La Ruta del Mar de Arousa y Río Ulla es un singular itinerario marítimo y fluvial que conmemora la llegada a Galicia, por mar, del cuerpo del apóstol Santiago tras su martirio en Jerusalén, alrededor del año 44.
Los puertos de Ribeira y O Grove marcan la entrada a la ría de Arousa, por cuyas aguas navegó la barca del apóstol sus últimas millas.
La Ruta del Mar de Arousa y Río Ulla es un singular itinerario marítimo y fluvial que conmemora la llegada a Galicia, por mar, del cuerpo del apóstol Santiago tras su martirio en Jerusalén, alrededor del año 44.
Antiguas tradiciones cristianas y varios textos medievales —el más importante de ellos, el Libro III del Códice Calixtino— aseguran que Santiago fue trasladado desde el puerto de Jaffa —en Palestina—, a través de todo el Mediterráneo y la costa atlántica ibérica, hasta los confines de Occidente, donde había predicado el evangelio.
Es la conocida como Translatio.
El cuerpo de Santiago —acompañado por sus discípulos Teodoro y Atanasio— penetró por la ría de Arousa y remontó el río Ulla hasta arribar a Padrón, el puerto fluvial de la ciudad romana de Iria Flavia.
Llegó sobre una Barca de Piedra, en probable referencia a una de las naves que, por aquella época, transportaban minerales desde Galicia a otros lugares del Imperio romano.
La Ruta marítimo-fluvial del Mar de Arousa y Río Ulla conmemora cada año este hecho. Y lo hace siguiendo los últimos tramos de aquel último viaje apostólico. Los puertos de Ribeira y O Grove marcan la entrada a la ría de Arousa. Por delante, cuarenta millas náuticas hasta la antigua Iria Flavia y luego, unos 25 kilómetros a pie hasta Santiago de Compostela.
Cada verano se organiza una vistosa procesión marítimo-fluvial con varias embarcaciones engalanadas y con gran participación de público, procedente de distintos puertos de la ría de Arousa y con destino a Pontecesures y Padrón.
El primer remonte se celebró en 1965, gracias al impulso y dedicación de José Luis Sánchez-Agustino (1930-2010) y a la creación de la Fundación Ruta Xacobea do mar de Arousa e Ulla. Esta Fundación otorga, junto a los concellos colaboradores, el diploma acreditativo Traslatio Xacobea a todas las embarcaciones que completan este itinerario.
En las riberas e islotes de la ría se iniciaba también, por aquellos días de 1965, la colocación de varios cruceiros en lugares estratégicos. Hoy, 17 obras de arte en piedra jalonan la ruta y constituyen el único Via Crucis marítimo del mundo.
En total, 22 municipios pertenecientes a las provincias de Pontevedra y A Coruña integran el patronato de la Fundación Ruta Xacobea do mar de Arousa e Ulla. Todos ellos viven bajo el imán protector de ese océano en miniatura que llamamos ría de Arousa.
Un territorio de grandes paisajes y playas, de rica historia y etnografía, que ha sido cuna o residencia de Valle-Inclán, Camilo José Cela, Rosalía de Castro, Alfonso Daniel Rodríguez Castelao, Manuel Antonio o los hermanos Camba.
Con suaves laderas donde el cultivo de la vid ha creado caldos internacionales como el albariño.
Una ría, en fin, poblada por genuinas islas —Ons,
Sálvora, A Toxa, Arousa o Cortegada— que emergen entre las vistosas bateas, donde crecen el mejillón, la ostra o la vieira.
Describimos a continuación los 22 municipios que integran la Fundación Ruta Xacobea do Mar de Arousa. En primer lugar, los pertenecientes al sur de la ría de Arousa (Sanxenxo, Meaño, O Grove, Cambados, Meis, Ribadumia, Vilagarcía de Arousa, A Illa de Arousa, Vilanova de Arousa, Catoira, Valga, Pontecesures);
luego los del norte de la ría (Ribeira, A Pobra do Caramiñal, Boiro, Rianxo, Dodro) y, finalmente, el tramo, ya a pie, de Padrón a Santiago de Compostela, que coincide con la última etapa del Camino Portugués y que aquí también comentamos, aparte, concello a concello (Padrón, Rois, Brión, Ames y Santiago de Compostela).
Sellado de las cartillas náuticas y viaje por mar
Los puntos de partida se establecen en el puerto de Pedras Negras (O Grove) o en la rada de Ribeira, aunque, claro está, los barcos llegados desde otras demarcaciones lejanas también obtienen el reconocimiento jubileo de la entidad.
De hecho, existen diversos puntos de sellado de las cartillas náuticas a lo largo de la ruta marítima y fluvial. Son Ribeira, O Grove, Boiro, Cambados, Rianxo, Pobra do Caramiñal, Dodro, Pontecesures, Sanxenxo, Ribadumia, Padrón y Santiago de Compostela.
La mayor parte de los ayuntamientos validan las credenciales en las dependencias municipales o en las oficinas de Turismo locales.
El mayor contratiempo que hallarán los peregrinos que no dispongan de embarcación propia es la contratación del servicio.
Algunas empresas turísticas ofrecen rutas en catamarán que cubren el itinerario jacobeo, si bien están condicionadas al periodo estival y a las mareas que permitan el desembarco en la ribera fluvial, además de ceñirse a grupos de no menos de 20 personas, con un coste de unos 35 euros por usuario. Con todo, existe la posibilidad de contratar un taxi náutico en los puertos de Ribeira y O Grove.
Enclave histórico, paisaje sobresaliente
La ría de Arousa esconde parajes únicos, de significación especial por su pasado memorable, vigilado cautelosamente por las sempiternas y emblemáticas torres de Catoira, testigos de episodios bélicos como la invasión vikinga.
El peso de la Historia cae sobre otros asentamientos que sorprenderán al peregrino, como la necrópolis de Adro Vello, en San Vicente, yacimiento donde se recuperó una moneda del siglo XII acuñada con la imagen de la Traslatio del Apóstol.
A lo largo del trayecto descubrirá el viajero localidades costeras que atesoran playas de arena fina y espacios naturales de indudable atractivo, sobre un paisaje marino entre las provincias de A Coruña y Pontevedra dominado por las bateas y otras labores de pesca.
La primera puesta en valor de esta ruta se remonta a 1965, impulsada en gran medida por el arzobispo de Santiago Fernando Quiroga-Palacios,
y presentada con un ambicioso plan dos años antes en la asamblea de turismo de la isla de A Toxa. Comenzaban así los remontes en barco conmemorativos de la ruta, defendida desde la Fundación como «el germen de todos los Caminos de Santiago».
De esa época data también la colocación de cruceros de piedra en la ría donados por la Iglesia, ayuntamientos, instituciones y empresas, constituyendo un exclusivo vía crucis marítimo fluvial a lo largo de la ribera.
No cabe duda de que, para la mayoría de los visitantes, la ría de Arousa y sus localidades son bien conocidas por el potencial turístico, luego destino por excelencia dentro de las Rías Baixas por su gastronomía, ocio y patrimonio. También fue destino del Apóstol, aunque sin ninguno de esos alicientes.
Bendecir (Ritos y gestos - XVI), 1ª parte
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