Regresa a Palestina entre los años 42 y 44, siguiendo la via romana de Lugo para embarcar en el Mediterraneo pasando po Lugo y Zaragoza.
SANTIAGO VUELVE A JERUSALÉN
Tras reclutar a los siete varones apostólicos, que fueron ordenados obispos en Roma por San Pedro y recibieron la misión de evangelizar en Hispania, el apóstol Santiago regresó a Jerusalén, según los textos apócrifos, para, junto a los grandes discípulos de Jesús, acompañar a la Virgen en su lecho de muerte.
Los supuestos testamentos relatan que, antes de morir, María recibió la visita de Jesús resucitado, a quién le pidió pasar sus últimos días rodeada de los apóstoles, que se encontraban dispersos por todo el mundo.
Santiago fue ejecutado durante la persecución religiosa iniciada por Herodes Agripa, para acallar las protestas de las autoridades judias.
Su martirio fue el único recogido en los Hechos de los Apóstoles.
Según una tradición sus discípulos, recogieron el cuerpo y lo llevaron al puerto de Jope, en una embarcación de piedra por todo el Mediterráneo.
Fueron estos siete discípulos, relata la leyenda, los que, tras escaparse aprovechando la oscuridad de la noche, trasladaron el cuerpo del apóstol Santiago en una barca hasta Galicia, adonde arribaron a través del puerto de Iria Flavia (actual Padrón)..
Milagros del viaje
- Vientos propicios que hacen que en solo siete días lleguen a Padrón
- una roca -que fue cediendo y cediendo, hasta convertirse en el Sarcófago Santo-
Los dicípulos buscan un lugar apropiado para enterrar el cuerpo del Apóstol.
Hablan con la reina Lupa, que entonces dominaba desde su castillo las tierras donde ahora se asienta Compostela, y solicitarle a la poderosa monarca pagana tierras para sepultar a Santiago.
La reina acusó a los recién llegados de pecar de soberbia y los envió a la corte del vecino rey Duyos, enemigo del cristianismo, que acabó encerrándolos.
- Un angel abre las rejas y escapan y al cruzar el puente del rio Tambre se derrumba el puente muriendo los perseguidores.
Vuelven otra vez a ver a la reina Lupa, por segunda vez intenta dehacerse de ellos.
- Los bueyes que les facilitó la reina para guiar el carro que transportaría el cuerpo de Santiago a Compostela resultaron ser toros salvajes que, sin embargo, también milagrosamente, fueron amansándose solos a lo largo del camino.
A este lugar, testigo de tantos prodigios , los discipulos de Santiago lo llamaron PICO SACRO.
Lupa, atónita ante tales episodios, se rindió a los varones y se convirtió al cristianismo, mandó derribar todos los lugares de culto celta y cedió su palacio particular para enterrar al Apóstol.
El lugar se llamaba Libredón
En el mismo lugar años más tarde fueron enterrado sus dicípulos.
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