DÍA 6 DESPEDIDA DE JASNA GORA
Es tradición que los peregrinos antes de abandonar Czestochowa se despiden de la Virgen y así también lo hizo el Papa peregrino. En su primer visita como Papa, antes de partir hacia Krakow, se postró a los pies de “su” Madre y pronunció un discurso-plegaria:
"Señora Nuestra de Jasna Gora!
…recuerdo muchas de estas visitas de despedida, de estas audiencias particulares que Tú, oh Madre de Jasna Gora! Me has concedido cuando yo era aún estudiante de bachillerato y venia aquí con mi padre o con la peregrinación de toda la parroquia natal de Wadowice.
Recuerdo la audiencia que me concediste a mi y a mis compañeros cuando llegábamos aquí clandestinamente, como representantes de la juventud universitaria de Krakow, durante la terrible ocupación, para no interrumpir la continuidad de las peregrinaciones universitarias a Jasna Gora iniciadas en el memorable año 1936.
Recuerdo tantas otras despedidas de Ti, tantos otros momentos de separación, cuando venía como consiliario espiritual de los jóvenes y más tarde como obispo guiando las peregrinaciones de los sacerdotes de la archidiócesis de Krakow.
Hoy he venido a Ti, Señora Nuestra de Jasna Gora, con el venerable primado de Polonia, con el arzobispo de Krakow, con el obispo de Czestochowa, y con todo el Episcopado de mi patria para despedirme una vez más y para pedirte la bendición para mi viaje.
Vengo aquí después de estos dias pasados con ellos – y con tantos otros peregrinos – como primer servidor de tu Hijo y Sucesor de San Pedro en la Cátedra Romana.
Es verdaderamente inefable el significado de esta peregrinación. No intentaré ni siquiera buscar palabras para expresar lo que ha sido para mí y para todos nosotros y lo que no cesará de ser.
Perdona, pues, Madre de la Iglesia y Reina de Polonia, que todos nosotros te demos las gracias únicamente con el silencio de nuestros corazones. Con este silencio te cantamos nuestro “prefacio” de despedida.
…..
Madre de la Iglesia de Monteclaro!
Una vez más me consagro a Ti “en tu materna esclavitud de amor: Totus Tuus! Soy todo tuyo! Te consagro la Iglesia entera, en todas partes, hasta los confines de la tierra. Te consagro toda la humanidad: te consagro los hombres, mis hermanos., todos los pueblos y naciones. Te consagro Europa y todos los continentes. Te consagro Roma y Polonia unidas, a través de tu siervo, por un nuevo vínculo de amor.
Madre ¡acepta!
Madre, ¡no nos abandones!
Madre, ¡guiános Tu!"
DÍA 6 KRAKOW
A media tarde, se trasladó en helicóptero de Czestochova a Krakow.
Krakow se vistió de gala, se conjugaron pasado y presente liberando el espiritu del corazón de Malopolska.
La ciudad que lo habia visto partir vestido de negro lo recibia ahora de blanco.
En el parque del centro de la ciudad acudierón a recibir al Papa numerosos fieles.
El Arzobispo de Krakow volvia como Obispo universal, sucesor de San Pedro.
Era 6 de junio de 1979 y hacía solo un par de horas que se habia despedido de la Madre de toda Polonia en Jasna Gora para dirigirse a su amada Krakow.
Llovia, no obstante una multitud lo esperaba en el prado de Blonia hasta donde habia llegado en un automóvil abierto desde el aeropuerto, a lo largo de un trayecto repleto de rostros exultantes de hombres, mujeres y niños que habia bautizado, confirmado, aconsejado…. matrimonios que habia bendecido. Su saludo fue breve. No obstante sus palabras exteriorizaban, en parte, la emoción que lo embargaba al recordar los años vividos en la ciudad de su vida.
“...Y mi corazon estaba, y no ha dejado de estar, unido con vosotros: con esta ciudad, con este patrimonio, con “esta Roma polaca”. Aquí en esta tierra he nacido. Aquí en Krakow, he pasado la mayor parte de mi vida, comenzando con la matrícula en la Universidad Jaguellónica en 1938.
Aquí recibí la gracia de la vocación sacerdotal. En la catedral de Wawel fui consagrado obispo y desde enero 1964 heredé el gran patrimonio de los obispos de Krakow. Krakow, desde los mas tiernos años de mi vida, ha sido para mi una síntesis particular de todo lo que es polaco y cristiano. Ella me ha hablado del gran pasado histórico de mi patria. Ha representado para mi, de modo sublime, el espíritu de su historia. Recuerdo la antigua Krakow de mis años juveniles y universitarios, y la Krakow nueva, esa que con la construcción de Nowa Huta casi se ha triplicado. Esa en cuyos problemas he participado como Pastor, com obispo, como cardenal….Hoy saludo a esta mi querida Krakow como peregrino….sobre todo os saludo a vosotros habitantes de Krakow a todos y a cada uno. Vuelvo a vosotros como a una gran familia durante estos dias del jubileo de San Estanislao. ¡Os siento tan cercanos! A causa de este alejamiento al que el Señor me ha llamado, os siento todavía mas cercanos….
Deseo durante estos pocos dias que estaré con vosotros, hacer lo mismo que he hecho siempre: anunciar “las grandezas de Dios”, dar testimonio del Evangelio y servir a la dignidad del hombre. Asi como la sirvió San Estanislao hace tantos siglos.”
Desde alli se traslado directamente hacia la Catedral, para orar ante la tumba del obispo mártir San Estanislao, donde después de los saludos les dirigió algunas palabras a su pueblo de entonces y de siempre:
“Todos sabeis lo que ha sido para mi esta catedral de Wawel….desde 1972 vine preparando junto con vosotros este jubileo que ahora celebramos, aunque de modo tan diverso del que se preveía….habiamos proyectado juntos la visita a todas las parroquias…y ahora mediante la visita a las santas reliquias, aquí en la catedral, visito indirectamente a cada una de las parroquias….”
Pasó la noche en su habitación de Franciszkánska 3 que habia permanecido inalterada - excepto el ramo de flores – nada habia cambiado , desde que partiera el 2 de octubre anterior via Varsovia a Roma.
Sto lat, sto lat (que puedas vivir cien años) resonaba como telón de fondo a los cuatro vientos de una ciudad que estaba de fiesta.
Esa noche los jóvenes no querian dejarlo ir hasta que él mismo debió poner fin al entusiasmo juvenil y a los gritos “unas palabras más….” bajo su ventana , el respondió con un “bien solo diré dos palabras más Buenas noches…”
DÍA 7
Desde Krakow, a primera hora de la mañana, el jueves 7 de junio de 1979, Juan Pablo II peregrinó al santuario mariano de Kalwaria Zebrzydowska.
En la explanada durante una ceremonia ofreció un discurso recordando los Santos Lugares de Jerusalén reproducidos alli, esos senderos que habia visitado de niño, de joven, de sacerdote y como Arzobispo de Krakow.
Animó a todos a visitar el Santuario y a todos también, pero sobre todo a los jóvenes les instó “no ceséis de orar; es necesario orar en todo tiempo y no desfallecer….Orad y formad, mediante la oración, vuestra vida” Es la invitación más importante – decía – el mensaje más esencial del Papa
WADOWICE
Al mediodía del jueves 7 de junio visitó su pueblo natal Wadowice, donde fue objeto de un recibimiento especialmente cálido, desbordando afecto.
Entre sus amigos y conocidos de la infancia y la juventud era natural que se sintiera inmensamente feliz.
Con profunda emoción visitó la iglesia parroquial, besó la pila de su bautismo, se recogió en oración y respondiendo al saludo de su antiguo párroco pronuncio un discurso:
“…Llego hoy con gran emoción a la ciudad en que nací, a la parroquia donde fui bautizado
y acogido para formar parte de la comunidad eclesial, al ambiente al que estuve vinculado durante dieciocho años de mi vida…han transcurrido muchos años vuelvo con el pensamiento y el corazón a la escuela elemental aquí en Rynek (Plaza del Mercado) y el instituto de Wadowice “Marcin Wadowita” que frecuentaba.
Vuelvo con el pensamiento y el corazón a mis coetáneos, compañeros y compañeras de escuela, a nuestros padres, maestros y profesores….Sabemos lo importante que son los primeros años de vida, de la infancia, de la adolescencia para el desarrollo de la personalidad humana, del carácter. Precisamente estos años me unen indisolublemente a Wadowice, a la ciudad, y a sus alrededores, al rio Skawa, a las cadenas de los Beskidy. Por esto he deseado tanto venir aquí, para dar gracias a Dios con vosotros por todo el bien que aquí he recibido.
Además deseo fijar mi morada en el rostro de la Madre del Perpetuo Socorro en su imagen de Wadowice.
Mi oración se dirige hacia tantos difuntos, comenzando por mis padres, por mi hermano y mi hermana, cuyo recuerdo para mí esta ligado a esta ciudad”.
Expresó tambien su gratitud a Mons. Edward Zacher, su profesor de religión y quien tuvo el sermón en su primera Misa.
OSWIECIM Y BRZEZINKA
Un momento excepcional y conmovedor
En el lugar del exterminio, con profunda emoción el Papa celebró la misa ante una inmensa multitud muy emocionada
..Esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe" (1 Jn 5, 4)
Estas palabras de la Carta de San Juan me vienen a la mente y me llegan al corazón, cuando me encuentro en este lugar donde se ha llevado a cabo una particular victoria para la fe. Para la fe que hace nacer el amor de Dios y del prójimo, el único amor, el amor supremo que está dispuesto a "dar uno la vida por sus amigos" (Jn 15, 13; cf. 10, 11).
Una victoria pues para el amor que la fe ha vivificado hasta los extremos del último y definitivo testimonio.
Esta victoria para la fe y para el amor la ha conseguido en este lugar un hombre, cuyo nombre es Maksymilian María (Maximiliano María), su apellido: Kolbe; de profesión (como se escribía de él en los registros del campo de concentración): sacerdote católico; vocación: hijo de San Francisco; nacido de padres sencillos, laboriosos y devotos, tejedores cerca de Lodz; por gracia de Dios y por decisión de la Iglesia: beato.
.
“Vengo aquí hoy como peregrino – decía – Se sabe que he estado aquí muchas veces….cuantas veces. Y muchas veces he bajado a la celda de la muerte de Maximiliano Kolbe y me he parado ante el muro del extermino y he pasado entre las escorias de los hornos crematorios de Brzezinska….
Vengo a este particular santuario..vengo para orar junto con todos vosotros….con Polonia y con toda Europa…me arrodillo en este Gólgota del mundo contemporáneo…ante todas las lápidas interminables…en particular ante la lápida con la inscripción en lengua hebrea que suscita el recuerdo del pueblo, cuyos hijos e hijas estaban destinados al exterminio total….y ante la lápida rusa. Ante esta lápida no se puede pasar con indiferencia... Finalmente ante la lápida en lengua polaca: seis millones de polacos perdieron la vida durante la segunda guerra mundial,: la quinta parte de la nación.
Y Oswiecim…un testimonio de la guerra no basta visitar este lugar….hay que pensar con miedo donde están las fronteras del odio, las fronteras de la destrucción del hombre por obra del hombre, las fronteras de la crueldad.
¡No más la guerra, no más la guerra. Es la paz, la paz, la que debe guiar el destino de los pueblos y de toda la humanidad…"
DÍA 8 POR LA MAÑANA NOWY TARG
Juan Pablo II era esperado ansiosamente en la frontera meridional de Polonia, al pie de los Cárpatos, con la naturaleza a pleno y el majestuoso fondo de sus añorados Tatras.
En la explanada del aeropuerto, con la asistencia de miles de trabajadores procedente de todas las regiones limítrofes, tuvo lugra una celebración religiosa ante la imagen de la Virgen Reina de Podhale, llevada desde el Santuario de Ludzmierrz
Tambien allí en Nowy Targ, adornada por los trajes regionales de sus connacionales y sus queridos montañeses vestidos como lo hacen en las ocasiones más solemnes, se habia congregado un millon de personas.
En esa bella tierra que el llamó “tierra difícil, pedregosa, montañosa, no tan fértil…. pero tan querida y apreciada por el amor de los polacos a la tierra y al trabajo del campo” tuvo palabras para aquellos que habían debido emigrar y aquellos que se habían quedado.
En un clima totalmente diferente al del dia anterior – esta vez distendido - en esta “hermosa tierra” su homilía fue casi una conversación espontánea entre el Papa y los fieles, no obstante su enérgico desafío a los jóvenes a ser testigos de Cristo “no desistáis de ese noble esfuerzo que os permite convertiros en testimonios de Cristo”.
Los jóvenes habían traído canastos de pan repletos de biblias que fueron repartidas y sobre las cuales los jóvenes juraron que se comprometían a liberarse de la esclavitud del alcoholismo y otras adicciones, de la esclavitud de las mentiras y el miedo.
Una banda de cien montañeses, que habian colocado sus capas sobre el piso para que sirvieran de alfombra, le entonaba, finalizada la ceremonia, un emotivo adiós a su amigo, camino al aeropuerto.
http://www.nowytarg.pl/dane.php?cid=161
POR LA TARDE
Esa misma tarde Juan Pablo II presidía la solemne clausura del Sínodo de Krakow en la Catedral de Wawel.
La Misa comenzó con una procesión de 1500 participantes en el Sinodo.
La homilía de Juan Pablo II comenzó con una sencilla declaración: “Hoy el ardiente deseo de mi corazón se ha visto cumplido”. “La finalidad del trabajo de siete años del Sinodo – en respuesta a los esenciales intentos del Vaticano II – debía ser el “aggiornamento” de la Iglesia de Krakow, la renovación de la conciencia de su misión salvadora, y el programa preciso para su realización”.
Y el Santo Padre agregaba “Jamás habría yo pensado que iba a participar, como huésped venido de Roma, en la clausura de las tareas del Sínodo de Krakow”.
Mientras concluia el Sinodo en Wawel, se habian congregado miles de estudiantes y trabajadores en la Iglesia de San Miguel de Skalka para un encuentro con el Papa.
Después de una breve oración ante el lugar mismo del martirio de San Estanislao, salió al encuentro de los jóvenes
En un clima festivo y emotivo fue prácticamente envuelto por el entusiasmo juvenil y cubierto de pétalos y flores que iban arrojándole los jóvenes, al son de guitarras, orquesta, trompetas y el ya adoptado Sto lat, Sto lat…
El fervor lo predisponía a esa espontaneidad suya tan característica cuando estaba entre jóvenes hasta que les preguntó “ Como puede un Papa vivir 100 años cuando lo quieren derribar gritando? Me dejarán hablar?....silencio….. y entonces les dijo “los amo a todos”.
Después de este diálogo iba a continuar con su mensaje “aprended a conocer a Cristo , y dejaos conocer por El…... mientras el encuentro se acercaba a un culmen. Y entonces a cambio del mensaje (cito una parte al final de este texto) que fue considerado por él como “no apropiado al momento” y por lo tanto no fue leído. Debido al entusiasmo juvenil que se habia apoderado de todos, aparentemente el clima era tan festivo que el Papa mismo temió que fuese aprovechado por las autoridades para detener la manifestación….entonces excusándose que su garganta ya no tenía voz el papa solamente dijo “vamos a improvisar en polaco” y comenzó a comentar sobre su vida “….cuando yo era obispo le pregunte al primado si aun podía seguir escalando los Tatras.
Y me dijo que sí. Pero ahora que soy Obispo de Roma podría ser mas difícil….. “quédate con nosotros, quédate con nosotros” le gritaban los jóvenes, a lo cual el cariñosamente respondió “es demasiado tarde…..donde estaban ustedes el 16 de octubre….? no estaban alli para defenderme…como el campesino que cierra la puerta del establo después que el caballo se ha ido……” a medida que el clima se iba distendiendo .
Mientras los jóvenes seguían con sus cantos y exclamaciones alguien levantó una enorme cruz.
Siguiendo su ejemplo los jóvenes comenzaron a levantar todas las cruces que llevaban puestas transformando el momento en un espectáculo histórico…. Una simple palabra del Papa, un solo desliz podría haber causado una verdadera rebelión en desafío al gobierno. Entonces el Papa sabiamente exclamó: “es tarde mis amigos. Vayamos a casa…” y se fueron tranquilamente …
La blanca figura del Papa entró al auto, se tapó el rostro con sus manos y lloró….
A medida que la limusina regresaba lentamente a Franciscanska 3 se seguía oyendo el eco de la canción de despedida al compás de las guitarras…
Bendecir (Ritos y gestos - XVI), 1ª parte
Hace 17 horas
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