La antigua Colegiata de Cangas de Morrazo está ubicada en la ciudad de Cangas de Morrazo. La mayor parte de la construcción data del siglo XVI, aunque se cree que el primitivo templo se remonta al menos un siglo más atrás.
Durante casi 500 años ha vivido modificaciones y aportaciones de cada época y estilo, sufrió modificaciones en 1585 y entre 1901-1921
Historia
Se desconoce la fecha exacta de la construcción anterior a la que hoy se conserva. La actual data de principios del siglo XVI. Fue elevada por el papa Paulo III, en 1545, al rango de Colegiata de Santiago de Cangas.
La fachada, la parte más valorada del edificio, sin embargo, no se levantó hasta 1585, siendo proyectada por Jácome Férnandez.
La torre distribuida en dos cuerpos es del siglo XVIII.
Destaca su fachada plateresca del siglo XVI con cuerpos de dobles columnas jónicas y corintias estrelladas
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Los cuatro evangelistas en bajo relieve, con bustos y figuras, todo coronado por el Padre Eterno en el centro de un frontón
Sobre su única puerta de entrada tiene un gran rosetón y en ambos lados unos contrafuertes.
En el perímetro de los tejados se encuentra la presencia de gárgolas labradas de forma realista. En lo que a su fachada se refiere, es una de las mejores muestras de la arquitectura y escultura renacentistas de toda Galicia.
Las esculturas están dañadas por la erosión y las inclemencias meteorológicas que ha borrado lo principales rasgos de las esculturas.
Características
De planta basilical, una vez que entramos en el interior nos sorprenden las bóvedas estrelladas sobre altas y recias columnas que coronan las tres naves de las que consta, además de A Capela Maior, también con bóveda estrellada de muchas claves y su espectacular retablo barroco construido en 1744, entre cuyas imágenes destaca un Santiago ecuestre y otro peregrino.
Hay una extensa y curiosa inscripción testamentaria en el muro de la derecha y, en el exterior contrafortes en las esquinas, crestería oxival degenerada, gárgolas y pináculos.
Se trata de un templo con planta de cruz latina de tres naves.
El crucero de una sola nave muy ancha, posee unos brazos poco profundos. Carece de cimborrio y, en su lugar, se alza una azotea balaustrada y profusamente decorada.
Abundan, también, los contrafuertes que sostienen las presiones de las bóvedas interiores.
Interior de la Iglesia
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El interior se encuentra dividido en tres naves de gran altura, divididas por sendas columnatas de orden jónico.
La nave central se cierra con bóvedas de crucería sexpartitas. Mientras, las naves laterales se cubren con bóvedas de crucería cutripartitas. Todas estas cubiertas tienden al apuntamiento gótico, pero sin llegar a exagerarlo. La decoración interna de los nervios también remite al gótico flamígero.
El crucero dispone de una sola nave, tan ancha como la nave central del tramo principal. Se cubre, como esta con bóvedas de crucería sexpartitas.
La Colegiata cuenta con una Capilla Mayor con un retablo barroco del año 1744 y otras capillas laterales con tallas de gran valor artístico, entre los pilares adosados, reflejo interno de los contrafuertes externos.
Pero sin duda ninguna disfruta de tanta devoción como el Stmo. Cristo del Consuelo, excelente muestra del naturalismo barroco español, esculpido por Juan Pintos en el 1796.
En talla, destaca la figura del Cristo del Consuelo ejecutada por Juan Pintos en 1796.
La Ex-colegiata dispone de otras seis capillas, en las que podemos contemplar tallas de enorme valor artístico, siendo la más afamada el «Cristo que no quiso arder», que según el decir popular sobrevivió milagrosamente en 1617 al incendio de la Colegiata por parte de los piratas turcos.
Pero sin duda ninguna disfruta de tanta devoción como el Stmo. Cristo del Consuelo, excelente muestra del naturalismo barroco español, esculpido por Juan Pintos en el 1796.
Esta hermosa iglesia recuerda muchísimo a la Basílica de Santa María de Pontevedra, de mayores proporciones. Las cresterías exteriores son iguales, y las naves interiores muy similares, aunque las columnas son diferentes, siendo lisas y cilíndricas en la de Cangas.
Los dos templos fueron pagados por las cofradías de pescadores y construidos en la misma época.
En la plaza lateral de la Ex-colegiata encontramos la «fuente de la Colegiata». También llamada popularmente «Fonte del Caballo», se trata de una escultura en granito hecha por Ignacio Cerviño en 1890, y representa una escultura de Santiago Matamoros, es decir del apóstol Santiago en la batalla de Clavijo (año 844).
Está tallada en una sola pieza. Cerviño es autor también del Panteón de Ranqueta (situado en el cementerio de Cangas) y del Crucero de Hío, entre muchas otras obras que tiene en el ayuntamiento.
A modo de anécdota decir que en el año 2008, el escultor Manuel Coia, restauró la mano de la imagen de Santiago, dañada de muchos años atrás, y al poco tiempo de recuperar la mano y la espada, fueron atacadas en un acto de vandalismo y actualmente vuelve a estar sin ellas.