ADVIENTO TIEMPO DE ESPERAN ZA
Jesús nos da la fuerza necesaria para ser fuertes ante las dificultades y donde el Espiritu nos enseña a guardar, cuidar y reservar los caminos de nuestra vida para que el Señor nazca en nosotros.
¿Hemos estado vigilantes?
¿Hemos leído la palabra de Dios?
A que esperamos .......................viene el Señor y malo será que nos encuentre despistado y con los caminos de nuestro corazón torcidos o mal preparados.
Amen
¿ADVIENTO?
Es una sonrisa en medio de tanta amargura, preocupación e interrogantes.
Pero, esa sonrisa, no es cualquiera ni de cualquiera: saldrá de los labios de Dios.
En un pesebre escucharemos su latido y, bajo las estrellas, comprobaremos que su luz no es de artificio sino de aquellas que llegan al corazón.
Un NIÑO será la sonrisa de DIOS en la tierra. No olvidemos que la magia de la navidad no existe. En todo caso, y eso si que es grande, existe un Misterio que a la larga todo lo descifra y todo lo aclara: un Dios a la altura del hombre para que el hombre se ponga a la altura de Dios.
¡Feliz Adviento! ¡Dejémonos sorprender en Navidad por la sonrisa de Dios! Lo demás....risas profidén.
Al iniciar este tiempo litúrgico tan fuerte y tan denso en contenido (y volviendo a la película del Titanic) recuerdo aquella escena final donde los músicos rechazan un bote salvavidas libre y prefieren (mientras el gigantesco barco se hunde) seguir entonando cánticos a Dios. Lo que muchos de nosotros desconocemos es que, mientras el mar iba succionándolo todo, un sacerdote católico compuso precisamente la letra del famoso canto universalmente conocido y traducido del inglés al castellano: “Cerca de Ti, Señor quiero, morar…hazme tu rostro ver en la aflicción”.
Adviento; es posible cambiar nuestro mundo con la fuerza del amor que nos trae Jesús
Adviento; es un reloj que marca las horas de lo que está por llegar: Jesús
Adviento; llamada a esperar en Dios y contemplar su rostro aún en medio de la adversidad
Adviento; es tiempo de vivir, ya desde ahora, la Buena Noticia que se nos dará en Belén
Adviento; es no dejar que se hunda nuestra vida en las pequeñas miserias y en el gran océano de la incredulidad y de la frialdad religiosa
Adviento; es, ciertamente, ir hacia Aquel que viene sin perder el rumbo de nuestro viaje.
Demos gracias a Dios porque cumple lo que promete.
Porque salva siempre.
Porque habla de mil modos y maneras, con muchos signos, palabras y silencios.
Demos gracias a Dios porque, simplemente y en principio, nos pide algo tan sencillo como poner a punto nuestra vida…estar vigilantes para que no pase de largo.
¡Rompamos y fundamos tantos grilletes y cadenas que nos mantienen permanentemente maniatados y sin aliento!.
¡Cuántos de nosotros nos sentimos presos tras las rejas del mundo! Me gusta el Adviento, entre otras cosas, porque Dios se hace tremendamente cómplice, libertador y cercano a nosotros. b Iniciar sesión
¡Viene el Señor!
Y, si el Señor llega, es porque quiere compartir nuestra condición. Porque desea poner una luz en el fondo del túnel oscuro en el que se encuentra perdida gran parte de la humanidad. ¡Viene el Señor! Y, si el Señor se presenta, es porque nos ve agobiados. A veces sin esperanza. Otras tantas… sin ilusión. ¡Viene el Señor! Y, si el Señor se manifiesta, que por lo menos nos encuentre divisando (con la oración, la contemplación y la fe) el horizonte por donde El sale a nuestro encuentro. Frente al caos no caben los lamentos. Ante la dura realidad, Jesús es nuestra respuesta y nuestra esperanza. Merece estar en pie por El y en El.
SI ESTOY SENTADO, LEVÁNTAME,
SEÑOR Si dudo de tus promesas; levanta mi fe, Señor Si aumentan mis pesares; levanta mi ánimo, Señor Si me acosan mil dificultades; levanta mi fortaleza, Señor Si mi interior se acobarda; levanta mi espíritu, Señor Si me ciegan los ídolos; levanta mi vista hacia Ti, Señor Si me enloquece la apariencia; levanta mi corazón a Ti, Señor Si mi cabeza se inclina; levántala para poder verte Si me encuentro esclavo; levanta mis cadenas para caminar Si me encierro en mí mismo; levanta mi alma hacia Ti, Señor Si me conformo con lo que veo; levanta mi afán de buscarte Si sufro por la ansiedad; levanta en mí la conformidad Si prefiero la comodidad; levántame y ponme en pie, Señor Si duermo y no te espero; levántame y despiértame, Señor Si me despisto y no te busco; levántame y condúceme, Señor Si me equivoco de dirección; levántame y reoriéntame, Señor Si prefiero otros señores; levántame y hazme ver tu grandeza Si no tengo miedo a nada; levántame y dame tu santo temor Si me creo único e invencible; levántame y dame humildad. Si pasa el tiempo y desespero; levántame y ven a mi encuentro en Navidad Amén.
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