GESTOS DE AMOR Y AGRADECIMIENTO
En su homilía Mons. Martínez ha hablado “del amor como corazón de la fiesta del Corpus, fruto del amor infinito de Dios y siembra de ese amor en nuestras vidas”. “Cuántos gestos de amor se han vivido, incluso entre personas no practicantes o no creyentes”, señaló. “Estamos hechos para el amor, el Espíritu del Señor lo hace aflorar donde quiere”, explicó D. Javier, quien ha agradecido públicamente la entrega de tantas personas en este tiempo de pandemia, como los sanitarios en su conjunto o profesores, por mencionar algunos, pero extensibles también a muchas personas anónimas que se han unido para colaborar en lo que estaba en su mano en este tiempo de sufrimiento.
En el contexto actual de pandemia, D. Javier ha invitado “a no olvidar lo bueno y bello que hemos vivido estos días, en los que ha aparecido lo mejor (y lo peor también en algunos caso), pero el amor del Señor es infinitamente más grande”. “Ahora nos toca en la vida ordinaria, en lo que se llama la ‘nueva normalidad’, quiera Dios que sea lo más normal posible, pero va a haber mucho sufrimiento, muchas personas necesitadas”. Ha recordado a las organizaciones dedicadas a mitigar esa necesidad, pero ha invitado a los fieles a implicarse en las necesidades de quienes tengamos más cerca, porque “el amor sólo funciona cuando es capilar, cuando es la forma de vida de un pueblo”. En este sentido, ha recordado el trabajo de distintos monasterios y parroquias de la diócesis, con implicando de todo el pueblo, colaborando para hacer batas y mascarillas en los momentos más duros de la epidemia. “Quiero agradecer todos esos gestos y a todos los que han contribuido de un modo o de otro en este tiempo que ha sido especialmente difícil para tantas personas”. También ha recordado a quienes han fallecido y quienes sufren como consecuencia de la pérdida de seres queridos.
En sus palabras durante la homilía, nuestro arzobispo ha comunicado a los fieles la próxima celebración de una Eucaristía funeral para rezar por las víctimas del coronavirus de nuestra diócesis, especialmente por nuestros ancianos, y por sus familias. Esta misa funeral se celebrará en la Catedral y está prevista para el 30 de junio, a las 20 horas.
Bendecir (Ritos y gestos - XVI), 1ª parte
Hace 17 horas
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