EL PARROCO
Pastor propio de la parroquia, encomendado por el obispo diocesano para que cumpla las funciones de enseñar, santificar y regir,.
Cuenta con la cooperación de presbíteros o diáconos y también con la ayuda de fieles.
El vínculo intrínseco con la comunidad diocesana y con su Obispo, en comunión jerárquica con el Sucesor de Pedro, asegura a la comunidad parroquial la pertenencia a la Iglesia universal. Se trata, por tanto, de una pars dioecesis (67) animada por un mismo espíritu de comunión, por una ordenada corresponsabilidad bautismal, por una misma vida litúrgica, centrada en la celebración de la Eucaristía (68) , y por un mismo espíritu de misión, que caracteriza a toda la comunidad parroquial.
la parroquia, que es como una célula de la diócesis, debe ofrecer «un claro ejemplo de apostolado comunitario, al reducir a unidad todas las diversidades humanas que en ella se encuentran e insertarlas en la universalidad de la Iglesia»
EL PARROCO UN SACERDOTE
Que reza por nosotros y necesita nuestras oraciones.
En estos tiempos donde todo vale y.....¿como Dios es bueno?.... no necesitamos sacerdotes ni que recen por nosotros.
Yo y quizás tu, rezamos por ellos y sabemos que necesitamos sus oraciones.
Ellos son hermanos nuestros que han surgido en nuestros pueblos. Son como nosotros barro fragil y han respondido a una llamada a su puerta y han respondido con un gran SI a Jesús.
Sois las manos de Cristo y regalais tesoros muy apreciados:
- La Palabra de Dios - La gracia del Bautismo
- El don del Espíritu Santo - El perdón.
y sobre todo el consuelo a los enfermos.
Caminan a tu lado y a mi lado como hermano que nos habláis de Dios y de la cruz y a veces abris vuestro corazón y lo abrís con las ramas del calvario para acogernos, animarnos y acurárnos.
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