a enseñar otra vez junto al mar. Acudió un gentío tan enorme, que tuvo que subirse a una barca y, ya en el mar, se sentó; y el gentío se quedó en tierra junto al mar. Les enseñaba muchas cosas con parábolas y les decía instruyéndolos: «Escuchad: Salió el sembrador a sembrar 


Hay tierras buenas y tierras malas, corazones buenos y malos. 

 Como la raíz de la semilla profundiza en la tierra a la que fue arrojada, así la Palabra de Dios ahonda en los corazones, pero sólo afecta al hombre que quiere escucharla.

 Al hombre superficial, al hombre con poca interioridad o preocupado y estresado por las cosas materiales, la semilla de la Palabra no llega a germinar. 

 Solo los corazones que han sido trabajado, quitando las piedras que empobrecen su vida y las zarzas que ahogan su existencia; solo los corazones deseosos de Dios, acogen la Palabra de tal modo que los frutos no se dejan esperar. 

 Así es la Palabra de Dios, no regresa sin haber obtenido resultado. Dios quiere echar raíces en tu corazón. 

El Dios de los cristianos es interioridad. Sin vida interior, sin un corazón puro, la Palabra seguirá sin dar fruto, como ocurre en el corazón de tantos cristianos, en mi corazón. 

¡Cuida tu corazón y deja que Dios entre en él, y ... tu vida florecerá! Seguimos orando con insistencia por la unidad de los cristianos.


la “Parábola del sembrador”. La escena es totalmente actual. El Señor no deja de “sembrar”. También en nuestros días es una multitud la que escucha a Jesús por boca de su Vicario —el Papa—, de sus ministros y... de sus fieles laicos: a todos los bautizados Cristo nos ha otorgado una participación en su misión sacerdotal. Hay “hambre” de Jesús. Nunca como ahora la Iglesia había sido tan católica, ya que bajo sus “alas” cobija hombres y mujeres de los cinco continentes y de todas las razas. Él nos envió al mundo entero (cf. Mc 16,15) y, a pesar de las sombras del panorama, se ha hecho realidad el mandato apostólico de Jesucristo.

domingo, 26 de enero de 2025

TRES MONJES REBELDES

Hoy 26 de enero se celebra la fiesta de los 3 Monjes Rebeldes, los FUNDADORES DE CISTER.

 Roberto, Alberico y Esteban 




 Nuestra historia ha dado el nombre de fundadores a los tres primeros abades que dieron forma e impulsaron el nacimiento de la Orden cisterciense en 1098: Roberto, Alberico y Esteban, aunque con ellos iniciaron esa andadura un grupo de veinte monjes más, salidos del monasterio de Molesmes (Francia). 
Pero dentro del proceso de fundación oficial Alberico ocupa el primer lugar ya que es en su abadiato cuando se aprueba la nueva Orden como tal. De él, como del resto, tenemos pocos datos, pero los que poseemos lo muestran como un luchador y un inconformista ante el modo de vivir la vida monástica en su monasterio de origen, del cual era prior, Desplegó todo su empeño para tratar de contagiar ese celo de renovación y de fidelidad a la Regla de san Benito al resto de sus hermanos de comunidad, actitud que le costó injurias, cárcel y azotes, según afirman los primeros escritos de la Orden.

Su empeño, junto al de otros, dio fruto, y con el propio abad del monasterio, Roberto, pusieron en marcha, no con pocas dificultades, la realidad de lo que ellos llamaron en un comienzo “nuevo monasterio”, por todo lo que suponía esa nueva forma vida de mayor fidelidad monástica, según ellos lo entendían en ese momento. 



En su elección como abad, en el año 1099, se le define como un monje muy erudito en las ciencias divinas y humanas, y amante de los hermanos y de la Regla. Hombre prudente y con visión de futuro, a él le tocó bregar con fuerza para vencer las dificultades que se oponían a esta nueva realidad, y conseguir de la Iglesia la aprobación oficial definitiva que les podía traer la paz para poder asumir de lleno la nueva forma de vida que habían emprendido, en el lugar denominado Císter, y que daría lugar al nombre de “cistercienses”. Su empeño y gestiones dieron fruto y, en 1100, el Papa Pascual II le otorga el privilegio romano con la bula “Desiderium quod”, poniendo a la nueva Orden bajo su protección. Con él el monasterio creció en fama y santidad, dicen los escritos, y murió lleno de gloria por su fe y virtudes, el 26 de enero de 1108, fecha en la que en la actualidad celebramos la solemnidad de nuestros tres fundadores Con esta obra M. Raymond inicia la trilogía titulada La saga de Citeaux y compuesta por Tres monjes rebeldes, La familia que alcanzó a Cristo e Incienso quemado. Con la denominación de «saga», el autor manifiesta su intención de trazar poéticamente la historia de la primitiva Orden cisterciense que, andando los siglos, recibiría del monasterio de La Trappe el nombre de trapense con el cual se conoce a los monjes blancos. En las literaturas nórdicas, la saga es un género equivalente a la epopeya de la Europa meridional y occidental. Pero las sagas suelen carecer de protagonista individual: el héroe en la saga es un colectivo, una familia, una tribu, un pueblo. 




Al narrar la historia de los creadores del Císter, Raymond utilizó aquel antiguo género literario, y, tomando de la vida real unos sucesos extraordinarios, les infundió un aliento poético y legendario del más alto valor emocional. Su intención, al componer la trilogía, fue divulgar la historia de los primeros cistercienses europeos del siglo XII, y la de los primeros trapenses americanos en el siglo XIX. 

En Tres monjes rebeldes, Raymon inicia la narración de la leyenda del Císter, con la salida de un grupo de monjes del monasterio benedictino de Molesme, en busca de un lugar solitario en el que poder buscar a Dios con mayor autenticidad y sencillez, según la Regla de San Benito en su pureza. Los monjes propulsores de este movimiento reformista fueron: Roberto, al que se le debe la orientación más austera del monacato benedictino, Alberico, a quien se debe la primera organización de la observancia típica del Císter y Esteban Harding, el creador del organigrama de la Orden Cisterciense que la constituye como tal. Los monjes propulsores de este movimiento reformista fueron: Roberto, al que se le debe la orientación más austera del monacato benedictino, Alberico, a quien se debe la primera organización de la observancia típica del Císter y Esteban Harding, el creador del organigrama de la Orden Cisterciense que la constituye como tal. Cita con los Santos




Pelicula completa. Los tres monjes rebeldes.


 

viernes, 24 de enero de 2025

TIEMPO ORDINARIO 1º Y 2º Domingo

 DOMINGO 1

BAUTISMO DEL SEÑOR



CONTIGO QUIERO, SEÑOR 
Alcanzar y bajar hacia las aguas del Jordán para sentir que Dios llama siempre a pesar de las dificultades del camino 
CONTIGO QUIERO, SEÑOR Dejar la comodidad de mi casa de mis amigos y trabajos para empeñarme un poco en aquello que el Evangelio necesita de mis manos y de mi esfuerzo 
CONTIGO QUIERO, SEÑOR Renovar mi Bautismo un tanto empolvado por el paso del tiempo Reavivar mi Bautismo un tanto mortecino Fortalecer mi Bautismo a veces débil y acomodado CONTIGO QUIERO, SEÑOR Escuchar mi nombre y una llamada “Tú eres mi Hijo” Para que nunca falte en tu causa buenos testigos que pregonen tu Palabra que pronuncien tu nombre que den testimonio de tu Reino que ofrezcan lo que son y tienen y Dios sea conocido, amado y bendecido en las cuatro direcciones del mundo
 CONTIGO QUIERO, SEÑOR Renovar, levantar, Ilusionar y mejorar Incentivar y alimentar Revitalizar y fortalecer Lo que un día, por la fuerza del Espíritu, me hizo hijo de Dios miembro de su pueblo hijo de la Iglesia testigo de tu Reino: EL BAUTISMO

REFL

 Dios pasa junto a nosotros y nos llama. Si no se le responde, Él puede seguir su camino y nosotros perderlo de vista y de nuestra vida. Sin duda. 
Si respondo tengo
- orar como por necesidad.
- Vengo ante Ti como el leproso, necesitado de tu gracia. Tócame y sáname de todas mis limitaciones: de mi egoísmo, de mi soberbia, de mi vanidad, de mi indiferencia.
- Nada de lo que tengo es mío. Todo es regalo tuyo: la vida, la salud, el amor, la gracia. Enséñame a ser agradecido. Hazme sencillo y humilde,
- Hoy tu  Señor me dices ¿Qué puedo hacer por ti? ¿Qué le dirías? Entrégale al Señor tus sufrimientos para que Él te sane y cure.
Señor, tu llamada, ese hecho tan sencillo e inmenso de que te hayas fijado en mí y me hayas elegido, ha sido lo más bonito que ha ocurrido en mi vida. Hoy necesito encontrarme contigo para darte gracias. No sólo acepto tu llamada, la agradezco y la celebro cada día. Y con el salmista, te digo: “Me ha tocado un lote hermoso. Me encanta tu heredad”. (Salmo 16) En este nuevo año no sólo quiero escuchar tu Palabra sino hacerla vida en mí. Para eso necesito tu gracia. 


DOMINGO II TIEMPOO ORDINARIO



QUE SEA YO BUEN VINO, SEÑOR (2º Domingo T.O.) 
Que ponga palabra oportuna allá donde se desarrolle el desconcierto Que irradie música y alegríac cuando brote el escenario de la tristeza y la angustia 
QUE SEA YO BUEN VINO, SEÑOR Que hable de Ti y de tus hazañas aún en medio de incomprensiones y vacíos Que lleve la esperanza y el optimismo a un mundo que llora perdido Que cargue las tinajas de los corazones de las personas con tu Palabra que todo lo colma y satisface Que convierta el vinagre de muchas historias en el dulce vino de tu fraternidad y de tu Evangelio 
QUE SEA YO BUEN VINO, SEÑOR 
Que, con María, también abra los ojos y descubra los sufrimientos y la escasez el fracaso y tanto aguafiestas que abortan el espíritu festivo de la humanidad el anhelo de fraternidad de este mundo. QUE SEA YO BUEN VINO, SEÑOR 
Y sepa darte gloria, por mis obras Y sepa bendecirte, por tanto signo que realizas Y sepa agradecerte, por tantos dones que regalas Y sepa alabarte, por salir al encuentro del hombre Gracias, Señor, tu vino (el único, el mejor y el más auténtico) alegra la mesa de toda nuestra vida. 
Que en este Año de la Fe, como buen vino, sea capaz de ofrecer tu Palabra con mi voz tu presencia, en mi entrega tu fortaleza, con mi testimonio tu amor, a través de mi caridad tu corazón, por mi comprensión tu reino, en mi forma de entender y de vivir la vida Amén
REFL
Domingo
Caná es para nosotros el lugar donde aprendemos de María. Ella nos enseña una mirada transformadora sobre el potencial que esconde cada persona y nos invita a hacer lo que Jesús nos dice; pues sabe por experiencia que Dios da en abundancia, que Jesús da siempre más. Tenemos tendencia a idealizar el pasado, pero el evangelio nos muestra que lo mejor está aún por acontecer”
Lunes
Jesús nos trae algo novedoso, ¿ qué es ?  Amor. Jesús viene a tu vida a decirte que te ama. Pero no de una forma hueca, como a menudo hacemos esta declaración: ¡es que te amó tanto que se dejó matar en la cruz! Jesús, dame la sabiduría para saber ayunar de todo aquello que pueda disminuir mi fidelidad y la totalidad de mi entrega a la misión que me has encomendado.
Martes
Señor, en este día te pido que me hagas comprensivo con los errores y defectos de los demás. Para eso sólo debo hacer una cosa: mirarme a mí mismo. No necesito buscar escándalos fuera. El escándalo lo llevo en mi propio corazón: no soy coherente, soy duro con los demás, soy demasiado condescendiente conmigo mismo. Hazme bueno para crear bondad a mi alrededor.

Miercoles
Dudas y más problemas.
Con esperanza que me viene dada por el amor de Dios derramado en mi  corazón gracias al Espiritu Santo... descubriendo esto vivire con firmeza y con una esperanza del Corazón de Jesús traspasado en la cruz por mi.
J
La multitud que curaste te sequía para tocarte yo Señor me acerco a Ti..... me has curado y te toco, Que nada me separe de mi tragulo espiritual. 
V

No se trata de acomodarse en el regazo y sentirse a gusto estando con Jesús, en su compañía. Se trata de que la elección de los discípulos los convierte de inmediato en misioneros a los que se les envía a predicar, a anunciar la buena nueva a sus coetáneos. Y eso vale tanto para entonces como ahora. Jesús te ha llamado para ser cristiano, esto es, discípulo suyo. Y ahora te envía a predicar a todo el mundo que ha sido su amor imperecedero el que te ha rescatado.
S
Dios ama a todos y quiere salvar a todos, y por eso llama a algunos, «conquistándolos» con su gracia, para que a través de ellos su amor pueda llegar a todos. La misión del pueblo de Dios es la de anunciar las maravillas del Señor.

CONVERSIÓN DE SAN PABLO

La iglesia, hoy 25 de enero, celebra la fiesta de la Conversión de San Pablo.
Pablo de Tarso (originalmente Saulo), canonizado como San Pablo Apóstol († 67), no conoció en vida -como los apóstoles- a Jesús
Lucas Jordá,

Nació en Tarso y en su juventud fue mandado a Jerusalén, donde fue rigurosamente formado, en la enseñanza de la Ley, por Gamaliel el Viejo.

 Después de algunos años regresó a Tarso, él no se encontraba en Jerusalén cuando Jesús predicaba. Su regreso tuvo lugar poco años después de la pasión de Cristo.



En esta fase de su vida, Saulo fue un fariseo muy activo: fue testigo de la lapidación de Esteban, pues custodiaba la ropa de los asesinos, como nos lo describen los Hechos de los Apóstoles (8, 1-3).


Recibió poco después el encargo de ir a Damasco para apresar a los cristianos de aquélla ciudad (Hech. 9,2), en dicha tarea fue particularmente celoso en el cumplirla y decidido en ir contra la religión cristiana, que comenzaba a difundirse y afirmarse.



Su conversión sucedió en el camino a Damasco, cuando inesperadamente una luz del cielo lo envolvió y cayendo al suelo, escuchó una voz que le decía: “Saulo, ¿porqué me persigues?”.

Y Él: Yo soy Jesús, a quien tú persigues. Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que has de hacer. Los hombres que le acompañaban estaban de pie atónitos oyendo la voz, pero sin ver a nadie” Saulo se levantó del suelo, y con los ojos abiertos nada veía. Lleváronle de la mano y le introdujeron en Damasco, donde estuvo tres días sin ver y sin comer ni beber.”

 


Por revelación de Cristo, el cristiano Ananías fue al encuentro de Saulo, quien recuperó la vista y se convirtió, accediendo al bautismo y predicando en las sinagogas al Hijo de Dios, con gran asombro de sus oyentes. Así el antiguo perseguidor blasfemo se convirtió en apóstol y fue elegido por Dios, como uno de sus principales instrumentos para la conversión del mundo.

DOMINGO II DEL TIEMPO ORDINARIO

 SÁBADO

“ Id por todo el mundo,…a toda la creación ”


según san Marcos 16, 15-18 

El Evangelio de hoy nos presenta el mandato de la misión: “Id al mundo entero y proclamad el Evangelio”. Todo cristiano participa de esta misión de evangelizar, mientras quede alguien, -aunque solo sea uno- , que no conozca el amor de Dios.

En aquel tiempo, Jesús se apareció a los once y les dijo: «Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación. 

El que crea y sea bautizado se salvará; el que no crea será condenado. 

A los que crean, les acompañarán estos signos: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos y, si beben un veneno mortal, no les hará daño. 

Encontrarse con el tesoro, que no es otro, que Cristo, el Señor, el cual, puede dar plenitud a su existencia, y la fe se hace contagiosa, no se puede ocultar, el gozo, la alegría, la esperanza, la paz, el estilo de vida, … tantos dones nos aporta, que es imposible disimularlos o disfrazarlos.

El encuentro con el Señor nos transforma.

Impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos».



Recordando que Él los envió a todas las gentes. Y en ese “todos” de hace más de dos mil años estábamos también nosotros. Jesús nos señala también a no seleccionar quién es digno y quién no de recibir su mensaje y su presencia.

Dios ama a todos y quiere salvar a todos, y por eso llama a algunos, «conquistándolos» con su gracia, para que a través de ellos su amor pueda llegar a todos. La misión del pueblo de Dios es la de anunciar las maravillas del Señor.

VIERNES

“ Llamó a los que le pareció conveniente ”




según san Marcos 3,13-19

El Evangelio de hoy nos dice que para responder a las demandas de una multitud sin fronteras, Jesús elige a un grupo de personas, a las cuales confiere su propia misión y autoridad. 
Es una elección en la que sólo cuenta la voluntad de Jesús, su predilección y su amor. Es una elección con una doble finalidad: para estar con él (formar una comunidad) y para enviarlos a predicar (para trabajar juntos en la Misión

 En aquel tiempo, Jesús subió al monte, llamó a los que quiso y se fueron con él. 

La elección de los apóstoles era un asunto muy importante y Jesús se pasa la noche dialogando con el Padre, barajando los nombres que iba a elegir al día siguiente.

E instituyó doce para que estuvieran con él y para enviarlos a predicar, y que tuvieran autoridad para expulsar a los demonios: Simón, a quien puso el nombre de Pedro, Santiago el de Zebedeo, y Juan, el hermano de Santiago, a quienes puso el nombre de Boanerges, es decir, los hijos del trueno, Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo, Tadeo, Simón el de Caná y Judas Iscariote, el que lo entregó.

Los llamó para que estuvieran con Él”. Antes de enviarlos a predicar deben prepararse. ¿En las escuelas de Jerusalén? No. En la escuela de Jesús. Lo que han aprendido estando con Él, escuchando sus palabras, imitando su estilo de vida, eso va a ser el objeto de su predicación. Les llamó para que le siguieran. El seguimiento de Jesús forma parte esencial a su llamada.


Esto que Jesús hizo con los primeros apóstoles lo hace Jesús siempre con aquellos que va a elegir. Y nos debe dar devoción el pensar que, antes de elegirme a mí, Jesús ha orado por mí al Padre.

JUEVES


según san Marcos 3,7-12

En el Evangelio de hoy nos resalta que al Señor lo seguían una gran multitud, por lo que hacía, por sus obras, esta era su carta de presentación, se iba comunicando y su fama cada vez era mayor, se ha extendido incluso a tierras paganas, como Transjordania, Tiro y Sidón.

 En aquel tiempo, Jesús se retirá con sus discípulos a la orilla del mar y lo siguió una gran muchedumbre de Galilea. 

Al enterarse de las cosas que hacía, acudía mucha gente de Judea, Jerusalén, Idumea, Transjordania y cercanías de Tiro y Sidón. 

El pasaje evangélico nos resalta que eran muchos , todos los que sufrían de algo querían tocarlo para encontrar también la curación e incluso los que estaban poseídos también se postraban ante él.

Encargó a sus discípulos que le tuviesen preparada una barca, no lo fuera a estrujar el gentío. Como había curado a muchos, todos los que sufrían de algo se le echaban encima para tocarlo.

Cuando se tiene un mal, cuando se sufre , uno lo busca, quizás un poco interesadamente, sabe que le puede ayudar, el Señor ha venido como Salvador nuestro, su amor ha llegado hasta el extremo.

 Los espíritus inmundos, cuando lo veían, se postraban ante él y gritaban: «Tú eres el Hijo de Dios». 

Pero él les prohibía severamente que lo diesen a conocer.

Llevado de su amor y de sus entrañas de misericordia desplegaba su poder de curación, sanando a todos los enfermos y agobiados que se acercaban a él. No es extraño entonces que, como dice el evangelio de hoy, “cuando se retiró a la orilla del lago, lo siguió una muchedumbre de Galilea”.


El panorama en 2021 ha cambiado. Vemos que no acuden “muchedumbres” a nuestras predicaciones de Jesús y su evangelio.

Ante esta situación, los cristianos de hoy no podemos batirnos en retirada. No podemos dejar de hablar de Jesús y su evangelio. No podemos privar a nuestros hermanos del tesoro que el mismo Hijo de Dios nos ofrece para vivir, ya en esta tierra, una vida con sentido, con esperanza, con ilusión, antes de poder disfrutar de la felicidad total después de nuestra muerte.

MIÉRCOLES

“ ¿Qué está permitido en sábado? ”



El evangélica de hoy (Mc 3,1-6) nos presenta la culminación del conflicto entre Jesús y los fariseos; entre la ley y el amor, que vimos en el pasaje que leímos ayer.

Dos preguntas bien distintas:

según san Marcos 3,1-6 

Una la de los fariseos: ¿Se puede curar en sábado? A los fariseos sólo les interesa el sábado, el cumplimiento de la ley, la observancia. El hombre, la persona humana, no les interesa

En aquel tiempo, Jesús entró otra vez en la sinagoga y había allí un hombre que tenía una mano paralizada.

La otra pregunta es la de Jesús: ¿Se puede hacer el bien y salvar una vida en sábado? A Jesús le interesa la persona que sufre, la vida en plenitud.

 Lo estaban observando, para ver si lo curaba en sábado y acusarlo. 

Jesús pura misericordia. Porque se apiada de ese pobre hombre con la mano atrofiada que tiene delante y elige curarlo. Por puro amor a ese hombre de la mano paralizada.

Entonces le dice al hombre que tenía la mano paralizada: «Levántate y ponte ahí en medio».

Por eso dice al hombre de la mano seca: “Extiende tu mano”. No andes con la mano encogida, paralizada. Estás reduciendo tus posibilidades. Recobra la libertad de tu mano.

Y a ellos les pregunta: «¿Qué está permitido en sábado?, ¿hacer lo bueno o lo malo?, ¿salvarle la vida a un hombre o dejarlo morir?». 

A Jesús la postura de los fariseos le produce tristeza porque recortan la vida, no dejan que la gente sea libre, no les dejan gozar de la libertad que Dios les ha concedido.

Ellos callaban. Echando en torno una mirada de ira y dolido por la dureza de su corazón, dice al hombre: «Extiende la mano». 

La extendió y su mano quedó restablecida. En cuanto salieron, los fariseos se confabularon con los herodianos para acabar con él.



Obramos como esos fariseos escrupulosos, siempre acechantes, sin darnos cuenta de que somos como ese hombre de la mano enferma. 
Necesitados permanentemente de la misericordia de Cristo, de su compasión amorosa por nuestras limitaciones, nuestras manos rotas, nuestros huesos molidos por el pecado.

MARTES

“ El Hijo del Hombre es señor del sábado ”


según san Marcos 2,23-28 

San Marcos avanza en presentarnos la revelación de la autoridad de Jesús y la ceguera de los dirigentes judíos; del banquete con los pecadores pasamos a tema del ayuno y de éste, al tema del hambre.

Para las autoridades religiosas del judaísmo, el “sábado” era, ante todo, un precepto legal, una obligación que marcaba el descanso de la semana.

Sucedió que un sábado Jesús atravesaba un sembrado, y sus discípulos, mientras caminaban, iban arrancando espigas.

Para calmar el hambre los discípulos de Jesús cortan espigas al cruzar los sembrados, esta situación estaba expresamente aceptada en la Sagrada Escritura para cualquier día de la semana, menos para el sábado

 Los fariseos le preguntan: «Mira, ¿por qué hacen en sábado lo que no está permitido?».

 Los fariseos critican, nuevamente, a Jesús porque permite y tolera más de lo que la tradición concedía, como si menospreciara el sábado. Pero el Maestro Nazareno se defiende y defiende a sus discípulos (as) usando un argumento de la Escritura (Ver 1 Sm 21,1-7), haciéndoles ver que el Rey David, ferviente devoto del Señor se saltó una norma sagrada debido al hambre de él y sus hombres.

Él les responde: «¿No habéis leído nunca lo que hizo David, cuando él y sus hombres se vieron faltos y con hambre, cómo entró en la casa de Dios, en tiempo del sumo sacerdote Abiatar, comió de los panes de la proposición, que solo está permitido comer a los sacerdotes, y se los dio también a quienes estaban con él?». 

La Ley no es un yugo opresivo, sino liberador. La Ley no es imposición, sino don. ¿Quién es Jesús para interpretar la Ley así? Es alguien que tiene más autoridad que el Rey David, es el Hijo de Hombre, dueño y Señor de la enfermedad y del pecado y del sábado y de la Ley.

Y les decía: «El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado; así que el Hijo del hombre es señor también del sábado».


A modo de conclusión necesito mantenerme cerca del Señor para tener las fuerzas de vivir de cara a Él, sin temer ir contra corriente. Se nos vuelve a recordar que la ley suprema del Evangelio es la de la caridad, que no basta quedarse con un cumplimiento aparente o hipócrita de los mandamientos, que no es suficiente cumplir con ciertas cosas y decirse católico mientras en la práctica se sigue pensando y viviendo como pagano.

LUNES

“ ¿Es que pueden ayunar los amigos del esposo? ”



san Marcos 2,18-22


 En aquel tiempo, como los discípulos de Juan y los fariseos estaban ayunando, vinieron unos y le preguntaron a Jesús: «Los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos ayunan. ¿Por qué los tuyos no?». 

Los fariseos se preguntaban por qué los discípulos de Jesús no se ajustaban al «ritualismo» que daba de alguna manera el signo de autenticidad con respecto al maestro.

Jesús les contesta: «¿Es que pueden ayunar los amigos del esposo, mientras el esposo está con ellos? 

Mientras el esposo está con ellos, no pueden ayunar. 

La respuesta de Jesús es simple: porque en adelante, los seguidores de Cristo, no se distinguirán por sus prácticas religiosas, sino por un estilo de vida centrado en el maestro y dirigido por la fuerza del Espíritu Santo.

Llegarán días en que les arrebatarán al esposo, y entonces ayunarán en aquel día. 

Nadie echa un remiendo de paño sin remojar a un manto pasado; porque la pieza tira del manto —lo nuevo de lo viejo— y deja un roto peor.

El vestido viejo y los odres viejos son imágenes de las instituciones de la antigua Alianza.

 El paño sin tundir, los pellejos nuevos y el vino nuevo son símbolos de la gran novedad que Jesús está trayendo al mundo: la nueva Alianza. Una nueva era se está iniciando,y a una era nueva deben responder formas e instituciones nuevas

 Tampoco se echa vino nuevo en odres viejos; porque el vino revienta los odres, y se pierden el vino y los odres; a vino nuevo, odres nuevos». 



Lo que viene a traer Jesús es tan novedoso, está tan fuera de lo que era, es tan espectacular que no cabe encasillarlo en nada de lo ya conocido.
 ¿Y qué es esa novedad que no puede sujetarse a nada de lo existente? Amor. Jesús viene a tu vida a decirte que te ama. Pero no de una forma hueca, como a menudo hacemos esta declaración: ¡es que te amó tanto que se dejó matar en la cruz! 

Jesús, dame la sabiduría para saber ayunar de todo aquello que pueda disminuir mi fidelidad y la totalidad de mi entrega a la misión que me has encomendado.

DOMINGO

“ Haced lo que él os diga ”


El evangelista Juan, Caná ocupa un lugar significativo en su obra. Es el pórtico del primer signo que va a manifestar a aquellos que ha llamado para que estuvieran con Él y luego anunciarán la Buena Noticia del Reino.

según San Juan 2, 1-11 

En aquel tiempo, había una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. Jesús y sus discípulos estaban también invitados a la boda. 

Faltó el vino, y la madre de Jesús le dice: «No tienen vino». 

Podemos hacer de estas tres palabras el lema de nuestra vida. A María no se le ocurre decir no tenemos vino, porque ellos sí lo tienen. El vino es la alegría del Evangelio. Un vino con el que desaparecen reservas, temores, tristezas, rutinas, pesimismos. Juan, más tarde, se hará eco de estas palabras de María cuando dice: Os escribimos esto para que nuestro gozo sea completo (1 Jn 1, 1-4).

Jesús le dice: «Mujer, ¿qué tengo yo que ver contigo? Todavía no ha llegado mi hora». 

Su madre dice a los sirvientes: «Haced lo que él os diga». 

El Evangelista quiere que la Madre ocupa el centro del relato: allí estaba la madre de Jesús; también Jesús estaba invitado. Por seca que parezca la respuesta de Jesús, ella sabe que a una madre no se le niega nada. Y está empeñada en que todos los que participan en la fiesta de la vida disfruten del mejor vino. ¡Qué cosa tan triste una vida carente de vino, de sentido, de buena salud! La manifestación de la gloria de Jesús o, dicho de otro modo, la salvación gratuita y universal, pasa a través de la Madre.

Había allí colocadas seis tinajas de piedra, para las purificaciones de los judíos, de unos cien litros cada una. Jesús les dice: «Llenad las tinajas de agua». Y las llenaron hasta arriba. Entonces les dice: «Sacad ahora y llevadlo al mayordomo». 

Para que el agua se convierta en el mejor vino, hay que sacarla de las viejas tinajas de piedra. No se trata ya de relacionarse con Dios como siervos que cumplen órdenes. Se trata de relacionarse con Dios como hijos con papá.

Ellos se lo llevaron. El mayordomo probó el agua convertida en vino sin saber de dónde venía (los sirvientes sí lo sabían, pues habían sacado el agua), y entonces llama al esposo y le dice: «Todo el mundo pone primero el vino bueno y, cuando ya están bebidos, el peor; tú, en cambio, has guardado el vino bueno hasta ahora». 

Este fue el primero de los signos que Jesús realizó en Caná de Galilea; así manifestó su gloria y sus discípulos creyeron en él.


Caná es para nosotros el lugar donde aprendemos de María. Ella nos enseña una mirada transformadora sobre el potencial que esconde cada persona y nos invita a hacer lo que Jesús nos dice; pues sabe por experiencia que Dios da en abundancia, que Jesús da siempre más. Tenemos tendencia a idealizar el pasado, pero el evangelio nos muestra que lo mejor está aún por acontecer” (