El Sabbath
Es el día de la semana señalado en la religión judía. tradicionalmente dedicado al descanso, la oración y el estudio.
Puesto que para el cálculo judío el día comienza y acaba al atardecer, el Sabbath empieza en la puesta del sol del viernes y finaliza al anochecer del sábado.
Este espacio de tiempo sagrado es acotado simbólicamente del resto terrenal de la semana mediante el encendido de velas tanto al principio como al final.
Celebracion familiar
El Sabbat es una celebración muy familiar y todos los miembros suelen reunirse para conmemorar este día. Su dimensión sagrada hace que el Sabbat deba entenderse como una jornada especial, de unión familiar y de respeto hacia el Creador. Por este motivo, es un día en el que es habitual leer la Torá y sus mandamientos.
La víspera del Sabbath las familias preparan un guiso tradicional, la adafina o hamin, que es mantenido caliente sobre un rescoldo de brasas para ser consumido durante la fiesta.
Por la mañana del Sabbath se acude a la sinagoga para leer la parashah, la parte de la Torá asignada a esa semana, así como de un pasaje complementario de los textos proféticos.
El precepto del Sabbat está recogido concretamente en el Éxodo, en el capítulo 20 y en los versículos del 8 al 12. El cumplimiento de este mandato de la Torá (el texto hebreo que es la base de la Biblia para los cristianos) se extiende a todas las variantes del judaísmo y, al mismo tiempo, sirvió como modelo para el día de descanso entre los cristianos, en este caso el domingo.
El Sabbath surgió originalmente como un día de descanso de cada siete, siguiendo el ejemplo de Dios, que reposó un día tras la creación del mundo.
Encuentro de una comunidad judeo-alemana junto a la sinagoga en sabbat, grabado s. XVIII.Para la Torá el descanso del Sabbath es un precepto de obligado cumplimiento. Sólo la oración y el reposo está permitidos, existiendo una lista de época talmúdica con 39 actividades prohibidas, derivadas de la lista de las actividades realizadas durante la construcción del Templo de Jerusalén. Aunque la interpretación de estas prescripciones ha sido frecuente motivo de disputa, en términos generales se prohíbe trabajar, tocar dinero, hacer fuego, cocinar o curar una herida. Asunto de especial atención por parte de los fariseos, discutían incluso sobre si podía ser ingerido el huevo de una gallina puesto en sábado.
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