Gran parte del siglo XVI —casi cincuenta años— la construccción de la Catedral granadina está dirigida por dos maestros mayores: el burgalés Diego de Siloe (desde 1528 hasta su muerte en 1563) y su discípulo, el cántabro Juan de Maeda (1563 hasta su muerte en 1576), a quien el maestro en su testamento legaría todos sus «trazas e dibuxos».
1528 - 1563
Siloé, respetando las dimensiones establecidas por Egea, 115m de largo por 65 m de ancho, proyectó una original iglesia compuesta de dos ámbitos distentos: cabecera y cuerpo basilical, unidos y articulados entre sí mediante un transepto, que además podría usarse como paso autónomo para acceder a la Capillla real desde la el exterior a través de la Puerta del Perdón.
Durante sus treinta y cinco años al frente de las obras de la Catedral como maestro mayor, Siloe desarrolla una amplia y diversa actividad.
Siloé abandona el esquema gótico de cinco naves, con planta basilical, presbiterio reducido y dos girolas circundantes.
En su lugar yuxtapone dos ámbitos centralizados, correspondientes a los dos tipos de las iglesias primitivas, la circular y la de cruz griega, propugnadas en el Renacimiento.
Hace las portadas exteriores del Ecce Homo (1531) y el primer cuerpo —ricamente tallado— de la del Perdón (1536); entre ellas, en 1534, la portada interior de acceso a la antesacristía donde conjuga arquitectura, escultura y carpintería.
Además, concentra Siloe todos sus esfuerzos en la cabecera: cimientos, contrafuertes, cúpula, dando respuesta así a las exigencias simbólicas y estéticas de la nueva catedral «imperial».
En 1541 coloca el primer entablamento de la capilla mayor y en 1552 termina el gran arco triunfal que abre la rotonda a la nave mayor y al crucero principal.
En 1560 —el 17 de agosto— se inauguran al culto la capilla mayor y la girola.
El 12 de agosto de 1561 decide el cabildo celebrar la primera misa en la rotonda.
En 1563 muere Siloé y le suceede su discipulo predilecto, Juan de Maena.
Durante este etapa, 1564- 76, las obras marchan con lentitud, solo se construye el primer cuerpo de la torre.
Tras la muerte de Maeda en 1576, en 1577 se convoca un concurso para la maestría de la Catedral.
1582 - 1649 DE VICO A GUERRERO
Juan de Orea y, tras varias vicisitudes, le suceden en la maestría mayor del templo catedralicio granadino
Ambrosio de Vico (1582-1623)
Miguel Guerrero (1636-1649) desde 1582 hasta 1649, un periodo de 67 años.
Un experto cantero, que lleva a cabo varias obras.
Durante su maestría se hace la última bóveda del crucero y se cierran las paredes y bóvedas de las capillas del muro perimetral norte.
Para las bóvedas de estas capillas elige Guerrero un esquema muy clásico: casetones con rosetas de variados follajes en el centro.
En las ventanas exteriores del muro Norte emplea el modelo de vano usado por Maeda en la primera capilla junto a la torre (la de Nuestra Señora del Pilar), pero eliminando el grutesco en los frisos.
Guerrero remata la portada de san Jerónimo con grandes grifos, óculo central y cartela sobre él con la fecha de 1639.
También termina el hastial de la puerta del Perdón y, en 1637 —en el interior del templo— cierra el primer tramo de las cinco naves del cuerpo basilical, colocándose el coro en la central.
En resumen, las aportaciones del maestro Miguel Guerrero (†1649), de carácter menor, no desdicen de las anteriores: Es un claro continuador de la obra de Juan de Maeda en forma más decidida que su inmediato antecesor, Ambrosio de Vico.
1667 - 1697 DE CANO A AGUIRRE
TORREÓN
Con la muerte de Guerrero (1649) se produce una casi total paralización de las obras en el templo debida principalmente a la falta de recursos econónicos. Habrá que esperar al último tercio del XVII durante el que se suceden varios maestros mayores; cuatro:
Alonso Cano (1667),
José Granados de la Barrera (1667-1685),
Teodoro Árdemans (1688-1690)
Melchor de Aguirre (1688-1697)
TERMINACIÓN DE LA CATEDRAL:
1704
El 24 de diciembre de 1704 el canónigo obrero, Sr. Bellido, anuncia al cabildo que la bóveda central del segundo crucero se había terminado y que estaba muy bien ejecutada. Quedaba así cerrado el proceso constructivo iniciado hacía 181 años; culminaba esta empresa secular siendo arzobispo de la diócesis granadina Martín de Azcargorta (1698-1719), gran mecenas del templo catedralicio cuyos restos reposan en «vna Sepultura, terriza, y llana, à los pies de la Imagen del Señor Santiago (Patron vnico de España» identificada con una sencilla losa con la cruz episcopal.
Bendecir (Ritos y gestos - XVI), 1ª parte
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