Este año celebramos la solemnidad de la Inmaculada al mismo tiempo que los doscientos cincuenta años de la proclamación de la Virgen María en el misterio de su Inmaculada Concepción, como Patrona de España.
España fue el primer país que obtuvo de Roma la declaración de esa fiesta como fiesta de precepto. Fue en 1645, a petición de Felipe IV. Mientras tanto, el Misal Romano seguía refiriéndose sólo a la Concepción de María, aunque elevada también a fiesta de precepto en 1709.
Cincuenta años después, vendría la declaración de la Inmaculada Concepción como Patrona de España. Fueron las Cortes de Madrid las que, en 1760, reunidas para prestar juramento al rey Carlos III, pidieron al nuevo monarca que suplicara al Papa la proclamación de la Inmaculada como Patrona de España. Clemente XIII lo concedió por la Bula Quantum ornamenti, de noviembre de 1760.
En ese documento, el Papa todavía no definía la concepción inmaculada, sino que se limitaba a conceder lo que se le pedía, es decir: que la Virgen, bajo esa advocación popular, fuera la Patrona de España.
Bendecir (Ritos y gestos - XVI), 1ª parte
Hace 17 horas
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