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sábado, 17 de enero de 2015

TERCER DÍA EN FILIPINAS



SÁBADO 17 DE ENERO

El Papa Francisco llega al aeropuerto de Tacloban en Filipinas. Foto Alan Holdren / ACI Prensa
 El sábado el pontífice acudirá a Tacloban para visitar a los damnificados del tifón Yolanda, que arrasó la zona en noviembre de 20

DEPLAZAMIENTO A TACLOBAN
Un tifón de 2 grados recibe al Papa


MISA EN EL AEROPUERTO

En Ciudad Tacloban, Isla de Leyte, lugar más azotado por el último tifón, el Obispo de Roma dijo en una homilía improvisada, bajo el viento y la lluvia, desde el altar junto al mar en el que rezó la misa:


si hoy todos nosotros nos reunimos aquí 14 meses después que paso el Tifón Yolanda, es porque tenemos la seguridad de que no nos vamos a frustrar en la fe, porque Jesús pasó primero



 En su pasión él asumió todos nuestros dolores, y –permítanme esta confidencia- cuando yo vi desde Roma esta catástrofe, sentí que tenía que estar aquí. Esos días decidí hacer el viaje aquí. Quise venir para estar con ustedes, un poco tarde me dirán, es verdad, pero estoy (aplausos). Estoy para decirles que Jesús es el Señor; que Jesús no defrauda (aplausos).


 Padre, me puede decir uno de ustedes, a mi me dafraudó porque perdi mi casa, perdí lo que tenía, estoy enfermo. Es verdad eso que me decís y yo respeto tus sentimientos, pero lo veo ahí clavado y desde ahí no nos defrauda (aplausos).


 Después de la conmovedora homilía de la Misa, y del momento del ofertorio, cuando algunos sobrvivientes le llevaron pequeños regalos, llorando en silencio mientras estrechaban sus manos,




ALMUERZO


 Francisco quiso visitar una casa de pescadores destruida por el tifón.

 Se reunió con la familia, bendijo a los niños. Entonces, volvió a partir de prisa hacia el arzobispado de Palo, en donde almorzó rápidamente con unas treinta personas familiares de las víctimas de Yolanda. Escuchó las historias de cada uno, los abrazó.

Recordando el almuerzo de media hora que Francisco compartió con los sobrevivientes del tifón Yolanda, que acabó con la vida de más de 8 mil personas en 2013, el Arzobispo de Manila aseguró que “nunca olvidaré la cara del Santo Padre mientras escuchaba a casa uno”. Al escuchar los testimonios de personas que habían perdido a sus padres, a su esposo, o hijos, Francisco “sacudía la cabeza, y en algunos momentos gimió, porque estaba sufriendo”. BENDICIÓN  CENTRO PAPA FRANCISCO

 La prevista visita con bendición del «Pope Francis Center for the Poor» tuvo que ser cancelada. El Papa se detuvo frente a la estructura y bendijo la construcción, sin entrar. Las autoridades presionaban para acelerar el programa de la visita debido a la llegada de la tormenta tropical.

ENCUENTRO CATEDRAL DE PALO







La última etapa fue la Catedral, Allí, el Papa tenía que pronunciar un discurso, reunirse con los obispos, los religiosos y las familias de sobrevivientes. En el texto preparado, que aunque no haya sido pronunciado se considera entregado, Francisco había escrito: «Hoy, desde este lugar que ha experimentado un sufrimiento y una necesidad humana tan profundos, pido que se haga más por los pobres. Sobre todo, pido que los pobres de todo el país sean tratados justamente, que su dignidad sea respetada, que las decisiones políticas y económicas sean justas e incluyentes…


El criterio con el que tratamos a los pobres será el criterio con el cual seremos juzgados». Pero cuando Francisco llegó, tuvo solamente pocos minutos para bendecir a las personas, pedir un aplauso para el Secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin (pues hoy cumplió 60 años). Y dijo: «El tiempo no es bueno, siento no poder quedarme con ustedes…».


https://www.aciprensa.com/noticias/lea-el-discurso-que-el-papa-francisco-no-pudo-pronunciar-en-filipinas-19140/


MARCHA PRECIPITADA
Durante toda su estancia en Tacloban, el Papa tuvo que hacer uso de un impermeable en todo momento. Antes de marcharse, recorrió de nuevo las calles de la isla en papamóvil bajo la lluvia desde la catedral de Palo hasta el aeropuerto.



 Un tifón de grado 2 obligó a a adelantar cuatro horas todo su programa en la zona.
 En la escalerilla del avión, el fuerte viento hizo de las suyas y quitó el solideo al Papa. En medio de estas condiciones climatológicas, el avión despegó de nuevo rumbo a Manila.


El Papa quedó conmovido por la presencia de tantas personas, a pesar de la tormenta y de la fuerte lluvia. Después de la misa, quiso recorrer en el papamóvil los 14 kilómetros que van del aeropuerto a la Catedral de Palo, tanto de ida como de regreso, para saludar a los cientos de miles de fieles que lo esperaban. Francisco llevaba el impermeable amarillo «soft rain-coat», como los demás peregrinos, pero tenía la túnica blanca toda mojada.


Las previsiones indicaban que la tormenta Anang llegaría hoy a las 15. Por ello el vuelo papal partió una hora prima desde Manila, y todas las citas del día saltaron para que el avión en el que viajaba Bergoglio, el séquito y un grupo de periodistas, pudiera despegar antes de las 13. El avió de la Philippines Airlines con una delegación del gobierno, que comenzó el despegue minutos después del del Papa, se salió de la pista debido a una violenta ráfaga de viento. No hubo heridos. Pero, desgraciadamente, hay una víctima, una voluntaria que fue golpeada por una estructura derribada por el viento en el aeropuerto.

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