Reina y Señora de Altagracia se acabó el peregrinar por la tierra, y se ha abierto para siempre la frontera de la Patria
. Desde la Ascensión de tu Hijo al cielo la espera ha sido larga, pero al fin ha llegado el momento de volver a abrazar al Hijo adorado.
Cuántas veces siendo niño te recé, Con mis besos te decía que te amaba,
Poco a poco con el tiempo olvidándome de ti, Por caminos que se alejan me perdí,
Por caminos que se alejan me perdí.
Hoy he vuelto madre a recordar, Cuántas cosas dije ante tu altar
Y al rezarte puedo comprender Que una madre no se cansa de esperar
Que una madre no se cansa de esperar.
Al regreso me encendías una luz, Sonriendo desde lejos me esperabas,
En la mesa la comida aún caliente y el mantel, Y tu abrazo en mi alegría de volver,
Y tu abrazo en mi alegría de volver.
Aunque el hijo se alejara del hogar, Una madre siempre espera su regreso,
Que el regalo más hermoso que a los hijos da el Señor Es su madre y el milagro de su amor,
Es su madre y el milagro de su amor.
Como Reina del Cielo y de tu querido pueblo has recorrido sus calles.
a lo largo de todo el recorrido has escuchado........oraciones, canciones y......clavando tus misericordiosos ojos en los nuestros nos dirás:
"Adelante queridos hijos de Siruela yo estoy con vosotros"
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