San José pasa por el Evangelio sin decir una sola palabra, pero siempre dando el primer paso de riesgo en cada acción con tal de abrir un paso seguro a Jesús...
Quizá sea esa la vocación más bonita que nos pueda ser dada: pasar en silencio abriendo cuidadosamente la reconciliación en los corazones divididos y tristes.
La imagen posee dos significados concretos: San José como el hombre que pasó su vida escuchando el corazón de Dios (por eso se recuesta sobre el corazón de su hijo)... y también como el hombre que vela por su familia mientras ella duerme (que hoy su familia somos los cristianos todos, por tanto, es el hombre que vela en nuestras noches de fe).
Bendecir (Ritos y gestos - XVI), 1ª parte
Hace 18 horas
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