«Y cada día hay muchas alegrías sencillas que el Señor nos ofrece: la alegría de vivir, la alegría de enfrentar la belleza de la naturaleza, la alegría de un trabajo bien hecho, la alegría del servicio, la alegría del amor sincero y puro. Y si miramos atentamente, hay muchas otras razones para la alegría: los buenos momentos de la vida familiar, la amistad compartida, el descubrimiento de las habilidades personales de uno y el logro de buenos resultados, el aprecio de los demás, la oportunidad de expresarse y sentirse comprendido, el sentimiento de ser útil a la siguiente. Y luego la adquisición de nuevos conocimientos mediante estudios, descubriendo nuevas dimensiones a través de viajes y reuniones, la posibilidad de hacer planes para el futuro. Pero también la experiencia de leer una obra literaria, de admirar una obra maestra de arte, de escuchar y tocar música o de ver una película puede producir en nosotros alegrías verdaderas y propias». (Papa Benedicto XVI - de Mensaje para XXVII GMG 2012
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