Hoy la Iglesia celebra a San Maximiliano Kolbe, el mártir que ofreció su vida por un padre de familia
Apresado y enviado a campos de concentración.
Cierto día se escapa un prisionero y los alemanes, para dar muestra de severidad, escogen a 10 prisioneros que son condenados a morir de hambre. El décimo número le tocó al sargento Franciszek Gajowniczek, polaco también, quien exclamó: “Dios mío, yo tengo esposa e hijos”.
Ante esto, el P. Maximiliano ofrece intercambiarse por el condenado.
El sacerdote es llevado a un subterráneo, donde alienta constantemente a los demás presos a seguir unidos en la oración. Todos mueren y solo él queda vivo.
Al final, le aplican una inyección letal que acaba con su vida.
Su máximo deseo era: “Concédeme alabarte, Virgen santa, concédeme alabarte con mi sacrificio. Concédeme por ti, solo por ti, vivir, trabajar, sufrir, gastarme, morir…”
El Papa Pablo VI lo declaró Beato y fue canonizado por San Juan Pablo II, su paisano, quien dijo que “Maximiliano Kolbe hizo como Jesús, no sufrió la muerte sino que donó la vida”.
http://observandoelparaiso.wordpress.com/2014/08/14/maximiliano-kolbe-en-imagenes/
Bendecir (Ritos y gestos - XVI), 1ª parte
Hace 17 horas
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