Lectura del santo Evangelio según san Juan (3, 31-36)
«El que viene de lo alto está por encima de todos. El que es de la tierra es de la tierra y habla de la tierra.
El Padre ama al Hijo y todo lo ha puesto en su mano
El evangelista Juan remacha, como remate del capítulo 3 que ha presentado la conversación entre Nicodemo y Jesús, el carácter de mediador que tiene el Hijo de Dios: el único entre Dios y los hombres. Jesús viene de arriba, dada su condición divina, pero viene a la realidad humana a hacerse presente con un testimonio de quien lo ha enviado.
Creer en Jesucristo, que por nosotros padeció y fue muerto, es creer en Dios. Es más, la fe en Cristo es fe en el Espíritu porque él mismo es portador del espíritu y la vida. Así se lo hace ver a Nicodemo. Y así lo transmite Juan: estamos hablando de un orden sobrenatural que ni siquiera podemos entender. Sólo podemos acoger con el don de la fe.
NOSOTROS
En el Evangelio de hoy comprobamos las resistencias por las que pasó el Señor, sus mismos paisanos se resistían a creer.
¿Y tú? ¿Y nosotros? Como es la acogida de su testimonio, ¿nos fiamos? ¿lo acogemos?.
Somos testigos de lo que Dios ofrece graciosamente a los hombres en su Hijo, por eso nuestra fe no consiste solo en afirmar que Jesús es el Cristo, sino en aceptar ser hijo de Dios en Él y vivir como tales.
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