COGERÉ TU CRUZ, SEÑOR
Pues su madera, bien lo sé, Jesús,
que es escalera que conduce a la Resurrección.
Tomaré tu cruz, Señor, pues su altura,
es altura de miras para los que creen en otro mundo
para los que esperan en Dios
para los que, cansándose o desangrándose,
saben compartir y entregarse en los demás.
Llevaré tu cruz, Señor, pues sus clavos,
traspasan la carne pero no matan la fe.
Es la fe, quien a la cruz,
le da otro brillo y hasta otro color:
ni es tan cruel ni es definitiva.
Después de la cruz, vendrá la vida.
¡Dame tu cruz, Señor!
Merece la pena arriesgarse por Ti
Merece la pena sembrar en tu campo
Merece le pena sufrir contratiempos
Merece la pena adentrarse en tus caminos
sabiendo que, Tú, los recorriste primero.
¡Cogeré tu cruz, Señor!
Enséñame dónde y cómo
Indícame hacia dónde
Háblame cuando, por su peso,
caiga en el duro asfalto.
Quiero fundirme a tu cruz, Señor,
porque bien lo sé, hace tiempo que lo aprendí
que ideales como los tuyos
tienen y se pagan por un alto precio
Quiero asirme a tu cruz, Señor,
porque es preferible en el horizonte de los montes
ver tu cruz que el vacío del hombre errante
Y es que tu cruz, Señor,
mientras el mundo da vueltas
ella siempre está mirando hacia lo alto
y elevándonos hacia las cotas celestes
Amén J.Leoz
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