Se celebra cada siete de diciembre en Torrejoncillo, en la provincia de Cáceres.
Un municipio cercano a Coria
El origen es incierto, pues hay historiadores que aventuran a situar este en la época prerromana y otros que lo hacen en el marco del la Guerra de Flandes, aunque quizás los mayores acuerdos estén en que una leyenda en la batalla de Pavía pueda ser la más aceptada, puesta está protagonizada por un personaje con origen en Torrejoncillo, el capitán Ávalos.
El sábado anterior al siete de diciembre se pregonan las fiestas y ese mismo domingo se realiza la ofrenda de flores a María Inmaculada.
http://www.torrejoncillotodonoticias.com/2012/10/imagenes-de-la-ofrenda-floral-a-maria-inmaculada-de-torrejoncillo.html
DÍA 7
Desde las 9 de la noche, los jinetes “encamisaos”, con sus caballos y cubiertos con sabanas blancas adornadas,
se van congregando en casa del mayordomo, que les hará entrega de los faroles que habrán de portar durante toda la procesión. Los escopeteros salen también de sus casas despidiéndose con salvas.
Todos acuden a la plaza Mayor, donde se acercara el momento culminante, las 10 de la noche.
Y a las diez en punto de la noche , la puerta de la Iglesia de San Andrés se abre y de ella sale un estandarte celeste con la Imagen de María Inmaculada bordada.
En otro lugar de su Plaza Mayor, un grupo de personas hacen sonar sus escopetas
con salvas en honor a la Virgen, cubriendo toda la plaza de humo y olor a pólvora.
El estandarte recorre unos 20 metros y es entregado al mayordomo que monta un caballo atalajado vistosamente para la ocasión.
Este va acompañado por dos personas a sus lados y detrás varias centenas de jinetes que en el momento de recibir el mayordomo el estandarte, lo vitorean y aclaman. Gritan las almas y no las gargantas.
Todos van cubiertos por una sabana blanca, adornada con finísimas puntillas y en algunos casos por la imagen de María Inmaculada o por estrellas doradas. Entre todos hacen que el momento sea indescriptible e irrepetible. Noche entrañable, mágica y misteriosa.
Las lágrimas se abren paso entre las mejillas de la multitud, recordando a los que esa noche no nos acompañan pero que también vitorearan a la Virgen por boca de otros. Entre una nube con olor a pólvora, la procesión recorrerá las empinadas calles del pueblo.
Es una noche mágica y misteriosa, en la que se encienden hogueras por los rincones y plazas del pueblo y donde tras la recogida de la virgen, se degustan dulces y caldos típicos.
http://new.livestream.com/laencamisa2012
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