EL QUE OYE LA PALABRA Y LA COMPRENDE
esta parábola tiene que hacernos reflexionar sobre mi vida y mis actitudes respecto a Dios, el Decálogo, el Mandamiento nuevo del Amor y cómo puedo hacerlo Vida en mi vida y en la de mis hermanos los hombres, tanto los que están en el camino como los que están entre las zarzas... y esperar confiados en que mi palabra y mis actos lleven en verdad al Señor a este mundo difícil al que nos toca amar y servir.
Dios nos necesita, aunque todo o casi todo lo haga Él.
"Sólo Dios puede dar vida; pero tú puedes ayudar a transmitirla.
Sólo Dios puede dar la fe; pero tú puedes dar tu testimonio.
Sólo Dios es el autor de la esperanza; pero tú puedes ayudar a tu amigo a encontrarla.
Sólo Dios puede dar amor; pero tú puedes enseñar a otros cómo se ama.
Sólo Dios puede hacer lo imposible; pero tú puedes hacer lo posible.
Sólo Dios hace que bajo el sol crezcan los trigales; pero tú puedes triturar ese grano y repartir ese pan. Sólo Dios puede impedir las guerras; pero tú puedes no reñir con tu mujer o tu hermano.
Sólo a Dios se le ocurrió el invento del fuego; pero tú puedes prestar una caja de cerillas.
En realidad, ya ves que Dios se basta a sí mismo; pero parece que prefiere seguir contando contigo, con tus nadas, con tus casi nadas". (José Luis Martín Descalzo)
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