A Ti venimos, Señora de Altagracia, Siruela entera te reza en su canción.
Te está diciendo que eres nuestra Madre, Que cada hijo te da su corazón.
Desde tu trono, un trono en las alturas, diariamente durante los días que estás cerca de nosotros, las visitas de tus hijos de Siruela son muchas.
Visita de los ancianos de la residencia.
Aunque tus hijos se vayan lejos, Jamás reniegan de tu calor. Tú sabes, Madre, que te recuerdan, En la alegría y en el dolor
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