Sol entrar miramos hacia arriba y contemplar altas, muy altas, las bóvedas, los pilares y las numerosas cristaleras que adornan techo y parte superior de las paredes.
http://hispanismo.org/cultura-general/17609-la-catedral-de-sevilla.html
Enfrente de la entrada, precisamente a los pies del recién restaurado pilar 5C del Trascoro, se ha colocado temporalmente la estatua de Juan Pablo II, obra del imaginero Juan Manuel Miñarro, a la espera de su definitiva ubicación en las calles de Sevilla.
La situación final ha sido frente a la Puerta de los Palos de la catedral, junto al muro del convento de la Encarnación.
Siguiedo las agujas del reloj, iremos viendo las numerosas capillas y altares que rodean el templo,
1 CAPILLA DE SANTA ANA, DE MARACAIBO
Se llama igualmente Capilla de los Marmolejo, en honor a su fundador Diego Hernández Marmolejo, arcediano de Écija.
El altar de esta capilla se encuentra elevado sobre una tribuna cerrada con una balaustrada de hierro; tras ella, puede contemplarse un retablo pictórico realizado en 1.504 y dedicado a San Bartolomé.
Se desconoce quién fue su autor, aunque un análisis detallado de sus características ha determinado que el trabajo es obra de dos artistas diferentes que no se han podido identificar.
En el banco del retablo aparecen distintas escenas de la Pasión de Cristo, Flagelación, Camino del Calvario, Crucifixión, Descendimiento y la Piedad.
En el primer cuerpo pinturas de varios santos: Santiago el Mayor, San Blas, San Bartolomé, San Nicolás y San Sebastián.
En el segundo cuerpo, dedicado a María, están representados San Juan Bautista, Santa Ana, La Virgen con el Niño, Santa Marta y San Miguel Arcángel.
Otro elemento destacable de esta capilla es la imagen pintada sobre tabla del Cristo de Maracaibo, realizada en 1.560 y atribuida a Pedro de Villegas Marmolejo.
A sus lados, hay relieves de la Virgen y San Juan. Anteriormente formaba parte de uno de los primeros retablos neoclásicos de la ciudad pero, ya en el siglo XX, se integró en un retablo realizado por Joaquín Bilbao en 1.919.
Otro elemento destacable de esta capilla es la imagen pintada sobre tabla del Cristo de Maracaibo, realizada en 1.560 y atribuida a Pedro de Villegas Marmolejo. A sus lados, hay relieves de la Virgen y San Juan.
Anteriormente formaba parte de uno de los primeros retablos neoclásicos de la ciudad pero, ya en el siglo XX, se integró en un retablo realizado por Joaquín Bilbao en 1.919.
El Cristo de Maracaibo se encontraba situado inicialmente en un retablo cercano a la Puerta de San Miguel, que había dotado en 1.561 María de Vejarano.
Sin embargo, en mayo de 1.794, ante el auge que tomó la veneración a este Cristo, el Cabildo decidió buscarle un nuevo emplazamiento que, tras varios intentos (Capilla de San Laureano, Capilla de los Cálices), fue fijado definitivamente en la Capilla de Santa Ana.
A la derecha del retablo Imnaculada y Virgen con el Niño
Se inauguró el domingo catorce de febrero de 1.796, cuatro días antes de la llegada del Carlos IV y su corte a Sevilla, con una misa a cargo del canónigo Juan López Becerra, gran promotor del culto a esta imagen y seguramente pariente mío.
En el muro derecho está el sepulcro del que fuera arzobispo de Sevilla y cardenal, Luis de la Lastra y Cuesta, esculpido por Ricardo Bellver en 1.880.
La figura del cardenal se encuentra de rodillas apoyada sobre un reclinatorio.
Son de destacar los pliegues de la capa esculpidos en mármol. Se cuenta que el cardenal, hombre de buen comer y de buen beber, era "hombre de peso", y no solo por su influencia política, sino por su considerable porte, ya que llegó a pesar ciento cincuenta quilos, lo que le provocaba continuas crisis de apoplejía y considerable dificultad en la dirección de la diócesis
Adornan esta capilla una Inmaculada de la escuela de Murillo, A
braham y los tres ángeles, atribuida al pintor flamenco del siglo XVII Van Diepenbeek, y un Cristo servido por los ángeles, obra sevillana atribuida a Jerónimo Ramírez sobre 1.625.
También hay dos trabajos en cobre, de origen flamenco y autor anónimo, que representan
Las bodas de Caná y La multiplicación de los panes y los peces.
Tiene esta capilla dos vidrieras.
La que se encuentra sobre la bóveda es obra de Enrique Alemán (sobre 1.478-1.483) y en ella aparecen las Santas Águeda, Lucía, Cecilia e Inés.
La vidriera interior representa a la Sagrada Familia y está fechada en 1.797.
http://www.hispalis.net/turismo_y_cultura/monumentos/catedral/coro_1.phtml
http://hispanismo.org/cultura-general/17609-la-catedral-de-sevilla.html
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