La tarde de este sábado, 10 de mayo, poco después de las 16.00 hora de Roma, el Papa León XIV llegó al Santuario de la Madre del Buen Consejo en Genazzano, a las afueras de la capital italiana, para una visita privada.
El Papa saludó a la gente en la plaza y rezó ante el icono de la Virgen: “Tenía muchas ganas de venir aquí en estos primeros días del nuevo ministerio que la Iglesia me ha encomendado, para llevar adelante la misión como Sucesor de Pedro”.
Asimismo, la Oficina de Prensa del Vaticano señaló que, “tras la festiva acogida por parte de varios centenares de personas reunidas en la plaza frente al Santuario, el Papa entró en la iglesia, donde saludó a los religiosos y se detuvo a rezar, primero delante del altar y luego delante de la imagen de la Virgen, donde con los presentes recitó la oración de Juan Pablo II a la Madre del Buen Consejo”.
El Papa reiteró su «confianza en la Madre del Buen Consejo» Al final, después de recitar el Ave María y cantar la Salve Regina, el Papa León XIV se dirigió a los presentes en la iglesia, saludándolos a quienes estaban en el templo y a los “genazzanos” que estaban reunidos fuera de la iglesia. “
He deseado mucho venir aquí en estos primeros días del nuevo ministerio que la Iglesia me ha confiado, para llevar adelante esta misión como Sucesor de Pedro”.
Y recordando la visita realizada tras su elección como Prior General de la Orden de San Agustín (en 2001), y la elección de «ofrecer la propia vida a la Iglesia», el Papa reiteró su «confianza en la Madre del Buen Consejo», compañía «de luz, de sabiduría» con las palabras que María dirigió a los sirvientes el día de las bodas de Caná, narradas en el Evangelio de Juan: «Hagan lo que Él les diga».
Luego, junto con la comunidad agustina, el Papa se dirigió a una sala interior para un encuentro privado.
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