Virgen Dolorosa que nos haces fuertes para que el valor y la esperanza venzan a la aflicción.
Señora de los que, después de verte, salen al mundo y descubren al prójimo como amigo y nunca adversario la paz como tarea de cada día el Evangelio dando tejido a la justicia.
Tú que fuiste pergamino en blanco para que Dios escribiera haz florecer en nosotros la fidelidad a Dios que nunca defrauda
La solidaridad en nuestras obras la espiga apiñada para una feliz cosecha de eternidad
La oración que hermana al cielo con la tierra a los hombres con Dios y la mano que mitigue el dolor de aquel que sufre.
Al igual que los manantiales, con el cantar de sus aguas, nos pregonan la llegada de la primavera ayúdanos, oh Virgen Dolorosa, a llevar la Buena Noticia de Jesús a las familias que son la promesa y el futuro de la fe al trabajo, como perfección al matrimonio, para su santificación a la conciencia, para su discernimiento.
Arranca, oh Madre y Virgen, de nosotros estos deseos y llévalos donde quisiéramos hoy plantarlos: junto a Dios, Jesús y el Espíritu allá en el cielo.
Virgen de la Soledad, que en nuestras pruebas, nunca nos sintamos sólos. ¿Nos dejas contar contigo? Javier Leoz.
http://pasos-palios.blogspot.com.es/2011/04/viernes-de-dolores.html
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