santo evangelio según san Juan (2,13-22)
Se acercaba la Pascua de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. Y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados; y, haciendo un azote de cordeles,
Hoy hacemos fiesta por una iglesia muy especial que está en Roma y es la basílica de San Juan de Letrán considerada la "iglesia madre de todas las iglesias de la urbe y del orbe", fundada en el siglo IV y desde donde el Papa preside en la caridad a toda la Iglesia.
Jesús, en el Evangelio muestra su rostro más serio y duro cuando ve como han convertido en un mercado el templo, su casa de oración. Y se enfada porque se está poniendo mucho en juego. Lo más sagrado para Él es el encuentro del hombre con Dios que se realiza de un modo muy especial en el templo, lugar de recogimiento y oración.
Hoy es bueno que pensemos en esto que nos dice Jesús:"mi casa es casa de oración".
Quizás está pensando Jesús en las personas que muchas veces usamos la iglesia como medio para nuestros intereses, quizás está pensando en todos esos hijos suyos que frecuentamos los sacramentos y todavía no nos acabamos de convencer de que lo verdaderamente importante es servir sin ser visto, sin sacar tajada, sin que nadie lo note.
El Papa Francisco nos invita a acudir a la Iglesia de puntillas, con la confianza de un niño pero con un corazón que ore, que busque el encuentro verdadero con Dios, y no con los hermanos que pueden terminar en negociaciones ajenas al dueño de la casa.
Demos gracias a Dios por esta Iglesia nuestra que después de tantos siglos sigue en marcha, sin duda es un misterio de fe que a pesar de contar con tantos fallos humanos, pesa más la vida sencilla, sincera y entregada a las necesidades de tantos hermanos que nuestros pecados.
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