«Mirad que yo os envío como ovejas entre lobos; por eso, sed sagaces como serpientes y sencillos como palomas.
Del santo evangelio según san Mateo 10, 16-23
Jesús hace saber a los suyos la otra cara inevitable y necesaria de la misión, la de la hostilidad y la persecución.
Al fondo de la misión está la cruz. Eso es lo que el Evangelio de hoy nos quiere significar con esa sucesión de metáforas animales.
Oveja mansa entre lobos despiadados, serpientes despabiladas que se revuelven y palomas sin preocupaciones. Perspicacia, sencillez, mansedumbre… parece un catálogo de cualidades para aspirar a un puesto directivo en una multinacional… puesto del revés.
Son palabras duras y es que el Evangelio de Jesucristo no es un simple discurso ni mucho menos un tratado. El Evangelio no te deja indiferente: se está a favor o en contra de él. El "Sígueme" significa 'inmediatamente, sin retorno', por eso la misión está indisolublemente unida a la fe y tiene que asumir el peligro y las contradicciones.
Los discípulos no serán verdaderos "seguidores" de Jesús en tanto no hayan sido capaces de recorrer todo el camino, hasta llegar a la contradicción, hasta alcanzar el Gólgota.
Tienen que llegar a ser bautizados con el fuego, han de beber de la copa, para poder transmitir el testimonio de la verdad:"solo el que persevere hasta el final se salvará".
En definitiva, han de ser como el Maestro. ¡Dios mío qué lejos estamos tus discípulos del siglo XXI!
A veces pienso que soy un cristiano solo de nombre, sin apenas haber sufrido por Ti y el Evangelio. Una fe cómoda, un servicio a mi medida y un compromiso que no me supone mayor esfuerzo. ¿Qué será de mi cuando llegue "la prueba"? Señor que tu Espíritu me asista y me haga salir de esta fe 'adomesticada' que no afecta a mi vida. Una fe 'ni fu, ni fa'.
Pero aun así, merece la pena. ¿Te embarcas?
Puedo caminar seguro, Cristo, por esta vida, aún entre medio de lobos porque se sé que no estoy nunca sólo. Dame fuerzas para crecer en mi vida de unión contigo; que tenga más fe y esperanza para aceptar lo que me pidas, que tenga más amor para quererlo intensamente y que tenga fortaleza para llevarlo adelante. Quiero serte fiel, Señor, cuando llegue la prueba, dame tu gracia y eso me basta.
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